Serrat: «Un poema puede ser cantado y una canción, poesía»

Serrat: «Un poema puede ser cantado y una canción, poesía»

El cantautor catalán recogió ayer en Grado, el Premio Aula de las Metáforas en un acto emotivo, concurrido, humorístico y poético

14.04.11 - 03:20 - ALBERTO PIQUERO

El Aula de las Metáforas entregó ayer en Grado el galardón correspondiente a su segunda edición, que recayó en el cantautor Joan Manuel Serrat. Un premio unánimente asumido, como demostraron no sólo las intervenciones de quienes le precedieron en el uso de la palabra, sino los mensajes remitidos por aquellos que estando ausentes, también quisieron sumarse al reconocimiento, mediante correos tan elogiosos como fraternales, firmados por Antonio Gamoneda, Luis Eduardo Aute, Amancio Prada, Luis Alberto de Cuenca o Víctor Manuel.

En un encuentro preliminar, el autor de 'Hijo de la luz y de la sombra', disco inspirado por la poesía de Miguel Hernández, que le hizo acreedor a este homenaje, departió con EL COMERCIO, explicando las buenas vibraciones que le ha producido su reciente gira iberoamericana, «de agradable brega», y poniendo en común el hecho poético junto a la canción popular: «Ambos se proponen conmover. Y aunque cada cual tiene sus herramientas, un poema puede ser cantado y una canción puede albergar poesía».

De Miguel Hernández, destacó en su faceta literaria la capacidad «para crear un mundo propio», mientras que respecto de los rasgos humanos que definieron al poeta de Orihuela, señaló su fuerza «para levantarse una vez y otra durante una vida catastrófica, en la que las pérdidas no le obstaculizaron seguir adelante. Ya desde niño, cuando se le impedía ir al colegio o asistirse de una luz para leer. O la muerte de su hijo, a los diez meses; el espanto de la guerra, la derrota, el abandono, la cárcel, su larga agonía... Y a pesar de ello, seguir escribiendo. Con esperanza que nadie podía doblegar. Ahí está su último cancionero, de hombre y poeta esencial, sin adornos ni florituras, entregado a lo sustancial».

El director del Aula de las Metáforas, Leopoldo Sánchez Torre, afirmó que Serrat «poniendo voz a los poetas, nos ha puesto voz a todos nosotros». Por su parte, el fundador y presidente del Aula, Fernando Beltrán, en un discurso luminoso, aludió al Mediterráneo, «en el que nos bautizaste a todos».

El poeta Luis García Montero se refirió a «la educación sentimental» que ha proporcionado a varias generaciones, solicitando, en frase traída de Joaquín Sabina, que en justa reciprocidad «nos quitemos el sombrero y nos pongamos de rodillas», con el buen humor inteligente que presidió el acto, en el que la poesía se hizo de dimensiones humanas y los aplausos del público que llenó la Capilla de los Dolores brotaron con la emoción de quienes profesan admiración terrenal a Serrat. Hasta el día acompañó, en una tarde plena de sol, aunque Serrat, por si acaso, vino con paraguas. Humor, amor y poesía.



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