lunes, marzo 21, 2016

Esa manía de morirse: adiós a Carles Flavià entre aplausos y bravos


Esa manía de morirse: adiós a Carles Flavià entre aplausos y bravos
Las irreverentes ideas sobre la muerte del actor, mánager y exsacerdote sustituyen a los responsos en un funeral laico, entre amigos, aplausos, bromas y bravos

Lunes, 21 de marzo del 2016 - 15:51 CET

Podría haber sido una fiesta en Zeleste: al final sonó 'El mismo de antes' de Gato Pérez, Sisa cantó 'El setè cel' y allí estaban también Pau Riba, Manel Joseph de la Plateria y Lluís y Joan Fortuny de la Dharma. Podría haber sido una noche de estreno en la Sala Muntaner: todo empezó y acabó con aplausos, silbidos y bravos, y allí estaban Joan Lluís Bozzo, Jordi Cruz, Lluís Homar, Ferran Rañé, Jordi Martínez, Francesca Piñón, Mario Gas, Vicky Peña, Borja Sitjà, Daniel Fernández... Podría haber sido un programa de radio, con Manel Fuentes y Javier Sardà. O un encuentro de Las Viudas de Rubianes, el grupo de amigos que recordaba al fallecido cómico, con Joan Manuel Serrat cantando 'Las malas compañías', la canción que sonaba en el contestador automático del homenajeado. El funeral de Carles Flaviá, esta mañana, ha tenido un poco de todo esto, pero sin Flavià no es lo mismo ni la fiesta, ni la tertulia ni el monólogo ni lo de reírse a carcajadas de la muerte, y el grupo de amigos, lo recordaba la cinta de la corona de flores, ya se ha tenido que cambiar el nombre: "Les viudes estem doblement tristes. Viudes de Carles y Pepe".

Lo que no ha sido de ninguna de las maneras es un funeral religioso, ni siquiera aunque su gran amigo el Pare Manel haya hablado desde el altar (como Bozzo, Fuentes, Rosana Torres y Lluís Flavià, o como han cantado Serrat y Sisa). "Cuando Flavià dejó la religión la dejó del todo. No ha hecho como esos hidalgos castellanos o personajes valleinclanescos que en el último momento corrían a confesarse y comulgar", explicaba Bozzo minutos antes de empezar la ceremonia. Así que, en lugar de responso, se han podido oír los mandamientos de Flavià: su particular versión del poema 'Quiero todo esto' de José Agustín Goytisolo. 

"Quiero que todos mis amigos se mueran antes que yo, y todos de golpe: no me gustan los tanatorios. No quiero que los entierros sean la máxima emoción de mi vida"; Quiero que ejecuten a los de la autoayuda"; "Quiero que las monjas sean malas y estén buenas"; "Quiero que derriben el monumento al tamboriler del Bruc y lo declaren catalán non grato"... Toda una serie de deseos que, como los mandamientos de la ley de dios, pueden resumirse en dos: "Quiero tocar los huevos al prójimo y quiero que no me los toquen a mí".
RIÉNDOSE DE LA MUERTE

Flavià dejó notas para un documental en el que estaba empezando a trabajar con Manel Fuentes. Había tenido tiempo de pensar en la muerte. "Lo de la muerte está bien porque avisa", dice uno de esos textos que Fuentes ha leído poniendo voz de Flavià. Se lo había avisado la palabra 'metástasis'. "Es una palabra criminal, que significa cambiar de sitio. Si es por unas vacaciones no está mal, pero puede querer decir final de trayecto", ha dicho Flavià en la voz del periodista y amigo; "¡La manía que tiene la gente de no quererse morir! ¿Tan bien se lo pasa, la gente?, ha añadido.

Así que, avisado, además de escribir su propia esquela, tuvo tiempo incluso de bromear cuando las viudas de Rubianes, que aún no lo eran de Carles y Pepe, quedaban por whatsapp para encontrarse en el aniversario de la muerte del cómico gallegocatalán. El mensaje de Flavià fue: "A mí me va bien el día 1. Lo que no sé es si iré con vosotros o con el Pepe".

Flavià pidió que su funeral fuese en Sancho de Ávila ("no en un tanatorio para pijos como el de Sant Gervasi") y que sonase esa canción de Gato Pérez que dice que "con el no pudieron las trampas gigantes, volvió a ser quien era, el mismo de antes". Y en la pantalla, 'El garrotín del tránsito': "Qué poco camino, qué corta excursión, ya no queda nada de lo que existió: ni gente ni cosas retuvo el amor, pero la vida pudo más que el dolor".

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