Sabina: un reguero de suspensiones por enfermedad y accidentes
El cantante ha sido operado con éxito de un derrame cerebral tras su última caída en el Wizink Center
A. S.
2020/02/16 17:41 h
Joaquín Sabina ha arrastrado en las dos últimas décadas una serie de problemas de salud que han repercutido directamente en su actividad profesional, obligándolo a suspender o reprogramar fechas de conciertos por culpa de enfermedades o accidentes, tanto domésticos como en el escenario.
Uno de los más graves, y que ejerció como toque de atención, fue el accidente isquémico que sufrió en el año 2001. Tras su paso por el hospital, Sabina reconoció en entrevistas posteriores que el derrame le había hecho reflexionar sobre los cambios en sus hábitos. Muchas de sus canciones están inspiradas en una vida, cuando menos, desordenada, y el cantante se dio cuenta de que la salud y la vejez eran una presencia ineludible y con la que debía convivir de la mejor forma.
Pese a ello, los años siguientes fueron dejando un reguero de incidentes de todo tipo. Los muchos seguidores del cantante se han tenido que ir acostumbrando a cambios de fechas y suspensiones debido a sus problemas.
Una caída en casa en el 2010, problemas intestinales al año siguiente, una tendinitis en el 2015... Circunstancias que se han aliado para ir salpicando de sobresaltos una trayectoria que, en lo artístico, ha mantenido un nivel de coherencia y de calidad notables: curiosamente, una de sus obras más celebradas, 19 días y 500 noches, se publicó en 1999, un año que preludia los achaques que se han ido cebando con el artista.
El 2018 fue un año pródigo en problemas. En México canceló dos actuaciones por culpa de un golpe en un ojo y un mareo atribuido a molestias en el oído. Una tromboflebitis en la pierna izquierda dio al traste con cuatro conciertos. Y otros cuatro, enmarcados en la gira Lo niego todo, hubieron de suspenderse después de que Sabina se quedase mudo durante un recital. La causa médica fue una disfonía aguda debida a un proceso vírico.
Pero no solo han sido dolencias de carácter físico las que han afectado al cantante, que en el 2017 tuvo que ser operado de una hernia ventral. En el 2014 sufrió un episodio de pánico escénico.
Primero se afirmó que se trataba de una dolencia estomacal, pero después Sabina tuvo que reconocer que era más bien una cuestión mental: aludió a Pastora Soler, que también interrumpió su carrera temporalmente por el mismo motivo.
Su representante confirmó que unos tres años antes, en México, también había temido desmayarse en público. Como muchos personajes de sus letras, Sabina es una combinación de talentos y debilidades.
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