lunes, agosto 08, 1988

1988. Serrat también sabe de fútbol




Con Antoni Ramallets, legendario arquero del Barcelona, antes de un partido de veteranos.

Es sábado a la noche y falta menos de una hora para que Joan Manuel comience un nuevo recital en el Grand Rex. Así nos recibió en su camarín. Dos camisetas—la del Barcelona, su club de siempre; la de Boca, su club acá—ambientaron la charla



1988. Serrat también sabe de fútbolPor Redacción EG · 08 de agosto de 2018


En una gira por el país en el '88 Joan Manuel Serrat atiende a El Gráfico justo antes de subir al escenario, y se apasionó hablando de Boca, River, Maradona, Menotti , Bilardo y, por supuesto, del Barcelona.

Son las 20,30 de este sábado carnavalesco en el hall del Grand Rex. Exactamente un minuto después se nos presenta Claudio Gelemur —socio de Chiche Aizemberg, productores responsables de la gira del cantante—con una cartera de cuero negro. Adentro tiene un videocasete con la grabación del último partido de Boca en Mar del Plata, cuando el jueves 11 le ganó al América de Cali 1-0. Ese es el medio que utiliza Joan Manuel Serrat para seguir a su equipo en las pocas horas de descanso que le deja esta extensa gira. El rito se cumplirá en la habitación 1505 del hotel Panamericano donde se hospeda. Por ahora basta como presentación.

— ¿Qué te parece el Boca de Pastoriza, Joan? —Y... qué quiere que le diga, sólo lo vi en vídeo. Yo pienso que tiene grandes dificultades para armar juego. Tiene hombres muy valientes atrás, como por ejemplo Hrabina o Abramovich; el muchacho Carrizo es un gran cinco y Comas, un wing extraordinario. Lo que ocurre es que Comas no la tiene demasiado fácil para jugar, ¿no? No quiero entrar en una crítica de gente que no es mi espacio Pero, la verdad... no me divierto tanto con este Boca.

—Ajá... —Bueno... además vi a Independiente el otro día con Cruzeiro, y también lo vi al pobre Bocha jugar muy solo. Quizás porque Independiente tiene cuatro o cinco hombres fundamentales lesionados, pero vamos. ..

—Y a River... ¿lo has visto a River? —Sí, sí, lo vi. Pienso que el equipo no está demasiado motivado. Me recuerda a estos clubes que quieren echar al técnico. Tengo la sensación de que ese grupo no se encuentra cómodo con el entrenador. Uno no puede evidentemente argumentar esto, y lo digo con honradez. Creo que cuando esto sucede, no se produce conscientemente. Los jugadores no se sientan allí y dicen: "Vamos a embromarlo". Porque todo tipo que sale a la cancha, sale a hacer lo mejor que sabe y a dar lo mejor que tiene. Esto siempre lo he tenido muy claro: después de la pelota, lo más honesto que hay en el fútbol son los jugadores. No creo que ellos tengan una actitud consciente de ir a boicotear a Griguol. Pero parece que algo no anda armónicamente en River.


Bastaba como presentación, ¿no? Como un argentino más, en cualquier pizzería o bar. Vino, cerveza o café mediante. Hablando apasionadamente sobre la actualidad futbolística. Aunque la geografía de esta charla corresponda al estrecho camarín del Grand Rex, donde apenas caben un sillón para dos personas, una mesa ratona con sandwiches de miga, una botellita de Coca Cola, otra de agua mineral, y él. Que alguna vez se autorretrató así en "A quien corresponda": "Un servidor, Joan Manuel Serrat/casado, mayor de edad, vecino de Camprodon, Girona/Hijo de Ángeles y de Josep/de profesión cantautor, natural de Barcelona...”

