Sabina y Serrat llenan con 4.000 incondicionales el Palacio de Deportes
20.07.12
La historia de las colaboraciones de Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina comenzó en 2007, guiñando un ojo cómplice, 'Dos pájaros de un tiro'. Iniciaron aquella gira en Zaragoza, desembocando en Buenos Aires. Cinco años después, han invertido el itinerario con 'Dos pájaros contraatacan', que amaneció en Salta (Argentina), allá por el mes de marzo, y prosiguió ruta hacia España, en cuyo mapa, ayer hicieron parada, concierto y fonda en el Palacio de Deportes de Gijón y ante más de cuatro mil almas, entregadas de antemano que llenaron el Palacio. En septiembre, volverán a hacer las Américas, rumbo al Caribe, México, Miami, Nueva York y Los Ángeles.
Hay unas cuantas diferencias entre los recitales de hace un lustro y el que ofrecieron anoche en el recinto gijonés. También, similitudes, pero esas ocupan un lugar secundario. La primera de las distinciones procede del hecho de que ahora se han decidido a componer juntos, a bordo de 'La Orquesta del Titanic', pieza de apertura de su último disco y título que, según Sabina, «es una metáfora general de este tiempo y esta sociedad». Qué duda cabe de que nos asedia el frío de los icebergs socio-económicos y la amenaza de naufragio.
Con todo, el estilo que han elegido es indirecto. O si se quiere, genuino, pues se les reconoció en sus historias desde que abrieron la velada mediante el ritmo rockero de dos temas al precio de uno, 'Ocupen su localidad' y 'Hoy puede ser un gran día', «pelea por lo que quieres/ y no desesperes/ si algo no anda bien». Sin olvidar el humor que se traen entre alas estos dos pájaros de altura -en las pantallas dos cuervos los representan- que hicieron gala desde los primeros compases dando la bienvenida a asturianos, mediopensionistas y mujeres ligeras de cascos e invitando al público a que depositasen sus prendas íntimas en dos cubos dispuestos en los extremos del escenario. Luego llegaron sus mutuas presentaciones: «nunca habría imaginado, ni en mis sueños más etílicos, estar de nuevo en Gijón con el maestro Serrat» dijo Sabina. A lo que el catalán respondió con sarcasmo: «quizá lo que nunca habías soñado era empezar una función en Gijón...y terminarla». Después, dieron paso a 'La Orquesta del Titanic' y abriendo el libreto nuevo. Por ejemplo, en la voz inconfundible de Serrat, al compás de 'Acuérdate de mi', que tiene aires de himno y en la que Sabina se introduce para explicar que «por ver volar los peces de colores/ hicimos agujeros en el agua,/ preocupados de los alrededores/ siempre en la dimensión equivocada». O en el hermoso bolero que lucieron en 'Cuenta conmigo', arrabalera y de besos de cianuro. O en la aguardentosa 'Después de los despueses', muy sabiniana, cercana melódicamente a '19 días y 500 noches', que sonaría también con todo su fulgor. La música fue de seda, transmitida por una banda poderosa de ocho músicos, que, eso sí, hubo de hacerse sitio contra la deficiente acústica del espacio deportivo. Una lástima la carencia de receptáculos musicales más idóneos para amplios públicos. Hubo tiempo para las confidencias serratianas de 'Algo personal' y el de Úbeda que se marca un claqué, sello de la casa, antes de 'Y sin embargo'. Alternándose en las estrofas,
La crítica les ha dispensado en América una recepción entusiasta. Aquí, tal vez, haya quien considere que los tenemos demasiado escuchados. Y, sin embargo, uno diría que las virtudes que volvieron a mostrar bajo la Luna asturiana son precisamente las que siempre les han identificado, versos espléndidos -se ha de reparar en la extensión de las letras, fruto de un trabajo muy meditado, por más que a veces recurran al estribillo insistente-, la singular expresividad de unas cuerdas vocales en las que importa el matiz -la delicadeza o el desgarro, depende del sombrero- y un conjunto armónico en el que los excelentes instrumentistas, los subrayados corales y la propia experiencia, son una garantía. Y no quisieron marchar sin agradecer que con la 'puta crisis' tanta gente haya querido pasar la noche con ellos.
Información http://www.elcomercio.es/v/20120720/gente/pajaros-para-exito-20120720.html
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