Ovacionan de pie a Joan Manuel Serrat
06 de febrero de 2011
Nayeli Durand
Una luz color celeste iluminó el escenario y un preludio instrumental abrió paso al compositor español que apareció declamando un poema de Miguel Hernández. Así comenzó el concierto que Joan Manuel Serrat ofreció el viernes en el Auditorio Nacional, en la ciudad de México.
Al momento de aparecer sobre el escenario, ataviado en colores oscuros, fue recibido con una ovación que el cantautor agradeció con una reverencia, para luego sentarse en un banquillo.
Con estas primeras palabras el español cumplía con lo que había dicho días antes de homenajear por segunda ocasión a Hernández, por todo lo que dice que le ha procurado a lo largo de tantos años.
“Con una propuesta del Hijo de la luz y de la sombra, que reúne poemas de Miguel Hernández, nacido en Orihuela en 1910 y fallecido en las manos del franquismo”, fueron las palabras que dedicó el cantante al homenaje realizado a la obra de este escritor perteneciente a la generación del 36.
De sombra en sombra vengo fueron los primeros versos que anunciaron la primera canción con la cual daba inicio el concierto.
Imágenes del franquismo
Acompañado de su violinista, Marta Roca; del guitarrista Israel Sandoval; del bajista y vilonchellista Daniel Caselles; el baterista Vicente Clemente; Ricardo Merallas en el teclado, y Josep Mas “Kitslus”, tecladista, Joan Manuel Serrat interpretó su más reciente repertorio integrado en el disco homónimo al homenaje realizado a Hernández.
Cada canción fue acompañada de imágenes alusivas a la España franquista, como la contradicción de un país industrializado en contraposición del subdesarrollo social.
Previo al intermedio musical, el cantautor interpretó “Para la libertad”, donde en la pantalla posterior aparecían rotativas que marcaron los movimientos españoles más trascendentales de la época franquista.
Esta fue una de las canciones más ovacionadas por el público. Entre cada canción, Serrat declamaba algunos versos que aludían a su interés social y contestatario:
“Dicen que matar a un hombre se llama homicidio, pero matar a miles se le dice patriotismo”, bromeó el intérprete de “Aquellas pequeñas cosas”.
“Mediterráneo” y “Recuerdos” fueron algunos de los temas que hicieron eco dentro del recinto, con capacidad para cerca de 10 mil personas y que lució lleno.
El español fue interrumpido en varios momentos para recibir, de algunos asistentes, flores, cartas y chocolates, que agradeció: “A México yo le tengo un especial aprecio”.
Al interpretar “Señora” dijo que a su edad no le importa hacer el ridículo, que si la sigue cantando es porque a “la gente de su época” le despierta una especial añoranza a su juventud. Ante la insistencia del público Serrat fue llamado en dos ocasiones al escenario, para concluir con “Penélope” y “La fiesta”.
Imagen e información http://www.eluniversal.com.mx/
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