—Joan, cada vez que se habla del Barcelona, también se habla del club más poderoso del mundo. Algo que está demostrado con títulos y con compras siempre multimillonarias. Vos como hincha, entonces, ¿cómo explicarías esta mala campaña, en la mitad de la tabla por la Liga? —Es cierto que el Barcelona es un club muy poderoso, pero no es un club de ricos, esto sería muy interesante aclararlo. Es un club de mucha gente pobre. Los ricos normalmente no entran al fútbol para servir, sino para servirse. Y eso es lo que nos está pasando hoy: tenemos un gran patrimonio, tenemos socios fieles, pero lo que no tenemos en estos momentos es una directiva de nivel. La directiva es realmente lamentable. El personalismo del presidente, el señor Núñez, es dictatorial. Llegan grandes jugadores al equipo, por grandes inversiones económicas —grandes inversiones que no financia el señor Núñez, que financian los cien mil socios que pagan mensualmente—, y este señor juega con total descaro con ese patrimonio. Y claro. . . cuando uno ve que del Barcelona han echado a hombres como Neeskens, coro Krankl, como Sotil, como Maradona, en fin... como a Schuster en estos momentos, que estuvo un año. . i¿Qué club, qué dirigente puede mantener un año parado a un jugador como Schuster, solamente porque no se lleva bien con él?! Esta es la situación del Barcalona. Y así un día veremos lo que nadie podría imaginarse: un estadio enorme como el Nou Camp vacío. Y al señor Núñez sentado en el cemento, solo con sus mantenidos de turno...

— ¿A qué te referís concretamente? —El señor Núñez ha jugado con o ríos factores. Uno ha sido financiar e gran cantidad del periodismo deportivo, que evidentemente come muy ben y muy ricamente a expensas de le masa social del Barcelona.

—Joan, la pregunta es obvia, entonces. Porque se vienen escuchando críticas a Núñez desde hace tiempo, ¿Cómo es que sigue en el poder? —Mire usted, es muy fácil. Porque le forma de elegir presidente en mi club no es democrática sino por compromisarios. O sea, cada socio no es un voto, sino que hay señores que reúnen determinada cantidad de votos, y esto permite todo tipo de maniobras y mangoneos. Aparte, está la presión que ejerce el periodismo sobre los jugadores y el cuerpo técnico. Le diré más, hasta hace poco, el vicepresidente del club disponía del paquete mayoritario de uno de los dos periódicos deportivos de Barcelona —"Sport"—, lo cual ya es bastante sospechoso, ¿no? Por eso alguna vez dije en broma que cuando gana el Barcelona, estoy con tentó porque gana, y cuando pierde me alegro porque pierde Núñez. Así por lo menos lo abrumamos, a ver si se va de una vez este hombre. No es casual que con Neeskens, pese a que la gente pedía, haya tenido problemas hasta echarlo; que con Maradona, como era un ídolo, este señor haya puesto historias en boca de Diego para enfrentarlo a la masa social. Y lo mismo ha ocurrido con Schuster hace poco...

-Te habrás enterado de la oferta de tres millones de dólares del Barcelona para que Bilardo sea el técnico. ¿Te gustaría? -El mal o buen rendimiento del Barcelona no pasa por el cuadro técnico ni por los jugadores. Estos están en una situación de falta de moral por la actitud de la directiva, que nunca les otorga respaldo. Al contrario, en cuanto no se gana, los directivos son capaces de echar a Dios y a su padre con tal de salvar su pellejo. Y ésta no es manera le hacer una entidad.

–Está bien, pero más allá de eso, ¿viste a la Selección de Bilardo en México? ¿Te gustaría ese estilo futbolístico en el Barcelona? -Lo que a mí me gustaría es que volviera Maradona. Porque yo en el Mundial, discúlpeme usted, lo que yo vi fue a Maradona, fundamentalmente. También vi a Burruchaga, a Giusti, a Pumpido y a Brown. Pero, sobre todo, y discúlpeme que se lo repita, vi a un jugador que es un superclase y que se llama Maradona. A él sí me gustaría tenerlo otra vez en el Barcelona. Y lamento que se haya tenido que ir porque me gusta el fútbol.

