sábado, septiembre 30, 2017

Un viaje nostálgico con cuatro figuras de la canción española


Joan Manuel Serrat, Ana Blén, Miguel Ríos y Victor Manuel. Foto: LA NACION / Daniel Jayo
Un viaje nostálgico con cuatro figuras de la canción española

VIERNES 29 DE SEPTIEMBRE DE 2017
Mauro Apicella NACION

El gusto es nuestro

Cantantes: Joan Manuel Serrat, Miguel Ríos, Ana Belén y Víctor Manuel/ músicos: Ricard Miralles (piano), David San José y Josep Más "Kitflus" (teclados), Víctor Merlo (bajo), José Nortes, Osvi Grecco y David Palau (guitarras), Vicente Climent (batería), Amado Zulueta (percusiones), Santi Ibarretxe (saxo y flauta), Manuel Machado (trompeta), Roberto Bazán (trombón), Marcela Ferrari y Ondina Maldonado (coros)/ sala: Luna Park/ próximas funciones: hoy, mañana y pasado mañana/ Nuestra opinión: muy bueno

Por tratarse de un estadio multipropósito, el Luna Park tiene al menos dos disposiciones para ubicar el escenario y las butacas para el público. La comparación más efectiva y clara es con una cancha de fútbol. Es decir: se puede montar el escenario sobre un arco o sobre la línea del lateral (a lo largo del campo de juego). Los últimos conciertos de Serrat allí fueron con el escenario del lado "del arco", pero anteanoche, cuando volvió allí para comenzar la serie de conciertos junto a Miguel Ríos, Ana Belén y Víctor Manuel, sintió una especie de déjà vu. El escenario estaba ubicado sobre el lateral, con la misma configuración que había presentado a este mismo cuarteto de cantantes veinte años atrás, con este mismo espectáculo: El gusto es nuestro.

Seguramente, los que fueron a verlos en 1997 habrán tenido una sensación similar durante las casi tres horas y media de show. Y los que no fueron sin duda habrán hecho también algún tipo de viaje en el tiempo -un "tripi", como dijo Serrat, aunque no hubiera en ello referencias al LSD- hacia la historia propia.

Porque así como Ana, Víctor, Miguel y Joan Manuel tienen hoy entre 66 y 73 años, la mayoría de su público porteño anda entre los 50 y los 75. Parte de la banda de sonido de su juventud fueron algunas de las canciones de este rat pack español que debutó en 1997 para celebrar el éxito de sus carreras y que dos décadas después se reagrupó para repetir la experiencia.

Una alternativa pudo haber sido actualizar aquel show con versiones más nuevas de sus grandes éxitos o con una puesta en escena que incluyera pantallas con visuales más acordes con el siglo XXI, e imágenes menos naïve, en algunos casos. Pero al poco tiempo se llegaría a la conclusión de que esa opción sería una pose que desdibujaría la historia de los cuatro. ¿Qué sentido tendría mostrarse como lo que no son ni jamás fueron? En este caso, buscar lo seguro y conocido fue la manera de ir a lo certero.

Así, cada uno se movió dentro de su estilo y pudo compartir con sus colegas esas cosas que tienen en común. Complicidad entre ellos y con el público para un espectáculo que no tiene más pretensiones que el entretenimiento y la retrospectiva. 39 canciones en esas casi tres horas y media de show fueron suficientes para viajar en el tiempo y contornear el perfil de cada uno de ellos. Ana Belén lució toda su claridad vocal en varios de los caballitos de batalla de su historia discográfica. "Contamíname", tema popularizado por Ana y Víctor, que fue escrito por el talentoso cantautor canario Pedro Guerra. La versión en castellano de "Piano Man", de Billy Joel. "Peces de ciudad", de Sabina, y "Sólo le pido a Dios", de León Gieco, que la cantante suele hacer de manera bastante impetuosa.

Víctor Manuel fue el más recatado, con discursos sintéticos y sin necesidad de buscar protagonismo. Aunque un par de temas de su carrera alcanzaron para dimensionar su estatura como artista. "Asturias", la musicalización del poema de Pedro Garfias (hoy convertido en un verdadero himno), y "Cómo voy a olvidarme", que refiere a los muertos de la Guerra Civil Española que terminaron en fosas comunes y que ningún gobierno hasta hoy se preocupó por darles debida sepultura.

En esa misma línea de canción testimonial, Joan Manuel Serrat transformó su ácida pieza "Algo personal" en una dedicatoria para las víctimas de la tragedia de Once. Luego, el catalán repasó ese repertorio que contiene verdaderos tanques de la canción popular: "No hago otra cosa que pensar en ti", "Mediterráneo", "Aquellas pequeñas cosas", el "Cantares" de Machado, "Para la libertad" y "Esos locos bajitos".

Miguel Ríos, por su parte, puso el toque más rockero, para ser fiel a su historia, con temas como "Bienvenidos", "Rocanrol bumerang" y el cover de Charly García "Nos siguen pegando abajo (pecado mortal)". En esos sets individuales fueron invitando a sus socios para crear dúos y tríos vocales, hasta llegar a los tramos en los que todos cantaron juntos algunos de los temas más clásicos de la discografía del asturiano, el catalán, la madrileña y el granadino.

También hubo piezas menos convencionales dentro del registro de cada uno, como "Marcianita", de Billy Cafaro, y "El último organito" (un tango que se escuchó en la voz de Serrat), antes de un final a toda orquesta con "Fiesta" y "La puerta de Alcalá", como era de esperar.

Claro que lo previsible no hace de El gusto es nuestro algo menos disfrutable.


http://www.lanacion.com.ar/2067423-un-viaje-nostalgico-con-cuatro-figuras-de-la-cancion-espanola

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