El olivo gorbino que Serrat trasplantó en Tarragona
El escritor Félix Teira Cubel le consiguió un árbol centenario del campo de Belchite al cantante que será investido Doctor 'Honoris Causa' el viernes
ACTUALIZADA 26/02/2020 A LAS 01:00 ANTÓN CASTRO
El olivo gorbino que fue de Belchite al campo de Tarragona al Mas Perinet de Serrat.Sara Fernández/Perinet.
Este viernes 28 la Universidad de Zaragoza le otorga el grado de doctor 'Honoris causa' a Joan Manuel Serrat. El compositor y cantante ha recibido varios galardones de Aragón. Fue Premio Isabel de Portugal y Medalla de Oro de Zaragoza, y también fue galardonado por la Fundación José Antonio Labordeta.
Labordeta y Serrat compartían vínculos por parte de madre con Belchite. «Mi abuelo era secretario del juzgado y lo mataron durante la Guerra Civil. Lo mataron las tropas nacionales a él, a mi abuela y a 30 familiares más. Veo perfectamente el primer día que fui a Belchite, con 5 o 6 años, de la mano de mi madre. Me llevó en el tren de Utrillas en cuanto se atrevió a superar aquel recuerdo tan desgarrador», contó Serrat a HERALDO.
"Veo perfectamente el primer día que fui a Belchite, con 5 o 6 años, de la mano de mi madre. Me llevó en el tren de Utrillas en cuanto se atrevió a superar aquel recuerdo tan desgarrador"
Quizá sean estas las historias más conocidas de Belchite y Serrat, que también vivió en las Delicias, en Zaragoza, y en Jaca, donde hizo el servicio militar. Hay otra más reciente, igual de conmovedora: el cuento de un olivo gorbino que Serrat adquirió en Belchite y trasladó al Mas de Perinet (provincia de Tarragona), que inauguró hacia 1998 y que vendió en 2014 a un grupo de inversiones. Sara Fernández, empleada de la bodega Perinet, tiene la cortesía de mandar una foto del árbol hoy para Heraldo.es
Detrás de la narración del gorbino está el escritor y profesor Félix Teira Cubel, nacido en Belchite. "Un día me llamó Javier Lambán, entonces presidente de la Diputación de Zaragoza, y me dijo que Serrat quería una olivera de este tipo para su nueva bodega". Félix, que tiene una silla para leer bajo la sombra de un gran olivo en el pueblo, explica que el gorbino es un árbol muy especial en unas tierras donde domina la variedad de empeltre, y conviven con la royala y la arbequina. Los dueños de campos de olivos pueden tener un 5 % de piezas de esta variedad.
"A veces se suele decir 'tengo uno, dos o tres olivos gorbinos en un corro'. Dan unas olivas que se comen recién recogidas del árbol, cuando ya están maduras y se arrugan. Las recoges y les das un mano o un soplo de sal, y están riquísimas. Olivas gorbinas y vino de Lécera es un menú maravilloso. Por eso hay un dicho: 'Con un cedro y la gorbina, ya se hace la vida'”, dice.
Félix Teira Cubel, un personalísimo e intenso escritor, logró comprar un gorbino para Joan Manuel Serrat. "Creo que costó 10.000 pesetas de entonces. Hablo del 2000 o así. Sesenta euros de ahora. Busqué un transportista y él se preocupó de arrancarlo y de llevarlo en un camión góndola, y de dar algunos consejos para trasplantarlo y su conservación", añade.
Algún tiempo después, en la cena de los Premios Isabel de Portugal de 2004, Félix Teira coincidió con Serrat. Hablaron del olivo y de la madre del cantante. "Serrat me dijo que su madre tenía una relación de amor y odio con el pueblo, y a la vez siempre cantaba canciones de allí. Luego hablamos del gorbino. Me di cuenta de que era un árbol importante para él. Un poco mágico", evoca. Quizá sea, también, un árbol terapeútico.
Serrat vendió sus tierras en 2014. Ahora son Perinet a secas. Hay muchos olivos jóvenes entre los viñedos centenarios, pero sigue estando el gorbino que mira los campos y el celaje con nobleza antigua. El espíritu de Aragón en tierras de uvas en Tarragona.
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