jueves, mayo 31, 1990

martes, mayo 29, 1990

1990 Joan Manuel Serrat Por fin Serrat su vuelta a Chile 1990






Video de Pere Mas


Serrat regaló a Aylwin un libro sobre la historia de Cataluña, después de una reunión con el presidente que se prolongó durante 35 minutos. "Estoy absolutamente dispuesto a colaborar con el Gobierno democrático y con los intereses del pueblo chileno en el momento que se requiera", dijo al término de la visita.Tras 17 años de ausencia, el cantante catalán llegó el jueves a Chile, país en el que tuvo prohibida su entrada durante la dictadura de Pinochet, y lo primero que hizo fue visitar la cárcel de Santiago de Chile, donde, sobre una precaria tarima y con una guitarra prestada, cantó a las víctimas, a los luchadores y a los presos políticos.

Después se reunió con Hortensia Bussi, la viuda del ex presidente Salvador Allende, con dirigentes políticos, sociales y de derechos humanos y con los amigos que dejó en Chile en sus visitas anteriores, en 1968 y 1972, durante la democracia. Ofreció una concurrida conferencia de prensa, visitó Valparaíso; ensayó para sus recitales de hoy y mañana en el estadio Nacional, el mismo que sirvió como campo de concentración para prisioneros políticos en 1973; recorrió algunos barrios, y, sobre todo, revivió sus sueños y nostalgias. "Vengo a recuperar el tiempo perdido y a incorporarme al Chile de 1990", dijo Serrat al bajar del avión que le trajo desde Paraguay. Su relación con Chile ha sido "profunda, amarga, abierta por la herida del pronunciamiento del 11 de septiembre de 1973", confesó a los periodistas.

Después del golpe militar, Serrat evitó viajar a Chile, a diferencia de otros cantantes, "para no dar carta de normalidad a un Gobierno no sólo anormal, sino inconstitucional". Sus temas fueron proscritos en los días del terror represivo y su nombre era estandarte clandestino. Los carteles que inundan hoy Santiago con la imagen del catalán dicen: "¡Por fin! Serrat en Chile". No es un lema casual. En dos ocasiones la dictadura impidió su entrada al país. En 1983, en el primer intento, Serrat firmó en la Embajada chilena en Argentina un documento en el que se comprometió bajo juramento a no intervenir en política durante su estancia en Chile. Aun así, cuando ya estaban anunciados sus recitales, el régimen dictó un decreto prohibiendo la entrada de Serrat por emitir juicios "contrarios al supremo Gobierno". El segundo intento fue durante la concentración final de la oposición en el plebiscito de 1988, cuando Chile votó no a la perpetuación de Pinochet en el poder. En la pista de aterrizaje del aeropuerto de Santiago, Serrat fue informado de que su prohibición de entrada seguía vigente. Serrat mandó un mensaje grabado, que escuchó más de un millón de personas en el acto masivo. "Pronto, muy pronto volveremos a estar juntos de nuevo, cuando Chile sea lo que siempre fue: un país ejemplo de libertad, respeto mutuo y paz", decía



jueves, mayo 24, 1990

1990 Recuerdos: Serrat vuelve a Chile - Estadio Nacional 1990


Recuerdos : Estadio Nacional - Abril 1990
Serrat vuelve a Chile

55.000 personas aplaudieron a Serrat en Chile

MANUEL DÉLANO, - Santiago - 01/05/1990
Cerca de 55.000 personas asistieron, aplaudieron y cantaron en los dos recitales que ofreció Joan Manuel Serrat en su reencuentro con Chile, el sábado y domingo pasados, en el Estadio Nacional de Santiago.

Al subir al escenario del que estuvo proscrito por la dictadura de Pinochet, Serrat pidió permiso para "retomar el canto que dejé colgado hace más de 17 años". La prensa alabó de forma unánime el espectáculo que ofreció el cantautor catalán, quien ayer retornó a España.

El mismo Serrat describió el clima: "Hubo una hermosa y necesaria complicidad con el público", que cantó junto con él sus temas, obviando las deficiencias; del sonido, le pidió cinco veces; que volviera al escenario y lo despidió con antorchas en la noche de¡ domingo. "Cuando yo gozaba, el público gozaba. Cuando yo subía, el público subía, y así nos fuimos", dijo.
"De pie, el Estadio Nacional ovacionó a Serrat", tituló el conservador diario El Mercurio, aunque afirmó que tuvo menos püblico del esperado. El tabloide La Epoca, que colocó en portada una foto en color de¡ cantante, sostuvo que "un gran espectáculo mostró Serrat".

Al comenzar a cantar, Serrat pidió perdón a los chilenos. "Disculpen si tardé, pero no fue cosa mía", dijo. Y agregó: "Mis agradecimientos a todos ustedes, un abrazo para los que están y un recuerdo imborrable para los que no están, para los que volveremos a ver por el exilio, para los que aún permanecen encerrados en las cárceles,los presos políticos de la dictadura".

