El gusto es nuestro llena de nostalgia la noche de Bogotá 20 años después

El gusto es nuestro llena de nostalgia la noche de Bogotá 20 años después

EFEBogotá19 feb 2017

Con algunas arrugas más pero con la misma energía que hace 20 años, los cantantes españoles Joan Manuel Serrat, Ana Belén, Miguel Ríos y Víctor Manuel devolvieron la gira El gusto es nuestro a Bogotá, dos décadas después, en una noche que tuvo mucho de nostalgia y algo de melancolía.

Tal y como hicieron en la gira original, los cuatro españoles iniciaron el concierto con la sacudida de "Hoy puede ser un gran día" que cantaron a coro mientras el público jaleaba.

Con algunos achaques propios del paso del tiempo, pero con un gran estado de forma artístico y mucho oficio, los veteranos cantantes se metieron al público en el bolsillo.

Tras el pletórico inicio, los cuatro artistas fueron dándose el relevo en el escenario cantando algunas de sus canciones predilectas y mandando mensajes que hacían la delicia de un público de lo más heterogéneo.

Serrat, al que más le costó seguir el ritmo de la actuación, bromeó al recordar la conversación que tuvo con su esposa cuando le anunció que volvía a hacer la gira con sus tres amigos, 20 años después.

"Te vas de gira con tus amigotes, por lugares que te gustan, un público que quieres, vas a compartir ajiaco y patacones, pero con una habitación para ti solito", asegura que le dijo.

El cantautor barcelonés de 73 años tampoco dejó pasar la ocasión para observar que el público sigue igual: "Parece mentira que hayan pasado 20 años".

Sobrio y mordaz como es habitual, también ironizó al ver una audiencia con "mucha gente joven", lo que le alegró "aunque hayan venido a acompañar a sus mayores".

El rockero Ríos, de 72 años, mostró el efecto que tiene sobre él acudir a cantar en una ciudad como Bogotá, a más de 2.600 metros de altura: "Si me vieran a nivel del mar, soy un ciclón" afirmó tras cantar su mítica "Bienvenidos".

Pese a que, tal vez sea el músico menos conocido en Colombia, fue el que más ánimos levantó con su rock y mensajes como "yo soy de la Vieja Granada, por eso me encanta estar aquí", un territorio denominado Nueva Granada en la época colonial.

"Eso de que 20 años no es nada es una grosería", les dijo al público.

Los músicos, acompañados de una nutrida orquesta compuesta por un dúo de coristas, pianista, teclista -David San José, hijo de Ana Belén y Víctor Manuel-, percusionistas, guitarristas y un trío de metales, hicieron un repaso de buena parte de su carrera.

No faltaron las icónicas "Mediterráneo", "Asturias", "Cantares", "Paraules d'Amor" o "España camisa blanca de mi esperanza".

Y, aunque al público siempre le falta alguna cuando las carreras son tan extensas y la espera dura dos décadas, el cierre con "Fiesta" y "La puerta de Alcalá" les dejó bien satisfechos.

Antes tuvieron tiempo de sorprender con el vallenato "El amor, amor" que bailaron los asistentes.

A la salida entre el público satisfecho primaba un comentario: "Ojalá no tengamos que esperar otros 20 años".

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