Sabina y Serrat, pájaros encantadores
Ante unas 7000 personas los cantautores españoles dieron su primer show en Buenos Aires. En Córdoba actuarán el 30 y el 31. Te adelantamos cómo es el concierto.
Por Santiago Giordano 18/03/2012
Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina volvieron a Buenos Aires y como para saludar se brindaron durante más de tres horas. El sábado, los cantautores españoles ofrecieron el primer show de una larga serie prevista en el Luna Park; un collar de conciertos que ya pasó por Salta, Tucumán, Neuquén, Bahía Blanca y Junín, y que se prolongará en la Capital Federal hasta el 28 de abril, con pausas para salir a Rosario (21 y 25), a Córdoba (el 30 y 31) y a Resistencia (el 9 de abril). Cantando, gritando, sacando fotos y aplaudiendo, unas siente mil almas renovaron su incodicional afecto hacia dos muestras de lo más argentino que produjo España en las últimas décadas. Serrat y Sabina llegaron juntos al país por segunda vez para presentar Dos pájaros contraatacan. Junto a aquellas canciones queridas y asumidas casi como propias por un público cuya fidelidad es por momentos conmovedora, estuvieron algunos de los temas de La Orquesta del Titanic, un disco con canciones nuevas compustas en colaboración.
A la hora señalada, dos pájaros aparecieron animados en la gran pantalla del fondo del escenario -que se reproducía a los costados- para anunciar el incio del show. Enseguida la nutrida orquesta, capitaneada por el gran Ricard Miralles, ocupó sus puestos, bajo una puesta en escena que con proyecciones reproducía aquellas marquesinas y daba cierto clima de época.
Traje negros para ambos, sombrero bombín para Sabina y de ala angosta para Serrat. Una versión de Hoy puede ser un gran día se adaptó a manera de sigla. Comienza el show y enseguida llega Como te tomo me doy, un tema del disco nuevo, hecho a cuatro manos. "Esta canción que viene ahora tiene un inconveniente: no es mía. Tiene otro inconveniente: es de Serrat. Y un tercer inconveneniente: es muy bonita", dice Sabina. "Y un cuarto inconveniente -agrega Serrat-: él se empeñó en cantarla". Ese fue el preludio a Algo personal, a la que siguió Y sin embargo, de y por Sabina.
De pronto, sobre la pantalla se proyecta un gran transatlántico. La voz en off de Marcos Mundstock presenta a "la insumergible Orquesta del Titanic". Serrat canta con Sabina y a Sabina. Sabina canta con Serrat y a Serrat. Por momentos las canciones van al frente y por momentos son los personajes los que se destacan por sobre las canciones. Por momentos, deliciosos parlamentos, por momentos la sensación de estar en el bufé del club del barrio. "Tengo que aclarar un gran malentendido: No somos amigos. No sólo porque él no quiera llegar al sexo, sino porque nos separan dos cosas: mi envidia y su talento", dice Sabina antes de cantar 19 días y 500 noches y luego De cartón piedra, a la que agregó un pedacito de Balada para un loco. Temas celebrados como Señora, Princesa, Una canción para Magdalena -una de las de Sabina que le quedan mejor a Serrat- contrapuntearon con los nuevos Maldito blues, Cuenta conmigo y Martínez, que Serrat escribió para Sabina. Más clásicos y más nuevos y hasta una milonga en la que citan a Yupanqui y se presentan como "una dupla de gallegos de corazón argentino".
La actualidad argentina, rasgo distintivo en el discurso de ambos cada vez que vienen a nuestro país, se mostró en el habitual recorrido por la nomenclatura sentimental de Buenos Aires y una mención a "Rogelio Aguas" (Roger Water): "Eso de que a uno le guste la política social del justicialismo y la de Macri, está muy bien", dijo Serrat irónicamente. Algunos chistes sobre la homosexualidad, delataron que una parte del repentismo de ambos atrasa bastante.
Entre la lluvia de bises y un estadio que bramaba de felicidad, dedicaron Con la frente marchita a Estela de Carlotto, presente en la platea, y a las Abuelas de Plaza de Mayo. Siguen más bises, más fotos y más felicidad.
Información http://vos.lavoz.com.ar/pop/rock/sabina-serrat-pajaros-encantadores
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