domingo, mayo 06, 2018

Cuando Del Bosque conoció a Serrat: "En Cataluña teníamos que haber jugado al empate"




Cuando Del Bosque conoció a Serrat: "En Cataluña teníamos que haber jugado al empate"

ORFEO SUÁREZ Madrid
REPORTAJE GRÁFICO: ALBERTO DI LOLLIVÍDEO: DANIEL IZEDDIN | CARLOS ONETTI
5 MAY. 2018 03:34

En la previa del último Barça-Madrid de la temporada, el entrenador y el cantante hablan de música y de fútbol, de toros y, sobre todo, de emociones: "Son el motor de la vida"

También de la relación entre España y Cataluña: "Entre quienes deberían estar preocupados de tender puentes, observo desprecio, silencio y negación de la evidencia"

Hay algo reverencial en la mirada de Joan Manuel Serrat (Barcelona, 1943) cuando saluda a Vicente del Bosque (Salamanca, 1950). En ese instante, sus ojos son los del niño que sedujo a la guitarra mientras soñaba con la pelota. En su día de gloria en el terreno de juego, recuerda entre risas, se llevó una patada de Marquitos, el iniciador de la saga Marcos Alonso. Llama «profesor» a Del Bosque sin saber que una de sus frustraciones es no haber realizado la carrera de Magisterio. El fútbol se lo llevó de Salamanca en la adolescencia. Cuenta que jamás ha sentido tanta presión como la primera vez que se puso la camiseta del Real Madrid, como juvenil, en el Campo de la Mina, en Carabanchel. Ni siquiera en la final del Mundial. Serrat dejó su barrio, el Poble Sec, para ser un interno del bachillerato laboral en Tarragona. No ha podido olvidar el nombre del centro, Francisco Franco. 

Llega la primera coincidencia: uno de sus compañeros era Enrique Grande, hermano de Toni, segundo de Del Bosque en el Madrid y la selección. Esperaba continuar sus estudios en la Biología, pero la música le dijo que iban en serio. Serrat hace un alto en la gira Mediterráneo da Capo para dejar su refugio madrileño, en el Barrio de las Letras, y acudir a uno de los templos gastronómicos del fútbol, el Asador Donostiarra, cerca del Bernabéu. Repasa las fotos de los ex jugadores y acaricia el rostro impreso de Cruyff. La cita es una vieja deuda entre dos personajes que tienen en común la humildad marcada a fuego por el origen, la generación y una forma de entender la vida basada en las emociones. Si algo los diferencia es el equipo de fútbol, pero, pese a la radicalidad que los acosa, su Barça-Madrid, que mañana se disputa en el Camp Nou, no es un partido entre enemigos. Igual entienden la relación entre España y Cataluña dos hombres que, como canta uno de ellos, prefieren los caminos a las fronteras.

Pregunta. Si ya no nos servían los caminos, quizás nos han faltado puentes para evitar la situación en la que se encuentra Cataluña. 

Joan Manuel Serrat. Y nos siguen faltando: los puentes y la voluntad para tenderlos. Entre aquellos que tendrían que estar más preocupados por hacerlo, observo una tendencia al desprecio, al silencio y a la negación de la evidencia.

Vicente del Bosque. Todos han querido ganar sin darse cuenta de que esto no era un partido de fútbol. Había que intentar empatar. Escuchar a aquellos con los que discrepas es muy importante.

P. Usted, Vicente, recibió el premio Blanquerna de la Generalitat de manos del propio Carles Puigdemont...


VDB. Confieso que tengo muy mala visión de la jugada. En aquel momento pensé que se llegaría a un entendimiento.

P. ¿Qué se siente cuando después de haber luchado por su lengua, el catalán, durante el franquismo, ahora sufra los ataques de los independentistas?

JMS. Estamos a merced de los acontecimientos. Uno no puede ser querido por todo el mundo si tiene un rumbo determinado. El mío implica respetar el de los demás. La convivencia es eso, respetar el derecho ajeno al pensamiento.

VDB. Creo que los dos somos más de unir que de desunir.

