(Jorge Drexler en el BarnaSants 2011 - © Juan Miguel Morales)
Festival BarnaSants 2011
Jorge Drexler, dueño y señor
A medida que van transcurriendo los años y ciertos artistas van llenando páginas en los periódicos e informativos por sus actuaciones, conciertos, discos, colaboraciones o música para series, películas y todo lo demás, uno ya se va quedando sin argumentos para explicar algo nuevo sobre alguien que ya es sobradamente conocido.
16/02/2011
Así pasa con Serrat ¿qué decir de Joan Manuel?, con Sabina, Llach, Raimon, Gieco, Viglietti, Silvio, Milanés y otros muchos. Pues bien, eso mismo pasa ya con el mayor de los Drexler, Jorge, quien después de ese Oscar de Hollywood en el 2005 que de alguna manera premiaba lo mucho y bueno que tiene este uruguayo susurrante y coqueto, dio un salto brutal a la fama y al reconocimiento por lo mucho y bueno hecho hasta ese día.
Ahora me toca referirme a su concierto en el Teatre Joventut de l’Hospitalet. Jorge estuvo aquí para participar en el festival Barnasants 2011 y abanderar junto con el “maestro” Daniel Viglietti a una colonia de cantautores uruguayos que llegaron a este mismo festival para homenajear al gran poeta de hoy y de siempre que fue y seguirá siendo Mario Benedetti.
Hacía ya algunos años que no veía un concierto de Jorge, aunque le escucho cuando quiero serenidad y paz, porque estas son cosas que transmite en muchas de sus canciones el uruguayo. Esta ausencia mía con respecto a él me ha dado un poco la perspectiva de lo que ha cambiado en su puesta en escena en estos últimos años. Si, ha cambiado y mucho. Y para bien.
Se ha alejado de sus proyectos excesivamente electrónicos. Bueno, posiblemente me delato yo mismo en cuanto a mis gustos personales pero para eso estamos y espero que nadie me lo tenga en cuenta. Tampoco creo que Jorge no vuelva nunca más a esos formatos del 2004 o 2005 puesto que como estudioso que es de sonidos, formas, armonías y sonoridades diversas puede volver con cosas nuevas en cualquier momento, porque como buen músico es capaz de sorprendernos cualquier día con alguna novedad o criterio musical.
Pero lo que hizo el otro día en el Joventut fue para mí un concierto exquisito y maravilloso. Dicho esto uno ya no sabe mucho que puede añadir, puesto que los adjetivos ya denotan lo que fue esa actuación con la que nos obsequió.
He titulado este articulo “Dueño y señor” y no es anecdótico puesto que lo dirigió con maestría absolutamente TODO. Puede que tenga un mérito relativo que mande al técnico de luces hacer esto o lo otro, o “súbeme ésta y bájame la otra o apaga todo o dame solo la luz de atrás”, y que haga exactamente lo mismo con el de sonido. Para eso están los ensayos y por lo tanto el mérito no es tanto. Pero amigos: lo mismo hizo con el público y la verdad es que no creo que los asistentes hiciéramos ensayos unos días antes sobre lo que teníamos que hacer, cómo cantar, cuándo dar palmas y qué estrofa cantar y en cuál no hacerlo.
Y Jorge nos movió con elegancia y sabiduría hacia el terreno que él quería. Él sabe lo que quiere y a pesar de que respeta al público que le sigue (¡faltaría mas!), también es verdad que es un celoso de su trabajo como buen artista que es, e imagino que lo que quiere es pasarlo bien en el escenario y que las cosas no queden al azar de lo que los fans quieran hacer con su concierto.
Así pues nos dirigió y fuimos todos sus peones en el tablero de su ajedrez personal y particular y estableció las bases para conformar una partida que si se desarrollaba como él quería, la partida estaba ganada.
Creo que en España nos agrada ese hablar argentino-uruguayo, sobre todo cuando quien nos habla lo hace del modo de Jorge, que susurra con elegancia y musica todo aquello que hace y dice. Y con esa coquetería de la que antes hablaba, Jorge conquista a la audiencia completa y de algún modo nos seduce.
Los músicos que le acompañaban (7 en total) no fueron sus peones sino sus caballos de batalla pero corrieron la misma suerte que todos los demás… hicieron lo que el estratega quería y de este modo, todo el conjunto brilló de un modo hermoso.
Le acompañaron 3 músicos de viento, formación para mí bastante novedosa que me gustó, una gran marimba que sonó de maravilla, excelentes percusiones y muchas voces para complementar lo que fue un excelente concierto.
Nos hizo cantar cómo y cuándo quiso, no cuando queríamos nosotros. Acalló pronto las palmas iniciales que amenazaron llevar el concierto a un terreno pantanoso que a él no le interesaba, cantó a oscuras, desde arriba, desde abajo, desde el borde… dejó que cada uno de sus músicos se luciera en momentos concretos y llegaron a tocar y cantar desenchufados paseando por la sala. El público una vez más salió entregado, vencido y feliz a pesar de haber sido derrotado por la convicción del general Drexler: jaque mate.
Posiblemente no tengo la información completa pero me temo que Jorge no forma parte de ese trabajo que se editará con poemas musicalizados de Benedetti puesto que no nos presentó nada de su presunta colaboración si es que existe.
Daniel Viglietti es el gran abanderado de ese trabajo por parte de la trova más histórica y Drexler que es el más conocido y reconocido por parte de las generaciones nuevas debería estar ahí para darle más empuje y prestigio a ese disco-homenaje al desaparecido poeta. Ahí si amigo que me vas a permitir que me coma una de tus torres y te haga un jaque al rey.
Joan Carles Martínez
Imagen e información http://www.cancioneros.com/co/
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