21 FESTIVAL BARNASANTS 2016
Joan Isaac. Joyas italianas y otras maravillas entre amigos
por María Gracia Correa el 23/04/2016
La canción de autor italiana brilló en el teatro Joventut de L’Hospitalet de Llobregat la noche del pasado 14 de abril. Otras maravillas enriquecieron además el gran espectáculo que ofreció Joan Isaac como cierre del festival Barnasants en su 21ª Edición. El artista presentó su más reciente trabajo: “Joies italianes i altres meravelles” ante un teatro repleto de público en un concierto de lujo que contó con la participación de Roger Mas, Enric Hernáez, Luis Pastor, Maria del Mar Bonet, Sílvia Comes, Luis Eduardo Aute, y Joan Manuel Serrat, que sucesivamente fueron subiendo al escenario para interpretar junto a Joan Isaac las diferentes joyas de la canción italiana y otras maravillas seleccionadas y adaptadas al catalán por el artista barcelonés.
Antes del comienzo del recital tuvo lugar un acto protagonizado por el director de Barnasants, Pere Camps, con el que se dio por finalizada la 21ª Edición del festival. Fueron entregados dos galardones, el premio a la trayectoria artística fue otorgado a Luis Eduardo Aute, y el premio de activismo cultural al colectivo Ovidi Montllor, que recogió en su representación Alfons Olmo(VerdCel). Terminada la ceremonia de clausura el teatro se sumió en la oscuridad y comenzó el espectáculo.
El momento de penumbra en el que los músicos van ocupando su lugar para preparar la entrada del protagonista, es una fase fundamental del concierto, es el instante prodigioso en el que el público pierde el contacto con la realidad exterior para adentrarte en el mundo maravilloso de las canciones y la poesía. En este espectáculo dicho paréntesis tuvo un fascinante preludio, antes del comienzo de la función (y también al final), el escenario se transformaba en una sala de cine, concretamente de cine italiano, con la proyección de fragmentos de películas de Federico Fellini. Pienso que con este detalle Joan Isaac rendía un doble homenaje, por una parte al cine de autor italiano, y por otra al teatro Joventut, que en sus inicios fue cine, y ahora cumple 25 años de su transformación en teatro.
Los músicos que acompañaban a Joan Isaac en esta ocasión, Conrad Setó, Antoni-Olaf Sabater, Eros Cristiani, Walter Porro, Laia Rius, Josep Traver, Jordi Camp y Lluís Ribalta, fueron ocupando su lugar en un escenario que, gracias a la maestría de Daniel Sesé, constituía por sí solo un espacio estético mágico en el que se iría desarrollando la obra. Durante el espectáculo el escenario se convertiría en un paisaje cambiante detrás de los artistas, el diseño utilizado en el disco cobraría vida como sin querer, con un ritmo delicado que acompañaría a cada canción: un día que se hace noche bajo las estrellas, unas flechas que son canciones, unas palabras escritas sobre la pared que representan una vida de emigración, el fuego envolviendo Atenas, detalles suaves y tenues que aportaron una nueva dimensión gráfica, dieron color a las canciones y terminaron dibujando un retrato de cada autor.
Con este espectáculo Joan Isaac ha conseguido expresar todo lo que para él significa Italia y la canción de autor italiana, su amor y su respeto a un país y una gente con la que tantos lazos le unen, mostrar su pasión por este género, por este país que, como comentó, estima y respeta su canción y a sus cantautores. El recital se estrenó con dos temas de autores italianos muy de actualidad, Ferragosto de Samuele Bersani y Modí de Vinicio Capossela, ambos interpretados en solitario por Joan Isaac, tras los cuales cantó un tema propio: Cala la nit a San Remo, y comenzó a presentar a sus invitados. El primero de ellos, Roger Mas, con el que entonó Via del Campo, de Fabrizio De André explicando que ambos compartían una estrecha relación con Italia y comentando la similitud de los registros de voz del cantautor de Solsona con los de Fabrizio De André. Con Roger Mas interpretaría más tarde una canción no incluida en Joies italianes i altres meravelles: L’animal, de Franco Battiato.
Prosiguió con D’amor no en parlem mai més (Ivano Fossati) y Que n'és de bella la lluna, precedida ésta por una proyección en la que su autor, Giorgio Conte saludaba a Joan Isaac y al público asistente. La interpretación de Mira, jo no sóc aquell, con Enric Hernáez fue especial, había una conexión particular entre ambos cantautores, una complicidad evidente en la que se iban turnando para hacer ver, con esta canción incisiva, la distancia entre el artista y la persona que lo encarna, un tema de Francesco De Gregori. Casi en el ecuador del concierto Joan Isaac en solitario interpretó Piazza Grande, de Lucio Dalla, tema que fue elegido para la edición del videoclip de presentación y promoción del disco: Joies italianes i altres meravelles.