EN UN PROYECTO COMÚN, ES ABSURDO CUANTIFICAR CUÁNTO TIENE CADA UNO DE PATRIOTA. INIESTA ES LA CATALUÑA DE TODA LA VIDA: GENTE QUE FUE A TRABAJAR Y TUVO HIJOS CATALANES
VICENTE DEL BOSQUE

P. ¿En la música y el fútbol se reproducen las discrepancias de este conflicto?

JMS. Si han existido discrepancias ha sido por el tipo de música, jamás por la procedencia. 

VDB. En la selección no tuvimos problemas, quizás alguno en momentos de tensión de Barça y Madrid. Luchábamos por un objetivo, por el interés común, y en esa situación es imposible y absurdo cuantificar cuánto tiene cada uno de patriota.

JMS. El fútbol es distinto, creo, porque la pelota tiene la capacidad de unirlo todo. Recuerdo, por ejemplo, el Mundial... La patada de De Jong a Xabi Alonso, la mano de Casillas ante Robben y, finalmente, el gol de Iniesta. Los jugadores trabajaron mucho para conseguir algo que ahora se nos hace fácil. Cuando escucho con la naturalidad que algunos hablan de ganar el Mundial de Rusia... Bufff. ¡Madre mía!

VDB. Hay un optimismo exagerado. Se debe a la influencia de los medios. Parece que si no se gana el Mundial es un fracaso, y el fracaso, ya en la fase final, no existe. Compiten 200 países por llegar. Ganarlo es único. Iniesta, que marcó el gol en la final, es un buen ejemplo de la Cataluña de toda la vida, adonde fue a trabajar gente de todas partes de España, de La Mancha, de Salamanca... y tuvieron hijos catalanes.

JMS. Mi madre era aragonesa, de Belchite...

P. Y muchos se hicieron seguidores del Barça, como usted. El més que un club pretendía ser una especie de respiradero durante la dictadura. ¿Qué posición debería tener el Barça en la encrucijada actual?

JMS. El Barcelona es y debe ser una sociedad plural que no es patrimonio de nadie, de ninguna forma de pensar, ni de ninguna forma de entender Cataluña y Barcelona.

P. Desde Cataluña se tildaba al Madrid como el equipo del franquismo.

VDB. Nunca tuve esa sensación estando dentro. Entonces el club estaba basado en el liderazgo moral de su presidente [Santiago Bernabéu]. Lo que dice Joan Manuel sobre el Barcelona sirve también para el Madrid: no es ni de ricos, ni de pobres. 

P. Usted es el ejemplo de que se podía ser de izquierdas y jugar en el Madrid.

VDB. ¡Por supuesto! Jamás me preguntó mi padre qué hacía jugando ahí.

LA CONVIVENCIA ES RESPETAR EL DERECHO AJENO AL PENSAMIENTO. EL BARÇA ES UNA SOCIEDAD PLURAL, NO ES PATRIMONIO DE NINGUNA FORMA DE ENTENDER CATALUÑA
JOAN MANUEL SERRAT

JMS. Teníais, además, a Raimundo Saporta, una persona muy inteligente. 

P. ¿Que recuerdos tiene usted de Del Bosque?

JMS. Nos hemos conocido hace poco. Se hacía respetar jugando y comportándose en el campo. Después lo ha hecho opinando, viviendo. De todas formas, los colores que viste un futbolista jamás han condicionado mi opinión sobre él. Una de las personas que más he estimado en el fútbol, además de Kubala, y con la que más me he reído, ha sido Di Stéfano, y no se podía ser ni más madridista, ni más argentino. Llevaba aquí media vida y parecía que acababa de salir de Barracas. 

VDB. Un gran jugador y un gran conversador.JMS. Creo que de Vicente supe por primera vez en aquel Córdoba que nos ganó por 1-0, con gol de Fermín, le quitó una Liga al Barcelona y, a pesar de ello, descendió [1972].

VDB. Sí, señor. Ganamos un partido en el que apenas habíamos llegado al área. Arbitraba Pascual Tejerino...

