viernes, agosto 25, 2017

Serrat y yo


uiii Querido Noi...admirado y querido
Soñado...
Me acompañas día a día
Y tú eres mi gran sueño...soñado
Mi abrazo eterno siempre

lunes, agosto 21, 2017

Bienaventurados _ Joan Manuel Serrat

Bienaventurados los necios que se arriesgan a prestar consejos porque serán sabios a costa de los errores ajenos. 
Bienaventurados los pobres porque saben, con certeza, que no ha de quererles nadie por sus riquezas. 
Bienaventurados los adictos a emociones fuertes porque corren buenos tiempos para la gente marchosa. 
Bienaventurados los dueños del poder y la gloria porque pueden informarnos de qué va la cosa. 
Bienaventurados los que alcanzan la cima porque será cuesta abajo el resto del camino. Bienaventurados los que catan el fracaso porque reconocerán a sus amigos

#bienaventurados

jueves, agosto 17, 2017

Para escuchar a Joan Manuel Serrat

Barral, Caballero Bonald, Marquesán, Gil de Biedma, González y Ferraté, en la tumba de Machado

Para escuchar a Joan Manuel Serrat

Sabadell se asoma al abismo de la estupidez por plantear borrar a Machado

Ahora han querido barrer a Antonio Machado. No estaba en el póster de la CUP, pero no importa. Lo pusieron un rato en la basura. El alcalde, de la CUP, precisamente, lo salva de la quema, pues quema es, ante el escándalo habido. Pero ahí queda, en suspenso, acusado de ser anticatalán, el pobre viejo. El alcalde lo salva, pero deja la espada puesta: lo que hay que hacer, dice, es eliminar fascistas. Lo tiene fácil: su historiador de plantilla tiene una lista de indeseables en el nomenclátor de la ciudad, desde Goya a Góngora y Quevedo ¡pasando por Tenerife y Uruguay y Colombia!, pues que se han creído esos territorios, aquellos pistoleros de la pintura o del verso, aquellos malhechores que tan mal le hicieron a Sabadell.

En cuanto a Machado, no hacía falta tanta fuerza, nada, un soplo podía acabar con él cuando cruzaba Cataluña hacia el exilio que fue muerte. Ahora le tocaba a Sabadell darle otra vez el empujoncito, hacerlo basura anticatalanista en Cataluña. Por tres gramos de verso, a la basura. La historia es así, él lo escribió, una de las dos Españas ha de helarte el corazón. Esta vez la otra España es Sabadell, se asocia a aquel fascismo que decidió que había buenos y malos, y entre los malos estaba Antonio Machado. ¡Y Goya, y Tenerife!Tanto barrer y han ido a dar con don Antonio. Cuando no se podía, de Cataluña salieron a Colliure, a velar su sombra, Barral, José Agustín Goytisolo, Caballero Bonald, Ángel González, Costafreda, Valente, Blas de Otero, Gil de Biedma, esos parafacistas…

Entre las devociones que juntaron a España (y a Cataluña), Machado fue el presidente de la lírica republicana que quedó pendiente de un hilo cuando decir República era un susurro con el que se atrevían los poetas. Y si siguen barriendo encontrarán perlas propias, y sentirán vergüenza de lo que hace la escoba actual contra el pasado. Hallarán incluso a Espriu, y se llevarán por delante a Pla (al que nunca aguantaron mucho), y a los Maragall, y se quedarán solos con la quejumbre de la patria como si ésta fuera la mortaja ideal para una idea

Atravesar la memoria de Machado (y a Goya, tan españolazo, y a Riego el del Himno, ¡y a Albarracín!) )con esta daga chiquita de la patria chica es una más de las arbitrariedades que nos depara este verano final de la tristeza. La tristeza es una palabra cuyo contenido se hace con estas mezquindades que tratan de derribar los nombres grandes de los que hicieron más poética, menos dura, la derrota a la que el fascismo sometió a hombres humildes como el maestro que se fue andando a Colliure, ya helado.

Don Antonio, en fin. Cuando no teníamos que cantar sobre el futuro, estaba Machado en la clandestinidad universitaria, en Cataluña, en Canarias, en Andalucía, en toda España, seguramente en el exilio español (y catalán) de México (que lo salva el historiador, lo salva el alcalde) y de Uruguay y de Colombia, esos países seguramente traicioneros como Tenerife. Y luego fue Machado protagonista de las calles y de las plazas, de las rotondas y de las flores, y aquellos catalanes que fueron a Colliure a celebrarlo fueron los que abrieron el camino para que cayera sobre el poeta la luz que lo hizo de todos.

