GIRA «ANTOLOGÍA DESORDENADA»
Ecuador condecora a Joan Manuel Serrat
AGENCIAS el 29/11/2015
La Asamblea Nacional (parlamento) de Ecuador condecoró el pasado noviembre al cantautor Joan Manuel Serrat con la medalla "Adalberto Ortiz" en reconocimiento a su trayectoria de 50 años de carrera artística.
Joan Manuel Serrat, quien al día siguiente ofreció un concierto en Quito dentro de su gira "Antología Desordenada", recibió la distinción en un acto en el que expresó sus sentimientos de admiración y cariño hacia ese país andino, informó en un comunicado la institución legislativa.
La presidenta de la Asamblea, Gabriela Rivadeneira, manifestó en presencia de legisladores y artistas invitados al acto que la medalla "Adalberto Ortiz" se concede a artistas nacionales o extranjeros que se han destacado por su obra, dejando un legado trascendente de identidad y lucha por el respeto al ser humano.
Rivadeneira recordó que la distinción lleva el nombre del escritor esmeraldeño Adalberto Ortiz, "un gran narrador y poeta de la 'negritud' ecuatoriana, que supo contagiarnos de la voz de los sin voz, del ritmo y los sueños de los afrodescendientes que hoy se han incorporado en nuestro Ecuador revolucionario", dijo.
"Saber que estamos a tu lado nos dice que estamos en el lado correcto, que caminamos hacia un futuro de esperanza, que al andar hacemos camino en muchos sentidos: van a nuestro lado la música, el canto y el amor de nuestros pueblos como la mejor compañía", expresó.
El trovador catalán agradeció la distinción y deseó a los legisladores que puedan "trabajar por un país y un mundo mejores".
"Una condecoración, un premio, más que responder a unas virtudes estrictas y determinadas, responde, por encima de cualquier cosa, al afecto, que probablemente es uno de los bienes más preciados que tenemos", aseguró.
"Siento mucha satisfacción de poder dedicar mi vida a este oficio de escribir canciones y de cantar mi oficio, lo que me ha permitido recorrer el mundo y compartir los presentes de cada día, y de muchos lugares a los que nunca hubiera llegado si no me hubiera llevado de la mano este oficio", añadió.
"La dignidad de la cultura, la ternura como arma posible, la terquedad en las buenas causas, son cosas difíciles de transmitir, y es bueno que sepas que lo consigues con tu trabajo porque pones el alma en hacerlo", finalizó el trovador.
En el acto participaron el ministro de Cultura, Guillaume Long, autoridades de la Asamblea Nacional y representantes de diferentes ámbitos artísticos.
El concierto
Al día siguiente del acto de condecoración y durante cerca de dos horas Serrat hizo gala de su renombrado arte y abrió el recital en el Teatro Nacional de la Casa de la Cultura Ecuatoriana de una manera elegante y descomplicada con El carrusel del Furo.
Aparentemente afectado por el frío y la altura de Quito (2.850 metros sobre el nivel del mar), Serrat debió pedir a sus músicos que detuvieran su segunda canción, De vez en cuando la vida, por unas molestias en la garganta.
Sólo al final del concierto contó que ese malestar fue causado por haber comido "tostado" (maíz tostado, muy popular en Ecuador) antes de su presentación.
Tomó un sorbo de agua y empezó nuevamente a cantar con la fuerza que le han llevado a ser uno de los cantautores más importante en tierras latinoamericanas.
Recordó las canciones que lo han inmortalizado y que con ahínco coreó un público sorprendido, porque el artista compartió con ellos hechos de su vida que marcaron su vida artística.
Mi niñez, Hoy por ti, mañana por mí y Tu nombre me sabe a yerba cerraron su primer bloque de canciones entre comentarios que no dejaron de lado asuntos espinosos como el maltrato infantil y los agravios a la niñez.
Tomó una silla y con guitarra en mano cantó Niño silvestre y Algo personal, como para recordar alguno de sus clásicos, aunque tampoco faltaron sus temas en catalán y enlazadas.
Prosiguieron Cançó de bressol, dedicada a su madre, y luego Paraules d'amor, que la cantan en "serenatas, karaokes, bautizos, bodas y divorcios y, tal vez, en velorios", bromeó antes de cantarlas.
Ara que tinc vint anys (Ahora que tengo veinte años), una de sus canciones "más amortizadas", con el paso de los años ya no se notaba "muy bien" y por eso decidió "jubilarla", contó.
"Pero soy un catalán y no puedo ir por la vida tirando éxitos. Y seguimos con la canción y por cuenta propia decidí retocar la canción y cambiarle solamente el título. Hoy se llama Llevo veinte años diciendo que hace veinte años que digo que tengo veinte años, dijo en medio de la risa de los asistentes.
Rememoró que han transcurrido cincuenta años desde la primera vez que pisó un escenario y, por eso, dijo que esta gira recuerda aquellas canciones que le han permitido llegar al éxito.
Por eso, afirmó sin tapujos, que su exitosa carrera le ha permitido "hacer algo que me gusta, que me divierte y con lo que me gano la vida".
"Son canciones que corresponden a mi prehistoria musical", comentó sin dejar de hacer bromas durante todo el espectáculo que continuó con melodías como Señora, Esos locos bajitos, Para la libertad y No hago otra cosa que pensar en ti, en la que aprovechó para destacar a los cinco músicos o su "flotilla" que le acompañan.
En el proyecto de Antología Desordenada trabajó por dos años y no olvidó detalles comoMediterráneo, Lucía y Hoy puede ser un gran día, que provocó que por dos ocasiones el público se levantara de sus asientos para ovacionarlo.
Cantares y Aquellas pequeñas cosas sellaron una noche de complicidad con el público quiteño del cantautor catalán.
http://www.cancioneros.com/co/7897/2/ecuador-condecora-a-joan-manuel-serrat
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