P. ¿Jugó usted también el día en que el Madrid perdió por 0-5 en el Bernabéu frente al Barcelona, en 1974? Es un partido inconográfico para el barcelonismo.
b
VDB. No. Lo vi en la grada.

JMS. Yo había comprado 10 entradas para ese partido, porque estaba en Madrid. Pensaba ir con todo mi equipo, pero no acabamos la grabación a tiempo y tuve que quedarme en el estudio, haciendo mezclas. Estaba muy cerca del Bernabéu, en la calle Alonso Cano. Les dí las entradas a los músicos. No podía poner la radio. Calculé cuando el partido habría acabado y salí a la calle a fumarme un cigarro. Cuando vi las caras de la gente pensé que, pese a todo, había sido un dinero bien invertido. Para los barcelonistas fue histórico. Estábamos acostumbrados a lo contrario.

VDB. Yo llegué esa temporada al primer equipo del Madrid, después de estar cedido, la misma que Cruyff al fútbol español. Estuve 11 años y en todo ese tiempo el Barça sólo ganó una Liga. 

P. ¿Cuando debutó como profesional?

VDB. En 1970, en el Castellón, pero en Segunda. Era un fútbol más romántico, sin despreciar lo de ahora.

JMS. Todo ha cambiado. La esencia del fútbol o la música, no, pero sí la forma de hacerla llegar a la gente. 

P. Pues nadie lo diría al presenciar su gira. Vuelve usted al Mediterráneo, al álbum que editó en 1971, cuando empezaba Del Bosque, y llena los teatros.

JMS. Simplemente, sigo la línea del mar, del hombre ligado al mar, del mar como duda, como maltrato, como puente que se convierte en frontera. Repaso todos los elementos que conforman el Mediterráneo, del cual yo formo parte en primera persona. He querido recuperar aquel trabajo de una manera total. Las canciones de aquel disco aparecen seguidas en el escenario, manteniendo los arreglos originales. Ha pasado mucho tiempo, pero me conmueve poder subir cada día a un escenario. Pienso en el público uno a uno, persona a persona.

EL MADRID NO ES DE RICOS NI DE POBRES. YO NUNCA TUVE LA SENSACIÓN DE QUE FUERA EL EQUIPO DEL FRANQUISMO. ENTONCES EL CLUB ESTABA BASADO EN UN LIDERAZGO MORAL
VICENTE DEL BOSQUE

VDB. Si algo tienen en común nuestras profesiones es la suma de experiencias, algún conocimiento, pero, sobre todo, emociones.

JMS. Recuerdo mi primer concierto en el Palau de la Música de Barcelona. Tenía sentimientos encontrados: la presión y el deseo de llegar adonde había soñado. Durante años, terminaba los conciertos con heridas, porque me clavaba las uñas. Ahora subo a ser feliz, no a sufrir. Lo pude superar cuando mi cerebro, mis uñas y mis manos llegaron a un acuerdo.

VDB. Creo que es bueno que exista ese nerviosismo. La motivación ante el público debe ser maratoniana y eterna, no selectiva. De otro modo es un fraude al público. No puede decirse hoy juego o canto mejor porque estoy en determinado lugar.

JMS. Para superar el miedo necesitas aislarte. El futbolista tiene que hacerlo, imagino, por todo lo que escucha, aunque no pueda volverse sordo. En el escenario, también sucede.

VDB. ¿Qué haces una hora antes de un concierto?

JMS. Voy a probar sonido. Bueno, lo llamamos probar sonido, pero significa más cosas. Cada lugar es diferente.

VDB.Yo tenía un entrenador que cuando llegábamos al vestuario, nos decía: «No palabra». Era yugoslavo. Estábamos una hora sin hablarnos. Pensaba que la activación llegaba de esa forma. Ahora, en cambio, los jugadores ponen una música ratonera. Retumba todo, pero a ellos les activa. Como entrenador, me tuve que adaptar, pero me salía, porque eso no había quien lo aguantara. 