Borrar, barrer. Sabadell se asoma al abismo de la estupidez, empujada la ciudad, sus habitantes, a ser cómplices de una devastación moral que no se merece Cataluña. ¿Y qué hacemos ahora?, podría preguntarse, ¿cómo aliviarnos de esta nueva barrida moral contra la poesía del entendimiento? Para aliviar el disgusto, es decir, la falta de gusto, esta propuesta: escuchar a Joan Manuel Serrat cantando a Machado. Él lo cantó desde Cataluña y por todos nosotros, y hasta Uruguay y Colombia y Tenerife llegó Machado por Serrat, catalán y nítido como el Mediterráneo

https://politica.elpais.com/politica/2017/08/15/actualidad/1502798789_744067.html

Machado y Cataluña

Antonio Machado aparece retratado en la terraza de Villa Amparo, una casa de la localidad valenciana de Rocafort, no en Collioure (Francia)
Antonio Machado aparece retratado en la terraza de Villa Amparo, una casa de la localidad valenciana de Rocafort, no en Collioure (Francia)

Machado y Cataluña

El poeta, lejos de ser anticatalanista, apreciaba su cultura. “Madrid es una capital y Barcelona es una ciudad de veras”, dijo

Me entero por EL PAÍS de que en Sabadell ejerce actualmente un "historiador local" independista y perdonavidas, Josep Abad, a quien el Ayuntamiento de dicha ciudad pidió hace poco un informe. Un informe que propone la exclusión del callejero sabadellense de los nombres de determinadas personas sospechosas de haber albergado sentimientos hostiles hacia Cataluña. Entre ellos, aunque parezca mentira, Antonio Machado, y, ¡cielos!, Goya, Quevedo, Larra, Góngora y Lope de Vega, acusados, estos, de poseer un perfil "franquista" (qué torpeza la mía, siempre creí que nos dejaron bastante antes de 1936 y la sublevación de los generales traidores).

“Abad ha descubierto que en Machado, ‘bajo la aureola republicana y progresista con que se ha revestido [sic] su figura, hay una trayectoria españolista y anticatalanista", y que él y el ya mencionado Quevedo son "hostiles a la lengua, cultura y nación catalanas." Uno se queda boquiabierto... y dolorido. Ante el ruido mediático provocado, el alcalde de Sabadell, Maties Serracant, de la CUP, ha negado que se vaya a retirar el nombre de Machado de la plaza que hoy lo ostenta. ¡Si solo se trata de propuestas, de un informe externo no vinculante! "Machado queda -ha dicho a este diario-. Lo que es necesario eliminar del nomenclátor son los nombres de fascistas."

Machado queda... pero también quedan las palabras del historiador local encargado del informe, persona, hay que suponerlo, muy grata a quienes dirigen el cabildo de la localidad.

Incumbe insistir en que Antonio Machado, lejos de ser enemigo de Cataluña, apreciaba grandemente su cultura. En 1928, poco después de la publicación de la segunda edición de sus Poesías completas, estuvo en Barcelona con su hermano Manuel para el estreno de su obra conjunta Las adelfas (protagonizada por Lola Membrives). Era la primera visita de Antonio a la capital catalana. Entrevistado por Jose Maria Planas en La noche, se expresó encantado. "Es una ciudad magnífica -contestó-, la primera de España, sin ningún género de dudas." Y añadió: "He notado también una cosa curiosa: que Barcelona se parece mucho más a Paris o a Sevilla que no a Madrid". "Puede decirse que Madrid -concluyó- es una capital, mientras Barcelona es una ciudad de veras." Planas quería saber qué conocimiento tenía de los poetas catalanes. No negó su ignorancia de los actuales pero le aseguró que leía con fruición a Jacint Verdaguer, Joan Maragall, Joan Alcover, Josep Carner y Josep Maria López Picó. Cosa curiosa, al reproducir ABC parte de estas declaraciones, prescindió de los elogios de Barcelona prodigados por el poeta, quizás considerando que constituían una falta de respeto hacia La Villa y Corte.

Ocho años después, no muy lejos ya el final de la Guerra Civil, Machado es instalado por las autoridades republicanas con su madre y otros miembros de la familia en la Torre Castañer, casi en las afueras de Barcelona al pie del Tibidabo (paseo de Sant Gervasi, hoy números 9-11). Allí pasarán ocho meses antes de salir hacia la raya francesa. El poeta recibe algunas visitas, pocas. Se siente viejo, enfermo, está muy desmejorado. En la torre prepara sus artículos para La Vanguardia -escritos enérgicos en los cuales arremete contra la abyección del Pacto de No Intervención y el cobarde y fatal intento de "apaciguamiento" de Hitler por Gran Bretaña y Francia-, colabora con la revista Hora de España (que, como él, se ha trasladado a la Ciudad Condal desde Valencia) y relee, entre otros, a Rubén Darío, Shakespeare, Maragall y Verdaguer sin olvidar, esta vez, a los poetas catalanes nuevos. Hay también un recuerdo para el "gigantesco" mallorquín Ramon Llull y otro para Ausias March. ¿No conoce en profundidad el catalán? No, pero ello no empaña el disfrute que le proporcionan estas lecturas. Ha heredado el don de idiomas de su gente -sobre todo del abuelo gaditano- y además es catedrático de francés. "Como a través de un cristal, coloreado y no del todo transparente para mí -escribe-, la lengua catalana, donde yo creo sentir la montaña, la campiña y el mar, me deja ver algo de estas mentes iluminadas, de estos corazones ardientes de nuestra Iberia." Hermoso tributo, me parece, al idioma que odian a muerte los franquistas.

