miércoles, abril 22, 2009

Serrat de tú a tú


Serrat de tú a tú

El músico catalán desvistió las piezas clásicas de su repertorio durante dos horas en una actuación marcada por la cercanía y el humor ante un auditorio lleno.

EDUARDO TÉBAR No desnudo al cien por cien, pero sí en paños menores. Así se presentó Serrat anoche en el Palacio de Congresos de Granada. Una guitarra acústica y la íntima compañía del pianista Ricard Miralles bastaron al cantautor barcelonés para presentar sus composiciones de toda la vida sometidas a un ´lifting´. El pionero de la Nova Cançó, tanguero advenedizo, voz de poetas y hermanastro de los trovadores latinos ha cambiado los atavíos de sus temas en innumerables ocasiones a lo largo de sus 45 años de singladura.

Dos años después de volar con Sabina -en la gira ´Dos pájaros de un tiro´-, el ´Noi del Poble-sec´ volvió bajo la máxima del menos es más. Ya no tan ´noi´ y en formato reducido, su voz sonó como la recordaban los allí presentes en los vetustos vinilos. Rugosa unas veces. Aflautada otras. Pero con la sinuosidad mediterránea intacta.

Con menos pelo que en los setenta, Serrat afronta la tercera edad con amiguismo hacia un público al que tutea. Sí, porque muchos de sus seguidores antiguos ya son abuelos. Algunos por cierto, acudieron al recital con los nietos. "A ver al tito Joan Manuel". Un acto de transmisión generacional insólito en España. Porque Serrat gana por goleada en la competición de autores domésticos. Esos con los que uno se cría. Los que se escuchan en el útero materno y después protagonizan la educación sentimental de padres e hijos.

Guiño a Machado. Ante un auditorio rebosante, arrancó ´caminando´ a la manera de Machado. Sencillo: vaqueros, camisa gris y sobrado de gratitud. "Resulta inevitable volver a los lugares donde hubo algo que compartir", reveló el catalán en un tono de sinceridad latente durante las dos horas en las que extendió concierto con una ingeniosa locuacidad. En serio, ´El Club de la Comedia´ tendría en él un filón.

"El hombre que no sabe sonreir, no debería abrir una tienda. Por eso, el maestro Miralles podría abrir un Corte Inglés", bromeó para introducir al virtuoso y versátil pianista. Capaz de enverdecer piezas poco lucidas del último decenio, como ´Me gusta todo de ti, pero tú no´, a la que imprimió una cadencia blusera. O la ´swingueante´ lectura de ´Fantasmas del Roxy´.

Como los grandes de otras latitudes, Serrat se ciñó sólo lo justo a las gemas obligadas de su repertorio. Quiso dignificar su obra siglo XXI. Recuperó momentos de los ochenta y los noventa (´De vez en cuando la vida´, ´Esos locos bajitos´, ´Y el amor´). Y dejó para la traca final el período ´Mediterráneo´, cumbre de su carrera. La creación total. Las reflexiones supremas que la canción autoral hispana ha dedicado a la vida, la muerte, la amistad, los montes y el mar. Melodías imperecederas y de una briosidad suprema.

´Aquellas pequeñas cosas´ -ariete del álbum, también popular en la adaptación de Ketama- y ´Romance de Curro El Palmo´ pusieron broche a una velada en familia.



Información de: http://www.laopiniondegranada.es/

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