"Defensor de la democracia"El presidente Patricio Aylwin y su esposa, Leonor Oyarzun, estaban entre los asistentes: "Vine a ver a un artista defensor de la democracia", dijo. Aylwin, como la mayoría del público, tarareó Volver a los 17, un tema compuesto por Violeta Parra, que Serrat interpretó en homenaje a los cantantes populares chilenos y porque reune a dos generaciones.

El número de años, además coincide con el período en que Serrat no pudo volver a Chile. Los asistentes, en su gran mayoría adultos, acompañaron los temas clásicos de Serrat -Mediterráneo, Tu nombre me sabe a hierba, Aquellas pequeñas cosas- y terminaron bailando.Serrat participó en un foro ayer con el mundo de la cultura chilena y, antes de regresar, se entrevistó con el ministro de Educación, Ricardo Lagos; el jueves pasado se había reunido con Aylwin.

Pero de todos sus encuentros, los más emotivos fueron con los presos políticos. Después de visitar a los detenidos del régimen anterior en la cárcel de hombres, recibió un pedido similar de las presas políticas. Serrat accedió y, además de Mediterráneo, les cantó Romance de Curro el Palmo a las presas.

Ellas pidieron a los periodistas que dijera el que la música de Serrat las acompañó en la cárcel y, antes, en "los momentos alegres y difíciles, de soledad, cuando nos tuvimos que enfrentar al período de dictadura. Para que vean que estas terroristas también tenemos sensibilidad...".


Información de http://www.elpais.com/

viernes, mayo 11, 1990

1990 CONCIERTO DE JOAN MANUEL SERRAT (1990)



CONCIERTO DE JOAN MANUEL SERRAT (1990)

En el repertorio de las emociones musicales fuertes vividas en la historia de los grandes conciertos realizados en Chile desde fines de los ’80 en adelante, la actuación de regreso de Joan Manuel Serrat en el país en 1990 tiene un lugar de privilegio ganado por derecho propio. “Por fin… Serrat” es el sencillo y elocuente nombre que recibió ese concierto, y la frase sintetiza todo el significado de la jornada. Proscrito y literalmente impedido de entrar a Chile por los militares durante la dictadura, Serrat se reencontró con su público el 28 y 29 de abril de 1990 en el Estadio Nacional.

En un Estadio Nacional dispuesto de manera distinta, con el escenario enfrentado a la tribuna bajo marquesina, el autor catalán puso al día su relación con el público chileno con el propio Presidente Patricio Aylwin presente entre la audiencia, mientras el espíritu de la época se vivía en cánticos entonados por la gente como el de “Y ya cayó, y ya cayó” alusivos a la dictadura.

Serrat había llegado dos días antes y renunciaba a todo trato especial en este regreso, solicitando ingresar a Chile como cualquier persona corriente, sin ser recibido en el salón VIP del aeropuerto como había ocurrido en Argentina y Paraguay, dos paradas previas de su gira. El 30, después de sus conciertos y en respuesta a una invitación de Ricardo Lagos, Ministro de Educación, se reunió con intelectuales y artistas en el Ministerio, en una jornada similar a la que había vivido dos décadas antes. Y ya en escena el cantante recreó en vivo canciones como “Defensa de la alegría”, una emotiva “Penélope”, “Mediterráneo”, “Bienaventurados”, “Para la libertad”, “A quien corresponda”, “Se equivocó la paloma”, “Lecciones de urbanidad”, incluidas algunas en catalán como “La luna” y una versión para “Volver a los 17”, de Violeta Parra, en medio de un Estadio Nacional iluminado por miles de espontáneas antorchas. Seis veces tuvo que despedirse del público, en un viaje durante el cual por fin empezó a retomar un vínculo que a partir de entonces nunca ha dejado de ser continuado con su público chileno.

El Presidente dijo:

“Vine a ver a un artista defensor de la democracia” (Patricio Aylwin, Presidente de Chile, al llegar al concierto de Serrat).


Serrat dijo:

“Aquí me tienen, por fin. Por ganas yo no me quedaba. Aquí me tienen, feliz y complacido de tener un contacto con ustedes después de estar diecisiete años separados. Por estar aquí y al ver a vuestro Presidente le expreso mis más buenos deseos para todos ustedes. Para lo que viene, para los que no están, para los que están sólo en nuestros recuerdos, imborrables, pero, a pesar de todo, ya no están. Un recuerdo para esos que no volveremos a ver más, para los que el exilio mantuvo fuera de sus casas y quién sabe si los volveremos a tener aquí. Para los que aún permanecen encerrados en las cárceles, como los presos políticos, que en algún tiempo más tendrán que estar junto a todos los hombres libres de buena voluntad” (el saludo de Serrat en medio de su concierto de regreso en Chile, Fortín Mapocho, domingo 29 de abril de 1990).


La prensa dijo:

“De pie, el Estadio Nacional ovacionó a Serrat. Fue el gran protagonista de la noche, en un show pensado para tenerlo a él, sus versos y su música, como los centros de atención insobornables de cada velada […] Los 25 mil del Nacional se retiraron tranquilos y felices. Su encuentro con Serrat resultó rotundo, imborrable, emocionante. ¿Alguien podría exigir más?” (Iván Valenzuela, El Mercurio, domingo 29 de abril de 1990).