-A propósito, Joan. En la primera nota que te hicimos en EL GRAFICO, hace un par de años...-Sí, la recuerdo. Fue en el camarín el Luna Park. Por lo menos aquello tenía más clima deportivo, había una camilla, 
-Bueno, por eso traje camisetas, para ambientar un poco. Pero, te decía., en aquella oportunidad —todavía no se había jugado el Mundial de México- no te decidías por Platiní o Maradona. -No. no, la verdad es que yo siempre me he quedado con Maradona, ¿eh? Lo que ocurre es que Platiní ha tenido dos o tres temporadas estupendas que seguí de cerca. Pero evidentemente Maradona es un jugador que pasara a la historia como Pelé; un jugador que ha resuelto, él solito, historias.

—Y si la comparación la hacemos entre Diego y Cruyff. Vos los viste a los dos en tu club. —Yo me quedaría con los dos. Son tan buenos y tan listos los dos que podrían jugar juntos en el mismo equipo.

—Pero si sólo te dan uno, uno solo. —Pues es bien difícil decidir... Dependería del estado físico de cada uno. Yo creo que Cruyff jugó con un mejor cuadro que el que tenía Maradona; el de la época de Johan era un equipo mucho más compacto que el de la época de Diego.

— ¿Y de los otros extranjeros—Lineker, Schuster, Neeskens, entre otros—, con quién te quedas? —Con Schuster, con Schuster, sin dudas. Ese la pone como con la mano, ¿eh? Es una maravilla. Y eso que sólo tiene una pata.

-Cómo y cuándo fue exactamente tu experiencia como periodista deportivo.—Fue en el Tour de Francia del '84. Yo soy un gran aficionado al ciclismo, sigo anualmente una o dos carreras. Así que un año pensé que la mejor forma de seguir la vuelta era como periodista. Trabajé para la cadena radial Ser —una de las más importantes de España—; además escribía una nota diaria para "El Periódico" y enviaba entrevistas para el "As" de Madrid. Demasiado laburo. Lo volvería a hacer, pero sólo por radio. Era terrible ver cómo se acercaban las siete y media de la tarde, hora en que cerraba el télex, y sólo tenía cuatro líneas escritas. Y tú eso lo debes saber, ¿eh? Ese momento en el que la presión del cierre te hace correr un sudor helado por el cuerpo.

—Conozco esa sensación, sí... Volviendo al fútbol, Joan. ¿Por qué elegiste a Boca? —Bueno, esto ya lo he contado muchas veces. Yo llegué acá en el '69, cuando Boca Juniors tenía un equipo realmente envidiable, que no ha vuelto a repetir desde entonces. Era aquel que alineaba con Sánchez; Suñé, Marzolini, Rogel y el Negro Meléndez; en el mediocampo estaban Medina y Madurga; tenía a Ponce y Peña como wines, estaba Rojitas también... En fin, era un equipo.

—Pucha, un poco desordenado pero todavía lo recordás. ¿Tanto te llegó? —Si, es un cuadro que los hinchas de Boca recordamos perfectamente. Los hinchas que tenemos más de 30 años, claro... Además, estaba Alfredo Di Stéfano como entrenador, y como yo soy amigo de él, eso también me unió al equipo. Y por la Boca. . Toda esa zona del puerto, Dock Sud, todo aquello es una zona que se parece mucho a mi barrio en cierto aspecto. Yo diría que se parece a lo que era mi barrio.

—Cuando decís tu barrio, te referís… —A Pueblo Seco, donde yo me crié. El único barrio que uno tiene es donde uno se cría. Después podrá vivir en otros sitios, pero el barrio es donde uno se cría. Pues toda esa serie de factores y de coincidencias hicieron que fuera más a la cancha de Boca que a ninguna otra. Ahí empezó la relación. Cuando uno participa de un país, y del deporte de ese país, pues entonces hace su elección. Así puedo ver al fútbol con ese poco de pasión que siempre hace falta.