P. No ponen Mediterráneo.

VDB. ¡Noooo! Por eso decía que cambian los tiempos. No tiene nada que ver con la madurez. Los jugadores de fútbol, de antes y de ahora, nos podemos llegar a atontar, pero en líneas generales hemos tenido gente sensata. Algunos han debido de espabilar y adaptarse a vivir fuera. Pienso en Fábregas, por ejemplo. No digo Cesc, porque no lo pronunció bien... Él se reía cuando le llamaba por el nombre, por eso dejé de hacerlo. Se fue al Arsenal, a Londres, siendo casi un niño y con 18 años ya era capitán. Había salido de un pueblo...

JMS. De Arenys... Pero no lo digas, que seguro que tampoco lo pronuncias bien. [Risas].

VDB. Mejor que no... En mi época éramos tímidos, refractarios a salir. En eso hemos mejorado muchísimo, como el país, en general. Exportamos talento.

JMS. Cantar por los pueblos, precisamente, fue mi escuela, donde hice el recorrido más difícil y el que más me influyó.

P. Entonces cantaba siempre en catalán, como miembro de la Nova Cançó. Incluso dijo no a cantar el La, La, La en castellano [1968]. ¿Cuándo decidió empezar a hacerlo?

JMS. Cuando decidí dedicarme profesionalmente a la música, algo que antes no me había planteado. Pensaba terminar mis estudios de Agricultura y después de Biología.

VDB. ¿Te has arrepentido de alguna canción que hayas hecho?

JMS. Arrepentirme no, pero alguna no la pondría en ninguna antología. Son como los malos partidos.

VDB. A mí también me preguntan ahora si hubiera llevado a este o aquel jugador. Quizás alguna vez me equivoqué, claro...

JMS. Mira el problema que tiene Julen [Lopetegui]...

VDB. Tendrá que elegir a jugadores en función del estilo, pero también a aquellos que supongan un contrapunto al estilo. No necesitamos sólo futbolistas que vengan a pedir el balón, también a otros que hagan el campo más grande.

JMS. Y a gente de pico y pala.

SOY UN ENAMORADO DE JOSÉ TOMÁS. ME EMOCIONA SU EXCESO AL CORTAR EL ESPACIO AL TORO, SU VALENTÍA. NO HE SIDO NUNCA ANTITAURINO, PERO SUFRO POR MIS AMIGOS TOREROS
JOAN MANUEL SERRAT

P. Ustedes vienen del pico y la pala.

JMS. Lo importante es que tuve una familia, que es lo que me permitió afirmarme, y tuve un barrio.

VDB. Yo me crié en una plazuela que era nuestro mundo. Si tenía un balón y una pared, era la leche. Y si ya tenía unos amigos para jugar un partido, la repera. Pero recuerdo la vida de mis padres, dura, muy dura. Era la época de la leche en polvo, el queso amarillo...

JMS. La primera vez que abrí un grifo y salió agua caliente fue extraordinario. Tengo una foto de mi primer baño en una bañera. Y eso que en mi casa éramos unos privilegiados, porque mi padre trabajaba en la Catalana de Gas y, cuando cortaban la luz, teníamos bombillas de gas. No nos parábamos a contar lo que no teníamos, porque no sabíamos que existía. Cuando evoco mi niñez, de todas formas, la recuerdo de forma fantástica.

P. La patria es la infancia, decía Rilke.

JMS. Con mucho acierto.VDB. Como no podíamos ir de veraneo, tomábamos el fresco. En todas las conversaciones salían el fútbol y los toros.

P. Su gran ídolo era, de hecho, un torero.JMS. ¿Quién?

VDB. Santiago Martín, el Viti. Tuve la oportunidad de conocerlo al cabo de los años. Un caballero en todos los sentidos, que representa muy bien a la provincia de Salamanca. Un hombre íntegro y recto.

JMS. Yo he tenido la mala suerte de tener amigos toreros, y digo mala suerte porque no he podido superar el miedo de verlos torear en la plaza.

P. Ya no podrá hacerlo en Cataluña.

JMS. En lo que a mí respecta, nunca he sido antitaurino. Soy un enamorado de José Tomás. Me emociona su exceso al cortar el espacio al toro, su valentía. 

VDB.Volvemos a las emociones, que son el motor de la vida.

JMS. Nuestra vida, Vicente.


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