MEDITERRÁNEO
(Joan Manuel Serrat)
Quizá porque mi niñez
sigue jugando en tu playa
y escondido tras las cañas
duerme mi primer amor,
llevo tu luz y tu olor
por cualquiera que vaya
y amontonado en tu arena
guardo amor, juegos y penas.
Yo,
que en la piel tengo el sabor
amargo del llanto eterno
que han vertido en ti cien pueblos,
de Algeciras a Estambul,
para que pintes de azul
tus largas noches de invierno.
A fuerza de desventuras
tu alma es profunda y oscura.
A tus atardeceres rojos
se acostumbraron mis ojos
como el recodo al camino.
Soy cantor, soy embustero,
me gusta el juego y el vino,
tengo el alma de marinero.
Qué le voy a hacer, si yo
nací en el Mediterráneo,
nací en el Mediterráneo.
Y te acercas y te vas
después de besar mi aldea
jugando con la marea
te vas pensando en volver:
eres como una mujer
perfumadita de brea
que se añora y que se quiere,
que se conoce y se teme.
¡Ay!
Si un día para mi mal
viene a buscarme la Parca,
empujad al mar mi barca
con un levante otoñal
y dejad que el temporal
desguace sus alas blancas,
y a mí, enterradme sin duelo
entre la playa y el cielo.
En la ladera de un monte
más alto que el horizonte:
quiero tener buena vista.
Mi cuerpo será camino,
le daré verde a los pinos
y amarillo a la genista.
Cerca del mar, porque yo
nací en el Mediterráneo,
nací en el Mediterráneo,
nací en el Mediterráneo.
Laylayla...
Joan Manuel Serrat nació el 27 de diciembre de 1943 en Poble Sec (Barcelona), a orillas de su amado Mediterráneo, en el seno de una familia obrera de la posguerra española.
Para entonces, 1971, llega al mercado su disco por excelencia, “Mediterráneo”, que lo consagró como una gran figura de la canción.
Serrat es un poeta. ¿Será excesivo llamarle así?
En todo caso es un poeta. No es un simple cantor de melodías pegadizas.
Su descripción del Mediterráneo, el mar de la cultura, el mar de juguete, el mar de las miniaturas delicadamente sublimes, en contraposición a la magnitud excesiva de lo oceánico, resulta tan familiar, tan emotivo,
El habitante mediterráneo es por naturaleza buscavidas y navegante, es marinero, y por tanto, jugador y chalán, embustero y comerciante.
Ahora el poeta mira al final de su vida. Y habla de la parca que se dispone a cortar el hilo de su vida. Pero muere para quedarse en la arena, frente a su mar, rotas las velas de su barco por el temporal.
Cerca del mar, cabe el Mediterráneo, también encontramos los versos de otro cantante, coetáneo de Serrat, también enamorado del mar interno:
Hay un bello verano en el Mediterráneo.
Queda un bello mar en el Mediterráneo.
Ese mar maravilloso...ese Mediterráneo...esas tardes rojas...
Video de : http://www.youtube.com/user/ADSerrat
(Foto disponible en: Imágenes Google)
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