Joan Manuel Serrat en el Colón: La mágica noche de verano del hechicero catalán

Ciclo Únicos

Joan Manuel Serrat en el Colón: La mágica noche de verano del hechicero catalán

El cantautor catalán recorrió con excelencia y maestría parte de lo mejor de su repertorio, en formato sinfónico.

Eduardo Slusarczuk

21/02/2018 

"Gracias por hacer realidad este sueño de una noche de verano que vengo a disfrutar con ustedes". No pasaron más que cinco minutos desde que Joan Manuel Serrat recorrió ese no tan largo camino que separa el backstage del borde del escenario de un Teatro Colón colmado, para desandar los hermosos versos de La paloma y producir ese maravilloso efecto de encantamiento que ahora se prolonga a lo largo de Mi niñez y seguirá hasta dentro de un par de horas.

"Picados de viruela, huérfanos de escuela", canta Serrat, mientras la orquesta formada por maestros de la Sinfónica Nacional, la Filarmónica de Buenos Aires y la Camerata Bariloche, al mando de Joan Albert Amargós, balancea sus metales con sus cuerdas para que sobre las texturas que construyen las palabras del Nano fluyan y lleguen claras, nítidas, hasta el último rincón de la sala, que le devuelve un aplauso tras otro, cada vez menos contracturado.

Así transcurrió anoche el inicio del ciclo Únicos, que tendrá sobre el mismo escenario a una larga lista de cantantes y músicos populares, y que el catalán abrió de modo inmejorable. El triste y poético desenlace de De cartón piedra, la historia de amor de Penélope, la simple sabiduría de Aquellas pequeñas cosas, la belleza de Barquito de papel, el simpático desamparo con aires de vodevil de Benito; un repertorio sin fisuras, interpretado con maestría.

Serrat explota al máximo la famosa acústica del Colón; sí, enchufado, pero en un equilibrio perfecto entre la amplificación y la naturalidad de su modo. "Esta es una de las canciones en las que mis sentimientos se han visto reflejados de una manera más concreta", anticipa en español la versión en catalán de Pare (Padre).

"Qué pasa padre, que el río ya no es el río/...qué le han hecho al bosque, que no hay un árbol/...Padre, que están matando la tierra/ Dejad de llorar, Padre, que nos han declarado la guerra", recita sobre el piano del eterno Ricard Miralles, hasta que el ataque de la orquesta estremece hasta al más insensible, para que el nano comience a repasar cada estrofa en su idioma natal. Como lo hará con Paraules D' Amour en un rato.

Pero para eso falta que suenen Princesa, El carrusel del Furo, Las abarcas desiertas, de Miguel Hernández, esa obra maestra que es Pueblo Blanco, y Es caprichoso el azar, con la "grávida" Elena Roger como invitada. "Cómo canta, ¿no?", bromea al paso con Amargós.

Parado en el centro de ese escenario mítico, caminando con su mano en el bolsillo como Pancho por el Colón, con los puños cerrados para cantar verdades que duelen, bailoteando el vals -"uno, dos, tres..."-, levantando la vista hacia esos palcos infinitos. Así transita su mágica noche de verano el Nano sobre el tablado mayor de la Argentina, de la mano de Rafael Alberti, Carlos Guastavino, Hernández, y Antonio Machado.

Y alguno podrá decir que cualquiera que juegue con ellos en su equipo tiene afano, como si lo hiciera con Iniesta, Messi y Rakitic. Pero cierto es que si te tiran en el Camp Nou con esos monstruos al lado y no te sale una, se nota mucho mucho más. Y Serrat, a esta altura, pisa el Colón con la misma prestancia con la que Lío unas horas antes había pisado el área del Chelsea para sellar un empate que seguro el cantante festejó.

Sin embargo, quienes tardan en tomarle confianza al "estadio" son quienes están del otro lado, como testeando hasta dónde el Colón habilita el aplauso sin corset. Pero Cantares es el límite, a partir del cual el público desata su devoción y su primera enorme ovación. Mientras, el ostinato de los violines desemboca en una fanfarria metálica, las texturas se superponen y el entusiasmo crece golpe a golpe y verso a verso.

Los brazos de Serrat abiertos de par en par, como su sonrisa; la sala aplaude de pie. Y él que se despacha con su Balada de Otoño a solas con el piano de Miralles, combinando su condición de cantor y contador, que tan bien maneja. Que se embarca en su Mediterráneo, recorre las escalas de Bendita música y se mete entre los músicos para invitar a su Fiesta, que como siempre, marca que llegó el final.

Nadie quiere eso. El reclamo por más, al mejor estilo woodstockniano baja con tal fuerza de los palcos que por un momento el marco es más el del Luna Park, el Malvinas Argentinas, Obras o el Único de La Plata. Pero no; estamos en el primer coliseo argentino. Y el nano lo sabe, y va por más, aunque no mucho. "Nuestras ganas están en absoluta contraposición con nuestras posibilidades", bromea una vez más.

Y ahí va el redoble de La Saeta, para volver a estremecer a la multitud, mientras la voz del cantante crece a la par de la energía que carga el aire. "No eres tú mi cantar", repite una y otra vez, más y más fuerte. Hasta que queda con los brazos de par en par, en forma de cruz, la mirada apuntando hacia una de las cúpulas más bellas de la Argentina y más allá de las fronteras.

Besa la mano de Miralles y acompaña a Amargós hasta el piano. "A tres manos y dos piés", dice, se ríe, y emprende la recta final de su hechizo con una interpretación de No hago otra cosa que pensar en ti que remata con una ronquera sabinesca. Entonces sí, no hay más. Se acabó. "Ha sido un honor compartir esta noche tan emotiva con ustedes. Muchas gracias."

Faltaba más, Nano. Esta vez, el gusto, el honor, la satisfacción, el placer, el agradecimiento y unas cuantas cosas más es absolutamente nuestro. Y estamos encantados... de que así sea.

El Ciclo Únicos sigue el 21 de febrero con la segunda presentación de Serrat (entradas agotadas), el 22 y 23 con el DJ Hernán Cattáneo (entradas agotadas), también el 23 con Jairo y Ariel Ardit (22 horas), y con Horacio Lavandera + Miguel Ángel Estrella (16 horas), el 24 con las Elegidas argentinas y españolas, el 25 con Luis Fonsi (21 hs.), y el 2 de marzo con Rick Wakeman (19 horas) e Il Divo (22 horas). Entradas, por TuEntrada.com

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