El seis de enero de 1939 Machado publica en La Vanguardia el que va a ser su último artículo. Es la misma indignación de siempre, el desdén que le produce "la política filofascista de Inglaterra y Francia."

Todo se va acabando. La caravana sale hacia Masnou en las primeras horas del 23 de enero. Desde allí sigue hasta alcanzar Malgrat de Mar y luego torcer hacia el interior. Tras muchas demoras llegan a Girona al amanecer. Está atestada de gente, de vehículos de todo tipo. Es la desbandada. Acompaña al poeta, entre otros, el filósofo figuerense Joaquim Xirau. Duermen, y luego se quedan cuatro días, en Can Santamaria, una masía de Raset. Allí se juntan con ellos, entre otros, el escritor Carles Riba, que admira profundamente a Machado, Josep Pous i Pagés -presidente del Institut Català de Literatura- y el doctor Joaquim Trias i Pujol. Según Xirau, la contemplación del campo catalán era "el mayor placer" del poeta en aquellos momentos, "lo acariciaba con la mirada". Una fotografía milagrosamente conservada recoge una de aquellas postreras conversaciones.

El 26 reciben, desconsolados, la noticia de la caída de Barcelona. La caravana se vuelve a poner en marcha. Pasan la última noche en otra masía, Mas Faixat, ubicada un poco más adelante. Allí, según el médico Enrique Rioja, catalanes y castellanos "comulgaban en el mismo y común dolor."

Unos días después, tras el horror en la frontera, es el exilio en Collioure. Y, el 22 de febrero, la muerte del poeta. Nadie ha cantado aquella penosa y última odisea como el barcelonés Joan Manuel Serrat.

https://elpais.com/cultura/2017/08/16/actualidad/1502906472_695077.html

sábado, agosto 05, 2017

Piel de manzana (Joan Manuel Serrat)


Piel de manzana


A esa muchacha
que dio a morder
su piel de manzana
cuando Cupido
plantaba un nido
en cualquier ventana.

A esa muchacha
que tuvo al barrio
guardando cola
y revoloteando
como polillas
en las farolas.

A esa muchacha que fue "Piel de Manzana"
se le quebró el corazón de porcelana,
se le bebieron de un trago la sonrisa.
La primavera con ella tuvo prisa.

Y quién me hace entender
que la entretuve ayer
temblándome en las manos.
Maldigo el no poder
volvernos a esconder
en el último rellano
y a oscuras, compartir
un ramillete de promesas
y oír, sobre las diez:
"Niña, la hora que es y sin poner la mesa".

Muchachas tristes
que florecisteis
en mis aceras,
bien poco ha escrito
en vuestros cuadernos
la primavera...

...y llega el invierno.

Joan Manuel Serrat - Piel de Manzana

jueves, agosto 03, 2017

Joan Manuel Serrat - Me gusta todo de ti (pero tú no)

Me gusta todo de ti (pero tú no) (Joan Manuel Serrat)

Me gusta todo de ti (pero tú no)


Me gusta todo de ti:
tus ojos de fiera en celo,
el filo de tu nariz,
el resplandor de tu pelo.

Me gusta todo de ti.

Me gusta todo de ti:
la luna de tu sonrisa
de gato de Chesire
colgada de la cornisa.

El colágeno y la miel
de tus labios perfilados,
tus pómulos afilados,
los modales de tu piel.

Me gusta todo de ti,
pero tú no.
Tú no.

Me gusta todo de ti:
tu ombligo menudo y chato
tu talle de maniquí,
el lunar de tu omoplato.

Me gusta todo de ti.

Me gusta todo de ti:
tus pezones como lilas
tu alcancía carmesí
tus ingles y tus axilas.

Todo esconde un "no sé qué"
de los pies a la cabeza.
Me gustas, pero por piezas;
te quiero, pero a pedazos.

Me gusta todo de ti.
Por eso, muchacha guapa,
me diste la lengua y
me la planté en la solapa.

Me gusta todo de ti.

Rescaté tu corazón
del cubo de la basura
para hacerme un medallón
de bisutería pura.

Me gusta todo de ti.
Eres tan linda por fuera
que a retales yo quisiera
llevarte puesta de adorno.