—Apartándonos de aquel Boca, ¿qué otro equipo boquense recordás? —Yo creo que el Boca de Lorenzo que salió campeón en el '76 —el que después ganó la Libertadores y la Intercontinental—, quizás sea ése el cuadro que puede estar a un gran nivel, pero, ¡vamos, sin duda alguna no jugaba como lo hacía aquel otro Boca Juniors! Aquellos marcadores de punta que iban al frente; ver atrás a un full-back como Rogel y a un hombre como el Negro Meléndez, esto ya no se ve...



—Te noto muy informado, al mismo nivel que cualquier argentino. ¿Cómo hacés cuando estás en España? —Sigo a este país a través del "Clarín" y de EL GRAFICO. Recibo regularmente los dos. No, perdón, EL GRAFICO lo voy a comprar yo, el "Clarín" llega a mi casa.

-Es sabida tu relación amistosa con Menotti. ¿En qué se cimenta? —Yo lo conocí al Flaco cuando ya había salido campeón mundial con Argentina. Pero nuestra relación se profundizó cuando él viajo a Barcelona con la Selección para el Mundial '82. Siempre me había interesado su manera de trabajar y, sobre todo, su forma de hablar de fútbol como un hecho creativo, lúdico, divertido. Mira, para que lo entiendas mejor: cuando yo voy al fútbol, intento divertirme, pasarla bien, como cuando me monto en el escenario. Sé que es fundamental el hecho de que yo quiera pasarlo bien, que no interprete estas dos horas como una dependencia de los demás, algo de lo que quiero librarme... Oye, ¿qué hora es?

—Diez menos cuarto.—Enseguida tengo que subir. Vamos terminando, ¿eh? Te decía, cuando voy al fútbol me gusta ver jugar, que se juegue y se deje jugar. No veo al fútbol como un deporte donde hay que ganar sea como sea, es algo mucho más humano, mucho más divertido.

—Y eso lo encontraste en el fútbol de Menotti.—No siempre, pero por lo menos ésa siempre fue su idea. Que salga o no, es otra cosa. Por eso los aficionados del Barcelona sentimos mucho respeto por él. Quizás al Flaco le faltó una temporada más para poder rematar con toda la brillantez que hubiera querido...

—La última. Justamente Menotti tiró por primera vez el nombre de Butragueño como la gran aparición del fútbol español. ¿A quién más podés nombrar? —Bueno, Butragueño no es sólo es número uno en España sino en el fútbol mundial. El Real Madrid en estos momentos es un cuadro compacto, con muy buenos jugadores de la cantera. Sanchís es un jugador realmente hermoso, y además están Martín Vázquez. Michel, Butragueño y Solana En fin, un equipo tremendo, y si encima le al des a Hugo Sánchez, imagínate. Tanto que a Valdano le va a costar mucha poder entrar después de esta enfermedad que ha teniD@do. Aaah, también apunta a Valdano entre las individualidades que me gustaron de Argentina en el Mundial. Ojo, a los demás muchachos los respeto. Pero tú me preguntaste por un modelo de fútbol, y lo único que yo vi fueron individualidades. Á lo mejor el modelo de fútbol fue éste, pero eso, claro, yo no lo sé.

Eran las diez menos cinco cuando nos despedimos. Se tenía que vestir porque a las diez se reencontraría con su público. Claudio Gelemur me decía que todavía le falta cantar en La Plata Mar del Plata y Montevideo, para cerrar con un recital bien popular en Vélez; cuando de pronto abrió le puerta de su camarín mientras aún se acomodaba la camisa verde agua adentro del pantalón blanco con rayas azules:

-Oye, ¿qué sabes de Menotti, lo echan del Atlético? —preguntó.-Se dice que no le renovarían el contrato. Y también se comenta que podría venir a River.

— ¡No, no nos puede hacer esto a los de Boca! Yo le voy a hablar. Y hazme un favor, dejame la camiseta de Boca para mi hija, la del Barca ya la tengo.

La dejó en su camarín y fue hacia el escenario. Y aunque su autorretrato diga lo contrario, aunque hace 44 años que nació en Barcelona, cabe pensar que Serrat es argentino. Desde 1969 es argentino...

CESAR LITVAK Fotos: LUIS MICOU (1988)


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