La voz de Serrat revivió anoche la obra de Miguel Hernández en la Angelópolis
10 de febrero de 2011
YADIRA LLAVEN
La vida y obra del poeta Miguel Hernández, quien nació hace un siglo, fueron revividas la noche de ayer en voz del cantautor catalán Joan Manuel Serrat. El recital titulado Hijo de la luz y de la sombra congregó a más de 3 mil personas en el Complejo Cultural Universitario (CCU).
Fue un recibimiento cálido por parte de los poblanos. Desde hace tiempo, en el CCU no se veía que la gente hiciera largas filas, que llegaban hasta el estacionamiento, para poder escuchar a su intérprete favorito, como sucedió anoche.
Esta movilización ocasionó que entre las 19 y 20 horas, el cruce de la vía Atlixcáyotl y Cúmulo de Virgo se creara un cuello de botella del exceso de automóviles que transitaban rumbo al espectáculo.
Muchas veces la música divide a las generaciones, porque algunos artistas o géneros se consideran exclusivos para determinados sectores sociales, pero Serrat demostró que las buenas canciones y sus mejores intérpretes, pueden romper las barreras convencionales.
Después de la hora anunciada, casi a las 21 horas, la voz de Serrat abrió el telón con el poemario Llegó con tres heridas: la del amor, /la de la muerte, / la de la vida./ Con tres heridas viene:/ la de la vida,/la del amor,/la de la muerte./Con tres heridas yo:/la de la vida,/la de la muerte,/la del amor.
“Buenas noches a todos. Iniciamos festivamente con esta propuesta bajo el título de Hijo de la luz y de la sombra, que reúne un manojo de poemas de Miguel Hernández”, dijo al auditorio que recibió de pie al catalán.
Con un mano a mano de poemas de Hernández, el cantautor comentó que era el momento “para celebrar y homenajear con júbilo al poeta nacido en 1910 y muerto a los 31 años de edad en las cárceles franquistas”.
Desde ahí, la gente se engarzó en este recuento musical–poético, y Serrat cedió el protagonismo a Miguel Hernández, quien habla y también canta.
Una parte del recital estuvo destinada a los temas de Hijo de la luz y de la sombra, segundo disco dedicado al literato; y la otra fue un recorrido por sus canciones más representativas.
A lo largo de dos horas, Serrat deleitó con los temas La palmera levantina, Elegía; Si me matan, bueno, Para la libertad y, por supuesto, Hijo de la luz y de la sombra. Culminó así la primera parte de la nueva propuesta.
Y luego vinieron los éxitos entrañables: Cantares, Mediterráneo y Hoy puede ser un gran día, por recordar algunos, para concluir con Penélope.
Este año se cumplió el centenario del nacimiento del poeta Miguel Hernández, a quien Serrat ya le había dedicado un disco a sus poemas en 1972. Sin embargo, cuatro décadas después decidió volver a sus versos con otro disco, acompañado de una gira.
Imagen e información http://www.lajornadadeoriente.com.mx/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario