jueves, marzo 31, 2011

Marcos Ana | Poeta y compañero de cárcel de Miguel Hernández

Marcos Ana Poeta y compañero de cárcel de Miguel Hernández

«La victoria de todos sería la de tener clara la historia de los dos bandos»


31.03.11

«Que la Falange y Manos Limpias logren evitar una investigación demuestra que nuesta democracia todavía anda en pañales».

Marcos Ana Poeta y compañero de cárcel de Miguel Hernández .


Marcos Ana, poeta y compañero de cárcel de Miguel Hernández, tras 91 años de luchas, cárceles, torturas y compañeros fusilados, no sorprende solo por su físico, por su historia o por sus recuerdos. Sorprende, sobre todo, por su juventud. Una juventud que demuestra en sus palabras, en su manera de hablar de las ideas, en la forma en que expresa sus ideales por los que tanto ha luchado, lucha y luchará. Un joven nonagenario que habla del pasado como una mera etapa hasta llegar al hoy y para mirar al futuro. Un ejemplo vivo que desprende vida.

-¿Qué homenaje cree que merecen las víctimas del franquismo?

-El mejor homenaje que podemos hacer es no olvidarles y seguir luchando por los ideales por los que muchos murieron y por los que otros sufrieron una dictadura de manera muy directa. Me considero un hijo de la solidaridad por los 23 años que viví en las cárceles y porque nada más salir me dediqué a llamar a las puertas del mundo, a hacer ver a otros gobiernos lo que sucedía en España y a despertar a los que dormitaban, a despertar una solidaridad hacia los presos, porque no me podía sentir libre mientras quedara un compañero prisionero.

-¿Qué opinión le merece la polémica sobre la Memoria Histórica?

-Que todavía tenemos una democracia que va en pañales. La memoria de los vencidos no está construida y la de los vencedores todavía se encuentra latente en los entresijos del poder. Un ejemplo es el caso de Garzón, que cuando quiere ahondar en ello lo echan del Supremo. En el mundo se frotan los ojos cuando ven lo que sucede en España. Que la Falange y el grupo Manos Limpias todavía tengan el poder de evitar esas investigaciones me parece que demuestra el estado de nuestra sociedad actual. La victoria de todos sería la de tener clara la historia de los dos bandos.

-Ha venido a Alicante a rendir homenaje a las víctimas del franquismo y a rodar un documental donde visitará los lugares donde estuvo preso. ¿Qué significa volver a esos lugares?

- Fui detenido en 1929, en este mismo mes, en Alicante. Después me llevaros al campo de Los Almendros y al de Albatera. Viví todo aquello y quieren que siga un testimonio vivo. No obstante, recuerdo aquello como una etapa más de mi vida. Como la cárcel. Sentí la cárcel como una universidad. Aprendí mucho, aprendí sobre todo la dignidad de los hombres y recuerdo aquellas etapas como una más de la vida, ni con siquiera tristeza. Sé que mi vida fue la de un revolucionario y tenía que pagar un peaje por ello. No me gusta llorar por el recuerdo, si no seguir luchando.

-Cuando salió de la cárcel, Manuel Fraga editó un folleto en el que le llamó asesino. ¿Ha hablado con él?

- Nunca he hablado con él ni tengo interés. Es verdad que el folleto se realizó para taparme puertas, porque desde que salí de la cárcel que me seguí moviendo y me recibían los jefes de estado y los parlamentos y hacía daño a la dictadura. Por eso la campaña, para mancharme.

- ¿Fue la poesía una válvula de escape durante su reclusión?

- Era un arma más para luchar por la libertad mía y de mis hermanos. Crear es un placer aunque sea en la cárcel. La suerte que tuve es que salieron mis versos clandestinamente de la cárcel y con la ayuda de otros poetas, como Alberti o Neruda, se difundieron. Extendieron mi nombre y facilitó mi libertad.

-Su último libro lo publicó hace tras años. ¿Sigue escribiendo?

-Sigo escribiendo artículos y cosas así. Pero tengo bastantes poemas sueltos y quiero hacer una antología de ellos para ver si sale en la feria del libro de Madrid, que será en mayo.

-En su página web se lee, como su máxima de vida, la frase «Vivir para los demás es la mejor manera de vivir para uno mismo». ¿Cree que se están perdiendo estos valores, sobre todo en los jóvenes?

-Soy feliz con ello. Cuando haces de tu piel el perímetro del mundo te conviertes en un ser egoísta. Pero cuando miras a lo lejos y piensas en los demás, es una manera de ser feliz. Al final lo que buscamos en nuestra vida es ser felices y estar satisfechos, y yo lo soy y lo estoy. Es cierto que se están perdiendo algunos valores por el capitalismo, que nos atomiza y nos está convirtiendo en pequeños conservadores de nada. La gente habla de su hipoteca o del seguro del coche y eso es producto del sistema y les extirpa valores. Los jóvenes están confundidos, pero no dormidos. Están esperando un mensaje concreto que les aclare los caminos. Piensan que la política es un circo, pero todo esto se soluciona con los mensajes y los valores correctos.

-En los países del Magreb hay gente que lucha por lo que usted lo hizo y sufre como usted lo hizo. ¿Qué piensa de esas revueltas?

-Es un amanecer en la lucha por la libertad, como sucede también en América latina. Están avanzando hacia su libertad, hacia la independencia y creo que lo más importante que se extrae es que los pueblos, si quieren, pueden.




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