viernes, septiembre 28, 2018

Juan Manuel Serrat: «Es inevitable, para ser querido hay que ser molesto»


Juan Manuel Serrat: «Es inevitable, para ser querido hay que ser molesto»

La gira 'Mediterráneo Da Capo' se detiene este sábado en el Auditorio Municipal. / EDU

El cantautor regresa mañana en Málaga a su disco 'Mediterráneo' en un momento «muy oportuno por lo que le ocurre a él y lo que ocurre en él»

Viernes, 28 septiembre 2018, 01:03

Más de medio siglo de carrera le permiten no ajustarse a los imperativos discográficos, no deberse a los ganchos comerciales, ni aferrarse a las cifras redonda. Si se cumplen 47 años de su disco más emblemático y quiere celebrarlo, pues lo hace. Es lo que tiene llamarse Joan Manuel Serrat. El cantautor navega de nuevo por su 'Mediterráneo' (1971) con una marea de conciertos que mañana sábado baña Málaga. 'Aquellas pequeñas cosas', 'Lucía', 'Pueblo Blanco', 'La mujer que yo quiero', 'Barquito de papel' y, por supuesto, 'Mediterráneo' coparán la primera parte de un recital donde hay tanto de «melancolía» como de «alegría» por lo bien que esas melodías resisten los años. Un tiempo en el que ni su música ni sus palabras han resultado indiferentes. «Es inevitable, para ser querido hay que ser molesto».
El conciertoQuéGira 'Mediterráneo Da Capo', donde Joan Manuel Serrat revisa su emblemático disco de 1971 junto a otros éxitos.CuándoSábado, 29 de septiembre, a las 22.00 horas.DóndeAuditorio Muncipal de Málaga. Cortijo de Torres.Cuánto cuestaDesde 44 euros.

–¿Por qué recuerda ahora, cuando han pasado 47 años, su disco 'Mediterráneo'? ¿No tendría más sentido esperar a la cifra redonda de los 50?

–No, me parece más bonita 47. Cada uno plantea las celebraciones cuando tiene el cuerpo y el espíritu listo para celebrar algo. Me parece fantástico hacerlo a estas alturas.

–Como dice el refranero, no deje para mañana lo que pueda hacer hoy.

–Sí, ese es uno de los consejos del refranero. Seguramente, si buscamos encontraremos muchos más que aconsejan no retrasar las fiestas. Pero, además, es muy oportuno por lo que está ocurriendo en el Mediterráneo. Por lo que ocurre en la contaminación de las aguas, los problemas que existen en cuanto a los recursos del mar y, especialmente, con la problemática de todos los países ribereños implicados en esta enorme marcha humana que se está produciendo en estos momentos y la reacción de los diferentes países. Todos los ciudadanos del Mediterráneo nos sentimos muy implicados respecto a lo que le ocurre a él y lo que ocurre en él.

–Se podría decir que por encima de catalán, español y europeo, ¿se siente mediterráneo?

–Por encima de nada, nada. Tampoco diría sentirme, yo soy todo esto que usted dice y, probablemente, alguna cosa más. Y ser una de estas cosas no me obliga a dejar de ser otra. Yo soy de mi padre y de mi madre, de mi calle y de mi barrio, de mi ciudad, de mi Cataluña, de mi España, de mi Mediterráneo y de mi mundo.

«Soy de mi padre y de mi madre, de mi calle y de mi barrio, de mi ciudad, mi Cataluña, mi España y mi Mediterráneo»

–Probablemente, si dice que es mediterráneo no moleste a nadie...

–Con el debido respeto, ser de Logroño tampoco molesta a nadie. Si le preguntan a uno '¿de dónde es usted?' y responde 'de Logroño', le dirán:'Ah, pues muy bien'. En cambio, otras respuestas llevan a otras precipitadas y absurdas conclusiones.

–¿Se acostumbra uno a ser un tipo molesto para unos o para otros, según el momento? Además, las críticas le llegan desde polos opuestos del espectro político.

