viernes, febrero 04, 2011

"Miguel Hernández sigue vivo y diciendo muchas cosas"


"Miguel Hernández sigue vivo y diciendo muchas cosas"

Agustín Sánchez Vidal impartió ayer una conferencia en la conmemoración del aniversario del nacimiento de Sender

AGUSTÍN Sánchez Vidal es una de las personas que mejor conoce la vida y obra de Miguel Hernández. El catedrático emérito de la Universidad de Zaragoza ha investigado con profundidad sobre su figura y en este empeño llegó incluso a relacionarse con sus mejores amigos y con su viuda, Josefina Manresa.


MYRIAM MARTÍNEZ04/02/2011

Miguel Hernández en la encrucijada es el título de la conferencia que Sánchez Vidal impartió ayer en el salón de actos de la Diputación de Huesca, ante un centenar de personas, con motivo de la conmemoración del aniversario del nacimiento de Ramón J. Sender, que todos los años organiza el Instituto de Estudios Altoaragoneses. El catedrático reconstruyó un momento concreto de la historia española, la confluencia de la República y la Guerra Civil, que coincidió también con una "encrucijada personal" del poeta de Orihuela. "Miguel Hernández tiene el enorme atractivo y a su vez la aparente contradicción de que empieza siendo una apuesta de la derecha, del catolicismo español, pero luego se convierte en el personaje más respresentativo del arte revolucionario, hasta se afilia al Partido Comunista", observa el catedrático.

Agustín Sánchez Vidal reflexiona sobre cómo es posible que una persona dé ese cambio en apenas un año, entre 1935 y 1936, para concluir que en ese momento "se produjo una colisión que no sólo le afectó a él, sino también a toda España y de inmediato a todo el mundo. Cuando acaba la Guerra Civil estalla la segunda Guerra Mundial. Significa el enfrentamiento de prácticamente todas las fuerzas que defendían el totalitarismo con las que defendían la democracia".

EXPOSICIÓN EN ZARAGOZA

Agustín Sánchez Vidal ha participado en el último año en muchas iniciativas sobre Miguel Hernández. Se siente un depositario de testimonios de personas muy próximas al poeta, con las que tuvo un trato muy directo y que ya han desaparecido. "Cuando yo empecé a trabajar sobre Miguel Hernández vivían todos sus amigos de la infancia -recuerda-. Ahora están todos muertos, incluida su viuda".

Agustín Sánchez Vidal tuvo la oportunidad de pasar horas y horas hablando y trabajando con Josefina Manresa. Ella y los amigos del poeta le relataron muchas historias que le ayudaron a comprenderle mejor y a conocer las circunstancias en las que surgieron cada uno de sus poemas. El catedrático aragonés guarda muy dentro todos estos testimonios. "Son cosas que pertenecen al ámbito privado, aunque procuro transmitirlas en mi visión de Miguel Hernández", afirma. Hijo de la luz y de la sombra es el poema que más le gusta. "Creo que es el mejor, porque es donde está el resumen de todo lo que a él le importaba", resume.

Hace sólo unos días, se actualizaba su obra en Aragón con la complicidad de Joan Manuel Serrat, en una exposición inaugurada en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza, con un equipo capitaneado por la comisaría, Ana Marquesán, y que, según indica Agustín Sánchez Vidal, es una forma de leer a Miguel Hernández desde la perspectiva de la sensibilidad actual. "La exposición tiene una banda sonora de lujo -toda la música es de Serrat- y la aportación de unas imágenes de una veintena de realizadores muy representativos del cine español, como Manuel Gutiérrez Aragón, Isabel Coixet, Bigas Luna, Javier Mariscal, Montxo Armendáriz, Imanol Uribe, José Luis Garci o Pedro Olea. Es un trabajo muy bonito que demuestra que Miguel Hernández, a los cien años, todavía está vivo y vigente, diciéndonos muchas cosas". Y por eso, cuando en la exposición aparece El niño yuntero, no le acompañan imágenes de su época, sino de los niños mineros de Chile que salen en los telediarios actuales, de los niños soldados de África, o de los niños que trabajan en la India de sol a sol.

RAMÓN J. SENDER Y MIGUEL HERNÁNDEZ

Ramón J. Sender y Miguel Hernández coincidieron en Madrid y hubo entre ellos "una simpatía muy evidente". Cuando la Guardia Civil detuvo a Miguel Hernández en 1936, en San Fernando de Henares, un grupo de intelectuales, entre ellos Sender, firmó un manifiesto de apoyo. Ambos coincidieron también en varias revistas de izquierdas.

Cuando murió el de Orihuela en 1942, Sender le dedicó citas y recordatorios afectivos y, en 1982, en el Álbum de radiografías secretas, todo un capítulo. "Ambos compartieron la misma encrucijada y los dos tomaron partido por el mismo bando, que, obviamente, fue el democrático", concluye Sánchez Vidal.



Imagen e Información http://www.diariodelaltoaragon.es/

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