Joan Manuel Serrat, ‘doctor’ en Lleida
El cantautor recibe el máximo reconocimiento de la universidad de esta ciudad ante 800 personas
MIQUEL JURADO
Lleida 25 MAY 2017 - 20:03 CEST
No era la primera vez que Joan Manuel Serrat se ponía el birrete y la toga para recibir un doctorado honoris causa. Lo había hecho ya en nueve ocasiones (cuatro en México, dos en Argentina y tres España y lo volverá a hacer dentro de dos meses otra vez en Argentina, en la Universidad de Rosario), pero esta vez no lo hizo en la solemne intimidad de un acto académico ni entre las cuatro paredes de un recinto universitario sino ante las más de ochocientas personas que abarrotaban el auditorio Enric Granados de Lleida. Como si se tratara de un concierto de gala las invitaciones se habían agotado con semanas de antelación y mucha gente se quedó en la calle.
En la tarde del miércoles la Universidad de Lleida concedió al cantautor barcelonés el doctorado honoris causa y la ceremonia se vivió como un auténtico acontecimiento ciudadano y, en realidad, lo fue. Una amplia presencia universitaria arropó a Serrat en la investidura. "Cuando una universidad concede un doctorado honoris causa el honor es mutuo", explicó el rector Roberto Fernández Díaz. "La universidad se siente todavía más honrada".
Por la mañana, en rueda de prensa, Serrat explicó que lo vivía "como un acto de afecto y estimación que es muy de agradecer cuando uno se acerca a una cierta edad. Todos los reconocimientos que he aceptado los vivo con gratitud y alegría, los que no he aceptado no". Sobre la presencia de la canción popular en el ámbito académico el cantautor afirmó: "La universidad se ha abierto al mundo, a la realidad cotidiana, acercándose con naturalidad a ámbitos de la cultura popular que antes quedaban al margen". Por su parte, Fernández Díaz matizó que "la universidad no solo es conocimiento científico, es también conocimiento en su aspecto más amplio. La canción popular que aúna voz, poema y música en tres minutos puede expresar los sentimientos más profundos de la condición humana. Joan Manuel Serrat se ha convertido para millones de personas en la crónica sentimental de su propia vida. Nos ha cantado la vida como es y como a muchos nos gustaría que fuese y lo ha hecho siempre de una forma muy tierna, muy humana y muy sensible".
En esa misma rueda de prensa Serrat condenó enérgicamente el atentado de Manchester (por el que después se guardaría un minuto de silencio al inicio del acto académico). "Es un eslabón más de una cadena espantosa que no comenzó ayer. Estos atentados no se evitan aumentando las medidas de seguridad, es una guerra global en la que no hay visos de entendimiento entre los que podrían poner medidas para detener esta violencia".
Por la tarde, en el abarrotado auditorio, Serrat recibió de manos de Fernández Díaz el birrete (de un azul radiante ya que se trataba de un doctorado de letras), el anillo y los guantes blancos que le acreditan como nuevo doctor honoris causa.
Fernández Díaz en su lectura bilingüe defendió "que lo propio de los humanos es ser promiscuos en cuestiones musicales. De Marifé de Triana a Beethoven, de la Piquer a los Beatles, de Juanita Reina a Serrat todo es aceptable, todo debe ser bienvenido y bien escuchado".
En su discurso de aceptación, y haciendo esfuerzos por no perder el birrete en el intento, Serrat dejó muy claro "no tener ningún interés en jubilarse" e instó a la gente a cantar: "que no dejen de cantar, es una actitud muy saludable". Y los presentes le hicieron caso. La orquesta y coro de la universidad interpretó alguna de sus canciones consiguiendo en un momento determinado romper el rígido protocolo y que todo el mundo académico cantara al unísono Paraules d'amor (eso sí: no se encendieron mecheros ni luces de móviles).
http://ccaa.elpais.com/ccaa/2017/05/25/catalunya/1495710689_703551.html
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