Pinochet prohíbe a Serrat entrar en Chile
Santiago - 29 SEP 1988 - 19:00 CLT
El régimen militar prohibió la entrada en Chile del cantante catalán Joan Manuel Serrat horas después de que éste anunciara su intención de llegar mañana a Santiago, acompañando a la delegación española que asistirá como observadora al plebiscito. La policía distribuyó el miércoles el comunicado reservado número 92 a las 22 líneas aéreas que vuelan a Chile recordando que Serrat no puede entrar en este país.
El Gobierno acusa a Serrat de "participar en actos contrarios a los intereses de Chile", y de "emitir opiniones ofensivas a la patria".El actor francés Yves Montand, que se encuentra en Chile, se solidarizó con Serrat y dijo que el régimen está atrapado "dentro de su propio juego de tratar de dar una imagen de libertad".
Antes de esa orden, Radio Cooperativa, la principal de la oposición, transmitió canciones de Serrat y un mensaje del cantante en que dijo querer un reecuentro con el pueblo. Pero la apertura tiene límites. Serrat, uno de los intérpretes más populares en Chile, aunque está proscrito de la televisión desde el golpe militar de 1973, afirmó a Cooperativa que asistiría al cierre de la campaña del no. Por ahora, los chilenos sólo podrán ver a Serrat en la franja publicitaria del no en televisión, donde ya ha aparecido en dos ocasiones.
Por su parte, cuatro columnas de la marcha de la alegría llegarán mañana a la capital para la concentración final deja oposición, después de recorrer 2.500 kilómetros y realizar actos masivos en su paso por 50 ciudades. Se reunirán con otras siete columnas de santiaguinos, provenientes de distintos barrios.
El portavoz del comando de 16 partidos por el no, Patricio Aylwin, leyó una declaración conjunta en la que expresa un "fundado temor de que el Gobierno intente desconocer el triunfo del no". Agregó que "nos preocupa que ante el éxito de la campaña por el no y la evidencia de su triunfo, el Gobierno o grupos de ultraderecha asuman una actitud intransigente y traten de alterar el curso de la campaña, creando a última hora hechos de violencia que sirvan de pretexto para evitar el plebiscito".
Los 16 partidos temen, además, que el miércoles 5 de octubre, día del referéndum, "el Gobierno intente crear una situación que busque invalidar el acto electoral". Si el Gobierno desconoce el triunfo opositor, el Comando del No apelará al respaldo popular y hará un llamamiento "a acciones pacíficas y masivas: usaremos todos los medios legales y apelaremos a la conciencia internacional y a instituciones de alto prestigio moral como las iglesias y la masonería".
La advertencia incluye una aceptación del veredicto de las urnas, tanto si favorece al sí como al no. La Izquierda Unida, que integra entre otros el Partido Comunista, pidió ayer transformar el día 5 "en una gran fiesta popular por la democracia" y expresó su temor por la violencia que el régimen pueda desatar.
Amenazas
Las amenazas de los pinochetistas se incrementan. Una alcaldesa pidió que los marxistas preparen sus maletas "para que no tengan que salir nuevamente del país con lo puesto, como en 1973". El jefe naval y jefe de la Junta, almirante José Toribio Merino, dijo que es mejor que los marxistas "se queden tranquilos en sus casas" el día del plebiscito, porque de lo contrario "les va a doler mucho". El jefe de Carabineros y también miembro de la Junta, Rodolfo Stange, admitió que hay patrullajes nocturnos de tanquetas de la policía en algunas barriadas.
Entre tanto, Pinochet se encontró con manifestaciones el miércoles, cuando visitó el pueblo minero de Lota, 520 kilómetros al sur de Santiago. Miles de personas exhibieron banderas del no, bajaron sus pulgares y un automóvil resultó apedreado durante el trayecto de la comitiva.
Pinochet ha acusado a la Prensa de Francia, Italia y España de "desinformar".
[Unas 4.000 personas asistieron anoche en Barcelona a una manifestación contra el régimen del general Pinochet. La marcha, a la que acudieron representantes de todos los partidos políticos, excepto Alianza Popular y Unió Democrática de Catalunya, transcurrió entre la Puerta del Ángel y la plaza de San Jaime. Los manifestantes quemaron un muñeco, que representaba a Pinochet].
* Este artículo apareció en la edición impresa del jueves, 29 de septiembre de 1988.
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