Sabina y Serrat ofrecieron un show de clásicos, estrenos y mucho humor

Sabina y Serrat ofrecieron un show de clásicos, estrenos y mucho humor

19 de Marzo de 2012

Tres pantallas LED, 11 músicos, 35 canciones, 3 horas de show, 7 mil espectadores y 2 pájaros "en coontraataque". Esa fue la ecuación del primero de los 18 Luna Park previstos para que Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina presenten su último trabajo, "La orquesta del Titanic".

"Mediterráneo", "Princesa", "Cantares", "De cartón piedra", "Amores que matan", "Para la libertad", "Eclipse de mar" y "Hoy por ti, mañana por mí" sonaron en el microestadio, separados cada uno de ellos por gags que hicieron que el público disfrute además del show musical, casi de una función de stand up. Juntos, separados, a cargo de sus propios temas o invirtiéndolos, desplegaron un repertorio que emocionó a los espectadores.

"No somos tan amigos ni tan íntimos. No sólo porque él no quiere llegar al sexo sino porque nos separan dos cosas: mi envidia y su talento", dijo Sabina en uno de los tantos comentarios cariñosos que le dedicó al catalán.

Ambos se mostraron a gusto por visitar el país, con palabras que iban de la risa a la exageración: "Son las once y diez, es la hora de la demagogia", sostuvo "el Nano" cuando se declaró, igual que su compañero, un poco argentino. Y para sentirse aún más locales, ofrecieron una payada y hasta un fragmento de "Balada para un loco".

La banda, que supo estar a la altura de las circunstancias, estuvo integrada por Pancho Varona y Antonio García de Diego en guitarra y voz, David Palau en guitarra, Ricardo Miralles en teclados, Pedro Barceló en batería, Víctor Merlo en bajo, José Pérez Sagaste en saxo y clarinete, José Mas "Kitflus" en teclados y Mara Barros y Lorena Calero en coros.

Luego de su primer encuentro en los escenarios durante 2007 con "Dos pájaros de un tiro", este dúo volvió al ruedo con una efectiva propuesta para deleitar a fans fundamentalistas o seguidores de larga data (que ya pueden ser varias décadas atrás). Sin renegar de aquellos clásicos que los elevaron pero tampoco abusando de ellos, con un nuevo disco que ofrecer y un espectáculo dotado de entrega y humor, Sabina y Serrat regresaron y demostraron que son artistas sin fecha de vencimiento.




Información http://www.ambito.com/noticia.asp?id=629071