Serrat: retrato de la voz y la leyenda
Domingo, Noviembre 16, 2014 | Autor: Ricardo Moncada Esquivel | Reportero de El País
El mundo de la canción hispana no volvió a ser el mismo desde aquel 18 de febrero de 1965, cuando en Radioscope, un programa matinal que se hacía en el estudio Toreski de Radio Barcelona, el director del programa, Salvador Escamilla, presentó a su audiencia a un joven aficionado que pulsaba la guitarra para entonar canciones en catalán.
El muchacho con apenas 21 años era el segundo hijo de Josep y Ángeles, quienes le pusieron el nombre de Joan Manuel, tras su nacimiento ocurrido el 27 de diciembre de 1943.
La actuación del joven tuvo tal aceptación en la audiencia del popular programa que el propio Escamilla lo recomendó con el sello discográfico Edigsa el más prestigioso dentro del movimiento de la cançó catalana, para grabar su primer disco del que se desprendió ‘El mocador’, a la postre su primera canción, con la cual surgió una leyenda de la canción que ya atraviesa dos siglos y que está acumulada en más de 300 canciones grabadas.
A casi cinco décadas de ese instante fundacional de su vida musical, Joan Manuel Serrat ha comprendido que si bien como lo dijo Antonio Machado, “al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar”, vale la pena hacer una revisión de todo aquello que se ha cantado, ya sea de su puño y letra o escrito por los poetas con los que siempre ha transitado bajo su sombra.
Así surge ‘Antología desordenada’, el álbum en el que se consigna un puñado de canciones, 50 para ser exactos, seleccionadas por el mismo cantautor.
Este disco que fue lanzado oficialmente al mercado el pasado 4 de noviembre y contiene canciones en su mayoría regrabadas. “No se trata de una recopilación de canciones. Es una puesta al día de las mismas”, dijo el mismo Serrat en la Casa de América, en Madrid.
“Es un trabajo muy cercano, muy personal, también un tanto desordenado porque no pretendo contar nada que las canciones no cuenten por ellas mismas”, añadió.
El álbum, compuesto por cuatro discos, está acompañado de un libreto de 104 páginas en el que Serrat repasa en primera persona momentos claves de su vida y descubre uno que otro secreto, amén de un centenera de fotografías.
Como suele pasar en una selección reina siempre la subjetividad y por eso algunos se preguntan por qué escogió Serrat lo que escogió para su antología. “Cada quien tendrá la suya y esta es la mía”, declara el artista en la introducción de su texto autobiográfico.
En esta producción Serrat hace 31 duetos y solo 11 canciones son originales. Es el caso de los dúos que hace con la cantante Noa de ‘Es caprichoso el azar’; con Mina, en ‘Sin piedad’; Soledad Giménez, en ‘Pendiente de ti’; Mercedes Sosa, en ‘Aquellas pequeñas cosas’; Miguel Ríos en ‘Cantares’, y con Ana Belén, Víctor Manuel y el propio Miguel Ríos en ‘Hoy puede ser un gran día’.
Su ‘Princesa’, conserva la magnífica colaboración de Carlos Núñez. O el ‘Benito’, en un arreglo de Roberto Costa. “Una nueva grabación de estos temas no iba a aportar nada a las preexistentes”, explica Serrat en la presentación.
En las nuevas versiones comparte ‘Mediterráneo’ con Lolita Flores, ‘Romance de Curro el Palmo’ con Alejandro Sanz y ‘Algo personal’ con Calle 13. El grupo de colaboradores incluye un abanico variado de artistas como Pablo Alborán, Joaquín Sabina, Estopa, Luis Eduardo Aute, Rubén Blades y los argentinos Les Luthiers, entre otros muchos.
“Nunca comparto una historia con alguien por el que no sienta afecto o como mínimo simpatía. Me gusta sentir admiración, me gusta sentir respeto, me gusta que el objetivo de las dos personas sea coincidente”, dijo sobre estos temas.
El artistas emprenderá un gira de cerca de un centenar de conciertos en ambos lados del Atlántico y en Colombia ya están establecidas, según le confirmó a El País el empresario Hugo Sánchez, de Viva la Música Producciones, quien ha traído al catalán al país en los últimos doce años. De acuerdo con Sánchez los conciertos se realizarán en el 2015 los días 4, 5 y 6 de noviembre en Bogotá, en el Jorge Eliécer Gaitán; en Cali estará los días 10 y 11 del mismo mes, en el Teatro Jorge Isaacs; para finalizar en Medellín, los días 13 y 14 de noviembre, en el teatro Metropolitano.
En las actuaciones tratará de estar acompañado de algunos de los artistas que han colaborado en el disco siempre que sea posible. “Me veo satisfecho de poder haber hecho en la vida lo que he querido hacer, de haber tenido fuerza y energía para haber llegado hasta aquí y tener ilusión de seguir en este recorrido”, señaló el artista.
Poeta de lo cotidiano
En los inicios de la década de 1970 hubo en Latinoamerica una generación de jóvenes y adolescentes que fueron marcados por la voz de un cantautor que le decía a una mujer “tu nombre me sabe a yerba”; que desde un pueblo blanco se preguntaba “porqué nacerá gente, si nacer o morir es indiferente” y reclamaba que al llegar la parca lo enterraran “cerca del mar” porque nació en el Mediterráneo.
Aún tocados por los ecos de ‘Mayo del 68’ y del ‘No pasarán’ esta generación descubrió que no había que cantar como los ángeles ni tener figura de galán para penetrar en el alma del gusto popular y tampoco era necesario componer canciones en las que había que morir de amor para hablarle a la mujer amada, ese ser que más bien no necesitaba “bañarse en agua bendita”, para quererla.