Luis Pastor fue el protagonista de la interpretación junto a Joan Isaac de la primera “maravilla” no italiana. Sóc (Soy) refleja una historia vivida en primera persona por el cantautor extremeño, y por miles de personas que en los años 60 y 70 tuvieron que abandonar sus casas, sus familias, en Extremadura o Andalucía en busca de una vida mejor en Madrid o Barcelona. Esta canción está repleta de palabras simbólicas que Sesé ha sabido captar a la perfección, las ha reflejado en el escenario dotándolas de colorido para ir ilustrando lo que las voces de los artistas transmitían. Lo viví como uno de los momentos más inolvidables del espectáculo.
Las dos canciones siguientes fueron interpretadas en solitario por el artista catalán, presentó primero Faula, que Eugenio Finardi compuso para su hija, una historia tierna y sensible. Previa a la interpretación se proyectó un video del autor italiano, que desde su tierra
felicitaba a Joan Isaac, con quien hace unos años, en el festival Cose di Amilcare interpretó A Margalida. Después vendría una de las más grandes canciones que conozco: la Petita serenata diurna deSilvio Rodríguez, una delicatessen que Joan Isaac sabe interpretar a la perfección.
Otro de los momento más sorprendentes de la noche fue el que tuvo lugar con la entrada en el escenario de Maria del Mar Bonet, venía preparada para la ocasión con un precioso barco de papel que situó en medio del escenario y que se convirtió en protagonista de esa bella historia que es La lluna i el capità, tema que bajo el título La luna e il capitano se encuentra recogido en el disco de Tosca Sto bene al mondo como explicó Isaac. El barquito de papel de Maria del Mar Bonet en el centro del escenario y el de Daniel Sesé proyectándose en el fondo. Esta escena, que envolvía las voces de ambos artistas entonando la joya italiana, quedará retenida en la memoria de los asistentes durante mucho tiempo, estoy segura de ello.
Seguía su transcurso el concierto y era el turno de Sílvia Comes, que entró en escena para acompañar al cantautor en la interpretación de Gent senzilla, canción de Vinicius de Moraes yChico Buarque que habla de las favelas, de aquella gente que busca la felicidad sin tener nada, que lucha por salir adelante. La cantautora ha trabajado con Joan Isaac en múltiples ocasiones desde hace unos años, formó parte fundamental del anterior trabajo del artista Cançons d’amor i anarquia.
Quedaban dos grandes invitados para el final, primero Luis Eduardo Aute, con quien interpretó:Atenes en flames. Al terminar la canción, la voz de Laia Rius, al igual que en el disco, entonó un canto final que impresionó a todos los presentes, incluidos los artistas que estaban encima del escenario, y que mereció fuertes aplausos. La complicidad artística y personal entre Aute e Isaac quedó demostrada nuevamente sobre las tablas, dando como fruto una interpretación extraordinariamente sensible e impactante de la canción.
El último tema era Torno al Sud, (Vuelvo al Sur) de Astor Piazzolla y Pino Solanas. Joan Isaac presentó a su último invitado de la noche, lo hizo rememorando a aquel niño que gastó su primera “semanada” en un disco de cuatro canciones de Joan Manuel Serrat y que nunca hubiera imaginado lo que el futuro le depararía. Serrat, autor del prólogo del libro Joan Isaac. Bandera negra al cor de Luis García Gil, subió al escenario, y junto a Joan Isaac derramó sensibilidad y emoción con un Torno al Sud al calor del acordeón de Conrad Setó y la energía del piano de Antoni-Olaf Sabater, unos instantes mágicos e irrepetibles.
Los artistas invitados demostraron su profesionalidad, y además su respeto y su cariño hacia el anfitrión. Estaban entre amigos y la noche estuvo plena de momentos inolvidables, instantes de alta intensidad emocional, en la que Joan Isaac estaba visiblemente emocionado y agradecido. Terminó el concierto con todos los artistas y músicos en el escenario ante los aplausos de un público en pie, la instantánea de este momento único e irrepetible quedará en el recuerdo de todos los asistentes, instante que captaron muchos fotógrafos y que explica por sí solo lo que se vivió aquella noche.
Se retiraron los invitados para dejar a Joan Isaac solo con su público y sus músicos, creo que todos lo esperábamos, no podía ser de otra manera, el artista se dirigió a los asistentes con una frase que emocionó y volvió a poner en pie al auditorio: “Mai, mai deixaré de cantar aquesta cançó..” (Nunca, nunca dejaré de cantar esta canción)….y empezaron a sonar los primeros acordes de A Margalida. Al día siguiente del espectáculo, el periodista Jordi Bianciotto publicaba un artículo titulado Un Joan Isaac para la Historia, quienes estuvimos en el concierto podemos corroborar que así fue.
http://www.cancioneros.com/co/8312/2/joan-isaac-joyas-italianas-y-otras-maravillas-entre-amigos-por-maria-gracia-correa
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