miércoles, febrero 08, 2012

«Hemos hecho un disco en defensa propia»


«Hemos hecho un disco en defensa propia»

Serrat y Sabina publican, «sin egos», «La orquesta del Titanic»


8 Febrero 12 - - Ulises Fuente - Madrid Dicen que el título del álbum, «La orquesta del Titanic», es un homenaje a los músicos, que siguen tocando en las peores condiciones. «Esa dignidad es muy importante», dice Joaquín Sabina, a lo que Joan Manuel Serrat agrega el leve «efecto balsámico» de una canción. En realidad, el disco es el pretexto de este par de pájaros para irse de gira.

-No es un trabajo medicinal, es una excusa.
-Sabina: El recuerdo de la gira de hace seis años iba creciendo en la memoria. Y volver a hacerlo sólo se justifica con canciones nuevas y grandes éxitos. Porque siempre hay uno en la cuarta fila que desde la primera canción te dice: «¡Tocad ‘‘Mediterráneo’’!» (risas).
-Serrat: A mí una vez me pasó que canté «Mediterráneo» y al cabo de 20 minutos un tipo la pedía. Se ve que había llegado tarde...

-Han empezado a componer por videoconferencia.
-Sabina: Es verdad que a distancia también, pero las sesiones fundamentales han sido en Menorca y otra en Rota, juntos. Ahí es donde nacieron las canciones como en un partido de ping pong.

-¿Decidieron con democracia?
-Sabina: Absolutamente. Bueno, cantaba la canción, no los egos.
-Serrat: Hemos hecho un disco en defensa propia, no hay decisiones democráticas. Lo importante era mejorar las ideas.

-Hay una enorme mezcla de géneros. ¿Cómo lo definirían?
-Sabina: Es un territorio de ninguno, aunque nos gusta. Hay chirigotas y fados.
-Serrat: Estamos de acuerdo, y no lo diría aquí si fuera de otro modo. Hay que ir con mucho cuidado con la sinceridad. Desconfía del que te diga que es sincero. Huye, porque lo siguiente que hará es cagarse en tus muertos (risas).
-Sabina: Hay dos modos: decirlo en la cara o el nuestro, ser los amos de la resistencia pasiva. (Más risas).

-Tienen programados 18 conciertos en Buenos Aires. Sólo les falta una calle...
-Sabina: Allí tengo una baldosa en un parque en la que está escrita mi letra de «Con la frente marchita».
-Serrat: Y yo he ido varias veces a pisarla (se repiten las risas).

-¿En qué ha cambiado su forma de componer?
-Sabina: No ha sido muy complicado este disco. Aunque me cuesta más porque no tengo esa capacidad de aguantar diez horas peleando con un verso o una canción. Ahora me disipo más. También antes tomaba cosas que me tenían sin dormir y que me hacían entrar en un grado de concentración brutal. Pero con los años cuesta más... ¿no? (pregunta a Serrat, distraído).
-Serrat: Es más difícil que se te levante, pero ¿a qué te refieres?
-Sabina: No, a escribir canciones.
-Serrat: Lo que cada vez es más difícil es estar contento con lo que haces. Aunque la verdad es que ahora, si me pongo a escribir, lo hago dándome toda la libertad. Me bastan los estímulos normales, y escribir es echar afuera los demonios.

-¿El desamor es uno de ellos?
-Sabina: Es el mejor. Eso que la gente llama canciones de amor, es mentira, no hay una sola. Son de desamor. Todas son de «se ha ido esta hija de puta con otro». Cuando estás enamorado, no escribes, y cuando se va, lo haces como venganza, para que si la canción es buena, la persiga toda su puñetera vida.
-Serrat: Y si es mala, para que no vuelva.

-Dicen que tenemos crisis de crédito porque hemos vivido por encima de nuestras posibilidades.
-Serrat: Los que lo dicen sí que viven por encima de nuestras posibilidades. Que los bancos pidan ayuda es normal, lo que es anormal es que se la den. Creo que Marx, si viviera ahora, se dedicaría a plantar tomates.

-¿Qué podemos hacer?
-Sabina: escribimos canciones y tocaremos mientras el tiempo aguante.


Dos pájaros más bien «asabinados»
Juntos, la química entre ellos está fuera de dudas, tanto, que parece que Serrat se haya contagiado de los aires de su compadre y se haya «asabinado» un poco. En cuanto al disco, producido por Javier Limón, es un pequeño cambalache de géneros y visita los paisajes más conocidos de la lírica de ambos. Su tirón indiscutible llega al punto de «piratear» su directo. Ayer, más de un centenar de asistentes a «Dos pájaros y un trío», un musical que llegaba a Madrid, protestaron al enterarse de que habían pagado 25 euros por ver a unos meros imitadores.



Información http://www.larazon.es/noticia/4835-hemos-hecho-un-disco-en-defensa-propia

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