1966: La incorporación del casete al automóvil
El centenario de Automobile Barcelona, del 11 al 19 de mayo, mira hacia el futuro del automóvil y de la movilidad
REDACCIÓN
01/04/2019 00:09
La incorporación del casete en los coches a partir de 1966 fue el no va más -en muchos sentidos- y, desde entonces, el usuario pudo viajar horas y horas con la música que le gustaba. Aquel verano de 1966, Joan Manuel Serrat cantaba Ara que tinc vint anys.
Con la popularización del automóvil en nuestro país a partir de 1960, la industria de accesorios para la automoción creció de forma exponencial. Los catálogos con productos para decorar el interior de los automóviles ofrecían todo tipo de accesorios para personalizar el coche. Hasta bien entrados los años 1970 se puso de moda entre muchos conductores una estética -hoy elevada a fenómeno del kitsch - que combinaba buscar los ambientes cálidos de las salas de estar de los hogares con objetos de decoración de lo más exóticos. De algún modo, se llevó la sala de estar al automóvil.
Fundas para los asientos de piel de oveja, pomos de madera con fondos de metacrilato que dejaban vislumbrar conchas y caracolas marinas, banderines benéficos, adhesivos con parajes domingueros, abetos que desprendían olor a pino o porta fotografías con imágenes de los hijos instalados en los tableros del automóvil. Familiarizarse con un espacio nuevo comportaba conquistarlo y dejarlo al gusto de cada uno.
La incorporación del casete en los coches a partir de 1966 fue el no va más -en muchos sentidos- y, desde entonces, el usuario pudo viajar horas y horas con la música que le gustaba. Aquel verano de 1966, Joan Manuel Serrat cantaba Ara que tinc vint anys. El casete ha sido sustituido por el CD y por equipos de sonido sofisticados. Actualmente, son muchos más los atractivos que ofrecen los vehículos.
Automobile Barcelona, en su centenario -del 11 al 19 de mayo-, mostrará como las más de cuarenta marcas que tienen confirmada su presencia en el Salón Internacional del Automóvil, de Fira de Barcelona, apuestan por la movilidad conectada -no sólo con el móvil sino también entre vehículos- y por la conducción autónoma además de trabajar intensamente por la conservación del medio ambiente con energías limpias.
Automobile Barcelona mira hacia el futuro del automóvil y de la movilidad en un momento en el que parece imponerse la realidad de los coches voladores. De momento, en el Salón los visitantes podrán viajar en la zona demo Connected Street en un vehículo sin chófer, el nivel máximo de la conducción autónoma.
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