viernes, agosto 28, 2015

RECUERDOS 2015 Joan Manuel Serrat, desde la primera guitarra


RECUERDOS 2015
Joan Manuel Serrat, desde la primera guitarra

Un recorrido por la vida del cantante a través de 800 objetos personales y mucha música. Podría verse en Buenos Aires el año que viene.

Foto DR Un chico. Primera actuación en Radio Barcelona. 18 de febrero de 1965. /Foto DR

28/08/2015 23:56 
Laureano Debat

Barcelona. Especial para Clarín

Era una tarde igual a tantas otras en el Poble Sec de la Barcelona franquista. Josep Serrat volvía de trabajar con su mameluco azul lleno de polvo, su caja de herramientas en una mano y un regalo en la otra para su hijo Joan Manuel. Era la primera guitarra que el joven prodigio utilizaría para componer y que ahora se expone en una vitrina del Arts Santa Mònica, un centro cultural que en sus orígenes funcionó como una iglesia. Por esas casualidades, en esa iglesia que ya no existe fue bautizado Serrat. Y muchos años después, ahora por sus propios medios, volvió para declararse agnóstico ante el cura y solicitar la apostasía.

Serrat. 50 años de canciones es un exhaustivo recorrido por la intimidad creativa del cantautor, con un total de 806 objetos, la mayoría procedentes de su colección personal y algunos que aportó el curador Fermí Puig. En la entrada y de manera gratuita, se puede acceder a un audio-guía para musicalizar la visita con más de 200 piezas sonoras que incluyen versiones de canciones, fragmentos de conciertos nunca editados y entrevistas en radios de diferentes países.

En el centro de la sala se ha montado la escenografía original utilizada en la gira mundial del disco Tarrés Serrat de 2000, coronada por el imponente dibujo del artista estadounidense Philip Stanton: una ciudad poliédrica de fondo que trata de unificar la esencia de los pueblos mediterráneos con los caribeños.

El 18 de febrero de 1965 Radio Barcelona presentó por primera vez en sus estudios a un joven Joan Manuel Serrat con el pelo muy corto y una guitarra flamante, cortesía de su padre. Aquí se inicia la cronología de la exposición, seguida por el affaire de Eurovisión de 1968, cuando fue seleccionado por TVE para representar a España bajo la prohibición de cantar La la la en catalán -como el quería-, motivo por el cual Serrat decidió renunciar a la convocatoria.

El apartado insoslayable es la colección de fotografías de sus estancias creativas en e l pueblo de pescadores de Calella de Palafrugell, antes que se colmara de chiringuitos. Es un álbum con paisajes del pasado, cuando el olor a la brea del puerto y la visión de pisadas anfibias en la playa durante madrugadas insomnes resultaron fundamentales para la creación de las canciones que integrarían Mediterráneo, el disco más exitoso de sus 50 años de trayectoria.

Las imágenes del Serrat con el mar de fondo están coronadas por el Disco de Oro que obtuvo por las ventas de este LP, presente en el 80% de los hogares de aquellos argentinos que tenían 20 años durante los años ’70. Un vinilo que, generalmente, solía guardarse en una estantería próxima a los libros de Antonio Machado, Hernández, Alberti, Cardenal y García Lorca, tal vez las mismas ediciones que se exponen hoy en Arts Santa Mònica para marcar cuáles fueron los poetas que influyeron en Serrat. Pero hay un valor agregado en la biblioteca del catalán: ejemplares firmados por Pablo Neruda durante una visita a su casa de Isla Negra el 2 de agosto de 1970.

Las marcas de su relación con Argentina también están presentes en la fotografías de sus múltiples encuentros con Madres de Plaza de Mayo, en un ejemplar de la revista dominical de Clarín del 3 de junio de 1983 con la imagen del cantautor en portada y en una entrega de Mafalda del 19 de febrero de 1973 en la que Quino augura, quizás sin pretenderlo, el momento político actual de Cataluña. Hay una discusión entre todos los amigos sobre si Serrat puede o no ser presidente de Argentina, hasta que se enteran de que no, porque es catalán. Y remata Manolito, el hijo de español castizo, con visible rencor: “Entonces puede. ¡No hay nada que esos no puedan!”.

Algunas parejas de turistas argentinos recorren la sala, sorprendidos por este hallazgo durante su corto paseo por las Ramblas de Barcelona. Quizás repitan su visita el año que viene, varios meses después de su regreso, cuando los curadores concreten su deseo de llevar estos fetiches a Buenos Aires durante 2016.


Clarin

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