El cantautor triunfa en el Festival Grec con 'Hijo de la luz y de la sombra'
L. P. BARCELONA 06/07/2010
Esperó a que la noche llegara para salir al escenario. Fue más larga la ovación con la que fue recibido, que la interpretación de Las Tres Heridas, tema con el que Joan Manuel Serrat abrió el recital en homenaje a Miguel Hernández, en el escenario del Festival Grec. Tras dar las buenas noches y agradecer la presencia del público advirtió que "este es un concierto cerrado, un recorrido vital y poético de un personaje, un concierto que no admite la posibilidad de que entren otras canciones".
Y con las normas pactadas, empezó el viaje hacia los versos de Miguel Hernández. 40 años después de haber musicado las palabras del poeta de Orihuela, Serrat ha vuelto a ellas con el disco Hijo de la luz y de la sombra, trabajo que presenta en una gira en la que temas como Mediterráneo o Lucía dejan paso a El niño yuntero o Las nanas de la cebolla.
Los más de 2.000 asistentes que acudieron al anfiteatro de Montjuïc aceptaron que el protagonista fuera el poeta del pueblo. Ayer el noi del Poble sec cantaba en casa y le resultó difícil mantener la serenidad.
Así que fiel a la advertencia, el cantautor no se salió del guión de un espectáculo donde los bises no caben, pero si La palmera levantina, Tus cartas son un vino, Menos tu vientre, o Canción del esposo soldado. El repertorio de esta gira tampoco admite cambios, porque según comentó Serrat en la presentación del concierto las canciones "tienen un orden que lleva el perfume del tiempo, no son cronológicas".
Quizás por eso, Serrat ha vuelto a Miguel Hernández con un montaje renovado en el que el recorrido es visual y pasea por el amor, la amistad, la guerra, la cárcel y la muerte a través de las piezas audiovisuales que Serrat ha pedido a realizadores como Isabel Coixet, José Luis Cuerda, Montxo Armendáriz o Manuel Huerga.
La compenetración entre las imágenes (que proyectaron las tres pantallas colocadas en forma de tríptico), con los músicos que lo acompañaban y la tierna reacción conmovieron al mismoSerrat, que no reprimió energía en la interpretación de Dale que Dale.
Los versos del poeta volvieron a estremecer a través de la voz de Serrat. Anoche salió cautivó, con una puesta en escena sencilla y delicada, y una vez terminado el recital, el tarareo de Para libertad seguía vivo en las bocas de muchos de los presentes.
La gira iniciada en Elche el pasado 23 de abril, algo más tarde de lo previsto a causa de la recuperación de una operación en la que le extirparon un nódulo pulmonar, terminará en Orihuela el 30 de octubre, día del centenario del nacimiento de MiguelHernández.
Imagen e información http://www.publico.es/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario