Serrat está al cien por cien
El cantante emocionó a pacientes y personal del hospital Vall d'Hebrón
JUAN CRUZ - Barcelona - 29/04/2005
Fue emocionante ver cantar ayer a Joan Manuel Serrat ante los pacientes y el personal sanitario del hospital público Vall d'Hebrón de Barcelona. El 25 de octubre último anunció que cancelaba su gira de entonces, Serrat sinfónico, porque tenía que operarse de un cáncer de vejiga. Se operó en noviembre y ya está al cien por cien. Ayer les dijo a los enfermos que escuchaban en el salón de actos del hospital: "Muchos pasan una situación difícil y muchos la hemos pasado; ¡ánimo y suerte!". Había dicho que estaba pleno ya de salud, pero en medio del recital señaló: "Por esta pensión tenemos que pasar todos, así que cuando me llamaron del hospital para actuar esta tarde me dije que había que ser agradable con esta gente. ¡Nunca se sabe
Serrat cerró en el hospital Vall d'Hebrón unas jornadas con las que arranca el 50º aniversario de este centro público. "Estoy feliz de estar aquí: siempre hubo afinidad entre esta humilde persona y la sanidad pública". Atronadora ovación. En el programa lo presentaban así: "Joan Manuel Serrat paciente, Joan Manuel Serrat cantante". Desde que le operaron en noviembre, Serrat se ha llamado a sí mismo ex paciente, y los ánimos que muestra hacen pensar que jamás estuvo enfermo.
No es la primera vez, y él cree que no será la última, que acude al Vall d'Hebrón. Hace unos años fue paciente del servicio de coronarias, cuando temió sufrir una situación respiratoria complicada. Ayer, el Noi del Poble Sec estaba pletórico y así lo dijo nada más empezar este concierto de media tarde. Le aplaudieron siempre, sobre todo cuando cantó Mediterráneo y Ara que tinc vint anys. Contó que escuchaba cómo había ido evolucionando esta última canción, desde que tenía, en efecto, 20 años hasta que, 20 años más tarde, ya empezó a tener muchos más de 20, ¡y ya ha multiplicado por tres aquella edad juvenil...! Pero no ha perdido la fuerza y el vigor de su ánimo para cantarla y para reírse de la edad. Serrat cumplió el último 16 de diciembre 61 años. Cuando se supo que tenía una enfermedad grave recorrió España la sensación de que habían enfermado varias generaciones de españoles e iberoamericanos. El cariño con el que ayer le acogieron los enfermos no sólo era de solidaridad retrospectiva, sino de amor a una figura que siempre se hizo querer.
Actuó en vaqueros, con camisa blanca, y estuvo acompañado al piano por su músico de siempre, Ricard Miralles. Él tocó la guitarra; la atmósfera musical podía ser la de los inicios de Serrat, y la sala lo celebró como si fuera un concierto inaugural. Le preguntaron luego si él se emocionaba también, y explicó: "Un artista lo es en la medida que puede generar emoción. Pero ha de controlarse, porque si no deja la barca al pairo. Un día le dijeron a un amigo mío: '¡cuánto lloré en tu actuación', y él respondió: 'pues yo me perdí esa parte".
Cuando acabó el concierto los que le habían escuchado siguieron en la sala esperando que Serrat estuviera con ellos aún más tiempo. Y José Navarro Berri, su productor, le dijo: "Joan Manuel, ahí fuera hay mucha gente". Serrat le dijo, poniéndose la chaqueta: "¡Uy, hace tiempo que no sentía esto!".
Después del estreno de ayer, va a hacer una gira en diciembre cuya primera parte le llevará a Buenos Aires. Se estrena el 6 de mayo en Valladolid, luego irá a Pamplona, Barcelona, Valencia. La gira se llamará 100% Serrat. Se despidió de los enfermos con el "caminante, no hay camino", de Antonio Machado. Le aplaudieron desde las sillas de ruedas, desde los pasillos. Él les dijo: "¡Ánimo! ¡Adelante!". Y en el camerino, una enfermera se lo vino a decir a él también.