Serrat deleita a la capital
El español ofrece en el Auditorio un emotivo concierto
6 febrero 2011
Joan Manuel Serrat tiene con su nombre y su historia para atraer a tanto público como quiera, y con el que le basta para llenar el Auditorio Nacional.
Así lo hizo anteanoche en el inmueble de Paseo de la Reforma de la capital, donde sólo faltaron algunos asientos para que estuviera a su máxima capacidad, publica el periódico "Reforma".
Vestido de mezclilla, camisa azul y saco oscuro, el catalán de 67 años apareció en el escenario para conquistar a todos los que fueron a escucharle sus nuevas canciones y las ya conocidas. A los que fueron a inspirarse con él, a emocionarse con él.
"Gracias por esta noche, que es maravillosa", expresó Serrat.
En la primera parte del concierto, que duró casi tres horas, el músico, poeta y compositor se concentró en las canciones basadas en los poemas del desaparecido filósofo Miguel Hernández, y sobre quien hizo el disco "Hijo de la luz y de la sombra".
"La palmera levantina", "Las abarcas desiertas", "Dale que dale", "El hambre" y "Nanas de la cebolla", además de la que da nombre al material, fueron algunas de las piezas que contó en su programa, y algunas decidió aderezarlas con un poco de historias sobre ellas o una breve introducción.
Hizo un breve intermedio de no más de cinco minutos para luego regresar con "Tarrés" y recordar una anécdota sobre ése que llama su "otro yo".
"Ahora que hacía maletas puso ropa de verano, y yo dije, 'no va para Ciudad Juárez', creo (por el frío que hace)... así que yo echo otras cosas ahí", expresó.
Recibió de parte de algunas de sus admiradoras un ramo de rosas, una carta y hasta unos libros en una bolsa de regalo. Los agradeció y contó anécdotas, enamoró a su gente.
En la parte final interpretó "Sinceramente tuyo", "La princesa", "La bella y el metro", "No hago otra cosa que pensar en ti", "Señora", "Cantares", "Penélope" y "La fiesta" con los que hizo que la gente se fuera más que satisfecha por su presencia y su visita.
En una entrevista previa con Televisa, Serrat apuntó que durante largos años ha mantenido una relación de amor con México y recordó cuando llegó a recorrer durante cuatro meses el país junto con su banda a bordo de un camión.
Prueba superada
Sobre la salud, señaló que ahora se encuentra bien y recordó que cuando en 2004 tuvo que enfrentarse al cáncer, lo primero que pensó fue: "¿Por qué me tocaba a mí?", pero después superó ese trance. Acerca de cuándo volverá a cantar con Joaquín Sabina, dijo que no lo tienen previsto, aunque recordó que hace cinco días se reunió con él.
Imagen e información http://www.yucatan.com.mx/
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