Y puso a cantar a voz en cuello a los enamorados como si fuera un himno: “Ese con quien sueña su hija, ese ladrón que os desvalija de su amor, soy yo, señora”.
Joan Manuel Serrat, es el nombre de ese cantautor, que desde entonces le reveló a esa generación y a las siguientes que es en “aquellas pequeñas cosas que nos dejó un tiempo de rosas, en un rincón, en un papel o en un cajón”, donde habita el encanto de la poesía.
El cantautor madrileño Ismael Serrano dice que Serrat logró encontrar en lo ordinario de la vida una poesía que no siempre somos capaces de ver. “Nuestra vida esta llena de pequeños momentos épicos. Él ha sabido señalarlos y por lo tanto nos ha hecho protagonistas de sus canciones en historias pequeñas, pero de gran trascendencia”.
Serrat también puso sobre los hombros de esa generación el peso de la humanidad. La obligación de ser solidarios, de “No pasar nunca de largo y servir para algo”, a “Ir por la vida sin cumplidos llamando a las cosas por su nombre”. Pero también A “Cobrar en especies y sentirse bien tratado y mearse de risa y dejar volar la fantasía”.
El periodista y amigo personal de Serrat, Daniel Samper Pizano dijo que “su música es el himno patrio de tres generaciones. En mi lista de canciones favoritas no podrían faltar ‘Entre un hola y un adiós’, pero también ‘Benito’, ‘Por dignidad’, ‘Tarrés’, ‘Mis amigos’, ‘Las abarcas’, ‘Señor de la noche’, ‘Barcelona y yo’, ‘Herido de amor’, ‘Hoy por ti, mañana por mí’”.
Y a usted, ¿Qué canción no le podría faltar en una antología personal?
Dicen de él
Heredero de la tradición musical de la que surgió Joan Manuel Serrat, el también cantautor madrileño Ismael Serrano lo define como un hombre sin poses y fiel a sus principios éticos, políticos y a su forma de entender la música. Alguien que ha retratado con sus canciones la historia de su sociedad. “Si hoy bajara un extraterrestre y tuviera que explicarle lo que ha sucedido en hispanoamérica en los últimos 50 años bastaría con regalarle la discografía de Serrat”, dijo en diálogo con El País, desde Buenos Aires.
Y quién mejor para hablar de la obra de este artista que un fanático. Este es el caso del Bogotano Francisco Gómez, a quien se le pierde en la memoria, el día que lo vio por primera vez en un concierto en el Teatro La Media Torta, cantando ‘Tu nombre me sabe a yerba’.
Gómez asegura que si bien todos estamos acostumbrados a escucharlo, en su opinión Serrat le merece todo su respeto como poeta. “Él abordó lo cotidiano de un modo universal. Compuso divertimentos sobre el idioma haciendo canciones con esdrújulas y historias de caminos al estilo juglar, o esas historias de humor. Logró trascender porque no fue costumbrista ni parroquial. Abordó en sus letras temas como el amor y la lucha por los derechos humanos”, señaló.
Y si de anécdotas se trata, el gestor y promotor de espectáculo en Cali, Alberto Naranjo, quien trajo al artista a la ciudad en el 2011, recordó que uno de los pasatiempos del cantautor es la lectura. “Para esos días estaba atrapado por una novela de un autor colombiano titulada ‘Esa maldita costumbre de morir’. Estando en Cali, fue entrevistado por vía telefónica por el poeta Juan Manuel Roca. Cuando culminó la novela se llevó la sorpresa de que el autor del libro era el mismo que lo había entrevistado”.
Por su parte el empresario bogotano Hugo Sánchez, de Viva la Música Producciones y quien ha traído a Serrat a Colombia en los últimos doce años, recordó que al artista le encanta Cali por su clima Caribe y siempre pide que sea alojado en el Hotel Intercontinental.
“En una oportunidad, mientras yo desayunaba en la terraza del hotel vi a un hombre que llevaba gorro de natación que cubrió a nado cinco trayectos de ida y vuelta de la piscina, que es de medidas olímpicas. Cuál fue mi sorpresa cuando descubrí que era Serrat, dando una muestra de su gran vitalidad”, recordó el empresario.
Pero Sánchez asegura sin tapujos que sin duda Bogotá es la plaza que el artista más prefiere en Colombia. “Aquí tiene muchos amigos, como Daniel Samper, y llena a reventar los escenarios. Una vez lo esperábamos a la llegada de un vuelo con un vehículo especial y con policía de tránsito y cuando se bajó del avión se encontró con Samper, quien lo invitó a su carro. Serrat se despidió de nosotros y nos dejó con todo hecho”, recordó.
El empresario también evocó el humor y la rapidez mental del artista. “Una vez en una presentación comenzó a hablar de un butaco que él solía llevar a todas sus giras y decía que era su amiga fiel, porque nunca le hacía reclamos y hacía todo lo que el quisiera sin protestar, a lo que alguien del público le gritó: ‘Parece colombiano’. Serrat le contestó: ‘Caballero nunca he conocido un colombiano que se deje poner el culo en la cara’, con lo cual causó hilaridad entre los asistentes.
Francisco Gómez considera que tras 50 años de trayectoria, mientras el poeta sigue potente, el tiempo le está pasando factura al cantante. “Me da pesar decirlo, pero su voz se le está apagando. El Serrat de ‘La Saeta’ y el que musicalizó los versos de Machado ya no está. Pero no me preocupa. Aunque se desaparezca su voz y se esté anunciando su retiro, luego de la gira que hará el próximo año Serrat seguirá vigente con sus canciones”.
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