–Está bien que me diga usted esto porque, en general, me suelen decir que soy una persona querida por unos y por otros. También es inevitable, para ser querido hay que ser molesto. Necesariamente uno es querido por algo, algo que no satisface a todos. Y esta insatisfacción puede traducirse en molestia.

–¿Se ha sentido en terreno de nadie? Diga lo que diga, habrá reacciones encontradas.

–No. Cuando he encontrado a lo que yo he dicho o hecho una respuesta adversa, yo tenía mis razones para previamente haber hecho lo que hice. Nunca me he encontrado ni en terreno de nadie, porque ahí estaba yo; ni solo, porque me he encontrado siempre en compañía de mucha gente.

–En su último concierto en Valencia hubo a quien no le gustó que hablara en catalán. ¿Es un reflejo de la tensa situación que se vive?

–No, no refleja absolutamente nada. Fue un mínimo incidente que provocaron tres personas, tres personas contadas en un teatro de más de 2.000 localidades, y que terminó en 20 segundos con la salida voluntaria de esta gente por razones más que dudosas.

–Ha pasado un año desde la Declaración Unilateral de Independencia. ¿Se ha solucionado algo?

–Creo que las cosas siguen más o menos en el lugar en el que se quedaron cuando fueron encarcelados los políticos y otros salieron.No creo que se hagan los esfuerzos suficientes para que las cosas se modifiquen.

–Volvamos a la música. Regresa a los principios, pero imagino que de otra manera. ¿Qué sensaciones le despierta ahora ese disco? ¿Nostalgia?

–Me despierta todo tipo de emociones. Sin duda, melancolía, pero también alegría. El tiempo ha mantenido muy bien estas canciones, que forman parte de la memoria sentimental de la gente. La parte del concierto dedicada a 'Mediterráneo' se acerca a una hora de duración, pero pasa con gran rapidez porque hay mucho 'feeling' entre el escenario y la gente.

–¿Diría que es su mejor trabajo?

–No, sin otros trabajos no hubiera podido llegar a este. Y sin este no hubiera podido seguir haciendo cosas. Lo que sí ha sido es uno de los trabajos más compartidos y que ha marcado, de alguna forma, un antes y un después en la manera de entender la forma de hacer canciones.

–He contado 30 conciertos en su agenda de aquí a que acabe el año. Indica que está en plena forma...

–Solamente indica que tengo firmados estos contratos. La forma la tengo que demostrar y buscar cada día.

–Bueno, la disposición está.

–La disposición, la ilusión y la alegría.

–La disfonía de este verano fue un buen susto...

–Sí, es un problema complicado porque no sabes bien de dónde viene ni cuánto tiempo puede durar. Pero ya estoy en perfectas condiciones.

–¿Piensa en el siguiente proyecto?

–El siguiente proyecto que tengo es Málaga. A partir de ahí, como decía un refrán que mi madre usaba mucho, 'de aquí a allá, pajaricos habrá'.

–Usted vive el ahora.

–No hay otra cosa. El pasado ya fue, el futuro está por llegar. Solamente tenemos el presente. Y debemos no dejar de pasar ni un minuto en vano.

–Hablemos del ahora musical .¿Qué opina del reguetón, el ritmo hegemónico entre los jóvenes?

–Las músicas son tan hegemónicas como volátiles. Lo dijo Machado: Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar. Es así. Las cosas están por algo, se han hecho por algo y funcionan por algo. Y no quiere decir que para este algo tengamos que buscar una justificación profunda. Está ahí y no hay nada que discutir. Que cada uno haga lo que sepa hacer y que trabajemos entre todos por conseguir que la música esté en las escuelas y que su estudio sea algo a lo que los chicos puedan acceder. Su conocimiento les llevará a profundizar en ella.

–Lo que no se conoce no se puede querer.

–Y lo que no se pone en el escaparate ni se fomenta, no llega a conocerse.

https://www.diariosur.es/culturas/musica/juan-manuel-serrat-20180928215132-nt.html?fbclid=IwAR0omRsCTJ-PTfzXXikXfHJQZP316js2Op-j3pIEiDIm1BKP609Mt6PLMjA

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