EL INDELEBLE SUCESO HISTÓRICO QUE UNE A JOAN MANUEL SERRAT Y A JOAQUÍN SABINA MÁS ALLÁ DE LA MÚSICA
No es casualidad que el Nano y el filósofo español sean los íconos de la poesía española.
Por Emilce Martín
2021/5/15 · 03:00 hs
Muchas veces para comprender el verdadero significado de una obra artística y de su trascendencia, resulta absolutamente necesario realizar un viaje en el tiempo en pos de conocer aquellos orígenes que la llevaron a ser lo que hoy conocemos. Los trabajos de Joan Manuel Serrat y de Joaquín Sabina están atravesados por un componente social único, sin el cual no hubiesen sido los mismos. En la actualidad ambos son considerados como verdaderas banderas de orgullo nacional pero hubo un tiempo en que no fue así y ese es un punto en sus historias que ambos tienen en común; más allá de sus visiones de la vida y de sus estilos de composición.
Tanto Joaquín Sabina como su colega fueron muy críticos del perfil dictatorial de Franco y eso los llevó a ser dos perseguidos políticos. Tuvieron problemas con la ley impartida en aquel entonces y aunque el modo de proceder de cada uno fue distinto, las consecuencias que debieron enfrentar se asemejaron bastante. Decimos lo anterior porque lo del Nano fue una militancia más moderada que llegó a ser enjuiciada solamente por sus dichos y expresiones públicas pero jamás tomó acción.
Por su parte, el intérprete de “Y nos dieron las diez” pasó de las expresiones artísticas a las armas y en 1970 lanzó una bomba molotov al banco de Bilbao en Galicia como un contundente acto de protesta. No logró eludir la redada policial y terminó en una comisaría pero allí tuvo un poco más de suerte y el hecho de que su padre fuese oficial, lo salvó de la paliza. Sin embargo no tenía protección garantizada y gracias a un pasaporte que un anónimo le regaló, ni bien encontró la oportunidad partió a buscar refugio en Londres, donde continuó afinando su guitarra y componiendo canciones alusivas.
El país que cobijó al padre de Candela fue México y allí pasó algo más de 11 meses. En ese tiempo aprovechó para hacer una gira por todo el país gracias al refugio que le proporcionaron algunos colegas y el presidente Echeverría quien había decidido cortar los lazos con España hasta que Franco abandonara el poder. Su enemistad con el gobierno de turno radicaba en sus manifestaciones condenatorias a la pena de muerte que reinaban en aquel entonces. Más allá de los diferentes modos de ejecutar las ideas, a ambos artistas los unió el mismo motivo de lucha y las consecuencias también les tocaron parecidas y puede que de ahí sus caminos profesionales crecieran tan a la par.
Los puntos en común entre Joaquín Sabina y Serrat son muchos y variados pero luego también los dos han manifestado la importancia de México en sus vidas. El primero por la influencia que le ha significado esa cultura en sus inspiraciones (y se nos viene a la mente “Por el boulevard de los sueños rotos” en honor a Chabela Vargas) y el segundo porque de no haber sido por ellos, quizás también hubiese terminado fusilado tal como todos los mártires a los que se encargó de defender con la palabra.
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