domingo, enero 24, 2010

Esas caras de cartón


Esas caras de cartón

Lo escribió Serrat, hace ya varios lustros; “Era la Gloria vestida de tul con la mirada lejana y azul, que sonreía...

Por: Jorge Pérez González
24/01/2010

Lo escribió Serrat, hace ya varios lustros; “Era la Gloria vestida de tul con la mirada lejana y azul, que sonreía en un escaparate con la boquita menuda y granate, y unos zapatos de falso charol que chispeaban al roce del sol.”
Pero la historia termina en el manicomio; “Y entonces, llegaron ellos. Me sacaron a empujones de mi casa y me encerraron entre estas cuatro paredes blancas, donde vienen a verme mis amigos de mes en mes..., de dos en dos..., y de seis a siete...”.

La canción se titula “De cartón piedra”.

Son historias, son poemas, son palabras, no son frivolidades.

En la antesala del triunfo la felicidad irrumpe, con presteza banal que solo ve un lado, los hacedores, uno a uno se suman al folklórico festejo, la ansiedad no permite que quepa ninguna duda, la regla de oro es que la historia la escriben los vencedores.

Los heraldos anuncian el porvenir promisorio y como en el barco no caben tantos, menester es, hacerlos a un lado. Total ni contigo ni sin ti.

Las voces privadas poco a poco traspasan paredes, se escuchan hasta allá y por esos avatares del destino, la mano que mece la cuna pronto tendrá que dar un golpe sonoro para hacer callar a quienes sufren de verborrea.

La soberbia es mala consejera, las burlas no son el camino para construir la concordia y el rechazo automático o por instinto pudiera marcar la pauta para negar la suma.

Cuando los ojos se cruzan, cuando las miradas son directas, los brazos se abren, pero cuando no es así, los rechazos no se harán patentes pero si se harán presentes a la hora de la verdad.

No hay apuro tal vez, pero si de algo sirve la historia, habrá necesidad de que alguien se interese en ella, por que las grandes batallas solo se lograron ganar cuando los astros se acomodaron y no se cometió ningún error.

En esto no hay espacio para el método, la sensibilidad deberá ser la mejor aliada y consejera, por que si bien es cierto que trabajo hay mucho y para muchos, alguien con influencia y decisión, deberá cambiar, esas CARAS DE CARTÓN.


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