CAMBALACHE (Tango)

Cambalache - Joan Manuel Serrat

Cambalache

(Enrique Santos Discépolo)


Que el mundo fue y será una porquería ya lo sé...
En el quinientos seis
y en el dos mil también.
Que siempre ha habido chorros,
maquiavelos y estafaos,
contentos y amargaos,
valores y dublé...
Pero que el siglo veinte
es un despliegue
de maldá insolente
ya no hay quién lo niegue.
Vivimos revolcaos en un merengue
y en un mismo lodo todos manoseaos...

¡Hoy resulta que es lo mismo
ser derecho que traidor!...
¡Ignorante, sabio o chorro,
generoso o estafador!...
¡Y todo es igual!
¡Nada es mejor!
¡Lo mismo un burro
que un gran profesor!
No hay aplazaos
ni escalafón,
los inmorales
nos han igualao.
Que uno vive en la impostura
que otro roba en su ambición,
¡da lo mismo que si es cura,
colchonero, rey de bastos,
caradura o polizón!...

¡Qué falta de respeto, qué atropello
a la razón!
¡Cualquiera es un señor!
¡Cualquiera es un ladrón!
Mezclao con Stavisky va Don Bosco
y "La Mignón",
Don Chicho y Napoleón,
Carnera y San Martín...
Igual que en la vidriera irrespetuosa
de los cambalaches
se ha mezclao la vida,
y herida por un sable sin remaches
vi llorar la Biblia
contra un calefón...

¡Siglo veinte, cambalache
problemático y febril...
El que no llora no mama
y el que no roba es un gil!
¡Dale nomás! ¡Dale que va!
¡Que allá en el horno
se vamo a encontrar!
¡No pienses más séntate a un lao,
que a nadie importa
si naciste honrao!
Que es lo mismo el que labura
noche y día como un buey,
que el que vive de las minas,
que el que roba, que el que mata
o está fuera de la ley.

JOAN MANUEL SERRAT - CAMBALACHE

Serrat canta este tango recordándole al mundo que los versos de Enrique Santos Discépolo, todavía tocan a esta sociedad y ha muchos que viven en ella

“La vida se ha mezclado en la vidriera irrespetuosa de los cambalaches”.

Así dice el tango “Cambalache”, compuesto en 1934 por Enrique Santos Discépolo, refiriéndose a un tempranero siglo XX.
El autor tiene claro, sin embargo, que esta mezcla irrespetuosa de valores no era cosa sólo del siglo sino un ejemplo más de que el mundo fue y será siempre una porquería.
Interpretando la letra de este tango, admitimos que la misma contiene un insimular alegato dolido y moralista acerca de cómo el mundo no se parece a las ilusiones más preciadas.
Quitándole cierta característica auto flagelante que indudablemente muestra al autor en su gran dimensión de sensible compositor, al que obviamente no podemos exigirle a la vez un mensaje.
Lo que sí debemos tener en cuenta, es la perdurabilidad ejemplificadora que contiene su mensaje.
El autor de Cambalache, es a menudo recordado por esos versos que parecen seguir teniendo vigencia. En ese entonces surgieron de una exquisita sensibilidad, pero también de una realidad que nos persigue.
Hoy Serrat le canta estos versos al mundo que vivimos como el solo lo sabe ver y cantar
Un tango que no deja indiferente a nadie que tiene sentimientos y valores perdidos
Freyja…


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