lunes, marzo 18, 2019

Serrat habla de su Mediterráneo y del público de Medellín

Serrat habla de su Mediterráneo y del público de Medellín

ElColombiano
18/3/2019

Joan Manuel Serrat tiene 75 años y por ahora no piensa en el retiro. En próximos días termina una gira que duró casi un año. FOTO cortesía
Claudia Arango Holguín

Cuando habla de Medellín, Joan Manuel Serrat recuerda todos los escenarios que ha pisado en la ciudad y agradece que esta tierra le haya abierto las puertas desde que se lanzó a recorrer el mundo con sus canciones, por allá a finales de los 60. Hoy, con 75 años, sigue de gira porque “soy un superviviente”. Así lo dice al otro lado del teléfono cuando se le pregunta sobre su música y sus letras, tan vigentes que han tocado a varias generaciones.

Desde Guatemala y en medio de la gira conversó con EL COLOMBIANO sobre los concierto que dará el 21 y 22 de marzo en el Teatro de la Universidad de Medellín para celebrar el aniversario de su querido álbum Mediterráneo.

¿Cómo percibe la evolución del público que lo ha acompañado en estas casi cinco décadas?

“Sabes, yo no percibo al público como una unidad, sino como muchas unidades que se suman y por tanto cada quién habrá evolucionado como habrá podido y querido o como le habrá permitido la vida. No creo que haya habido un único público, no es algo global o unitario”.

Siempre habrá gente nueva en sus conciertos...

“Evidentemente y siempre hay gente que aparece. La humanidad es tan frágil que algunos llegan y otros se van”.

¿Qué recuerda usted de esa época en que Mediterráneo, el disco, se estaba construyendo en su cabeza, teniendo en cuenta en que la gira exalta este álbum?

“Hace 48 años que escribí las canciones de Mediterráneo y espero poder tener una memoria que no engañe demasiado. Eran tiempos muy ilusionantes porque yo también estaba muy ilusionado, eran tiempos muy vivos porque yo estaba muy vivo. Tuve la suerte de poder compartir una serie de experiencias muy interesantes en los años 60 y 70 que fueron tanto en España como en América y Europa, tiempos de grandes cambios, esperanzas y de grandes propuestas. Sin duda el haber tenido ‘veinti’ tantos en aquella época tuvo su importancia, uno andaba con las pilas muy cargadas y muy nuevas”.

¿Usted cómo siente esas composiciones que tienen 48 años?

“Yo no las he recuperado por nostalgia, son canciones que no me han abandonado nunca, siempre han estado presentes en los repertorios de los conciertos, unas u otras en mayor o menor medida y esta es la razón por la que yo planteo este volver a Da Capo, al principio de estas canciones porque siempre han estado ahí, han sido temas que han estado muy presentes en la memoria colectiva”.

Por eso se llama la gira Mediterráneo Da Capo...

“Da Capo es una expresión musical italiana que significa volver al principio y es lo que hace este concierto, un repaso, es la manera de hacerles un homenaje”.

En Medellín se le recuerda con cariño ¿Qué memorias tiene usted del público de esta ciudad?

“Yo fui a Medellín en mis primeras visitas a Colombia y nunca dejé de pasar por esta ciudad en todos y cada uno de mis viajes. Me alegra mucho que me diga que la gente me tiene un gran cariño, me gustan los amores de ida y vuelta, los amores compartidos. Para mí ha sido siempre una tierra muy cercana porque es una muy afín a la música, el paisa es muy dado a la serenata, a cantar. Mis recuerdos son muy ligados a eso. He pasado en Medellín por todo tipo de escenarios”.

Esta gira que comenzó en abril de 2018, tiene mucho camino recorrido...

“Ya casi termina, en Bogotá, el 25 de marzo”.

Y ¿cómo la ha vivido?

“Muy hermosa, es un concierto muy cómplice este que hacemos y no podía andar de otra manera que no fuera así. El terminar las giras tiene una parte un tanto melancólica pero sin duda hay que quedarse con la más brillante que es haber llegado al final y haberlo hecho con la gente. Y mire, todo lo que empieza se acaba y se termina siempre para empezar otra cosa nueva”.

Tiene mucha energía...

“No me puedo quejar, tengo muchas energías porque tengo muchas ilusiones, las ilusiones potencian la energía y viceversa. La ilusión no es algo que viene dado con tantas cosas, es como la libertad que hay que alimentarla y ganársela cada día”.

¿Cree que su música se ha adaptado a estos tiempos sociales y políticos tan convulsos?

“No tengo la menor idea ni me interesa en lo más mínimo. Nunca he hecho música para que se adapte al tiempo que le toca. La música en aquel tiempo se alimentó y nació de esa manera. Nunca he hecho la reflexión de decir si será adaptada o no al tiempo que corre ni a las gentes que la escuchan. No hay nada que vaya más directamente al fracaso que tratar de hacer las cosas solamente para complacer el gusto de los demás”.

Ha dicho que cuando deje de disfrutar lo que hace será el tiempo de decir adiós...

“Este oficio nuestro es complicado y sobre todo luce a veces más de lo que realmente soporta. Cuando uno elige hacer algo ha de hacerlo con felicidad, con ilusión. Hacerlo a desgana es complejo pero creo que hay quehaceres más complicados para hacer con apatía y este de subirse a un escenario para cantar y crear este círculo emocional con la gente, no se puede hacer con desgana. No recomiendo hacer nada así pero no soy tan iluso porque lamentablemente mucha gente hace lo que puede para sobrevivir no sería correcto por mi parte se tan drástico en ese sentido”.

¿Qué ha sido para usted Mediterráneo el espacio y Mediterráneo el disco?

“Mediterráneo es mi espacio natural, me reconozco un hombre de mar, aunque no navegara. Me gusta el espacio del mar, lo que este representa, soy feliz y agradecido por haber nacido y haberme criado en el lugar que me tocó nacer. Amo aquellas tierras, el espacio y me duele mucho la situación en que se encuentra, en la que vive su gente, migrando por causas bélicas, de muerte, de hambre. Mediterráneo no solo es un espacio bello es contaminado químicamente y espiritualmente. Y el disco, es uno de los trabajos más gratificantes que he hecho por la respuesta que me ha dado, lo que me ha aportado como artista y como ser humano”.

Feliz regreso a Medellín...

Muchas gracias, tengo muchas ganas de llegar a tierras paisas. Un espacio con gente a la que le tocó sufrir mucho y con la cual he compartido amores, dolores, sueños y colores sobre todo. Es una tierra fértil, hermosa a los ojos y al corazón”.


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