SERRAT EN SALTA
Salta, Abril de 2015. AÑO XIV, Nº 420
SOLO FALTÓ PENÉLOPE...
Y fue el recital de Serrat en Salta… Algunos distraídos se lo perdieron (de tantos espectáculos que llegan a Salta), a otros no les alcanzó para comprar las entradas (muy caras) lo que no fue obstáculo para que el Teatro Provincial, la sala más grande de Salta estuviera colmada.
Gente de todas las edades (mayoría de más de cuarenta, claro), llegaba con sonrisa cómplice y cara de acariciar un sueño y se ubicaba en su asiento. Las instalaciones tan cómodas del teatro invitaban al relax hasta que uno se daba cuenta del calor que se sentía en las salas. Quizás así como en el sonido, también haya que pensar en un refuerzo de aires acondicionados. Y ya que estamos en lo técnico, el sonido en el recital de Serrat tuvo algunas fallas pero en líneas generales, estuvo acertado - se escuchaba correcto hasta en el pullman-, aunque que era sonido propio, no del teatro.
Una banda muy bien dirigida por Ricardo Miralles, el humor de Serrat, su poesía y su música encendieron los corazones y la piel y cada quien vivió su propio romance con Serrat, en una noche que fue pura emoción.
Unos minutos luego de lo acordado, se encendió el juego de luces que como un ramillete de líneas enredadas caía sobre el escenario y apareció el Nano…y allí, ya no se sintió calor, ni ruidos (salvo una insistente señora que gritaba por no escuchar, por los niños con hambre, por temas…) y solo se vibró con todo lo que el catalán y
su impresionante producción vino a ofrecer. Una mención aparte para la producción local, liderada por Violeta Aquino, que resultó impecable y respetuosa de la prensa y del público.
Cálido, locuaz, pronto se dio la comunión con el público y empezaron a sonar los temas con los que repasó la “Antología desordenada” que vino a presentar a Argentina. “De vez en cuando la
vida”, “Niño silvestre”, ”Cantares”, “Desamor”, “Para la libertad”,
“Romance de ” Curro, el Palmo”, “Mediterráneo”, así como
los temas en catalán. Luego llegaron los invitados especiales, Cesar Isella y Mariana Baraj, a quienes se los vio tan conmovidos como al público y que arrancaron ovaciones con sus intervenciones, en las individuales y en “Fiesta”
Muchas lágrimas del público en esta despedida de los escenarios argentinos. Por un lado, la certeza de que el Nano, ya tiene 71 años y viene de superar una enfermedad, asi que no sabemos cuando volverá.
Por el otro, el profundo agradecimiento interior de cada uno por esa intensidad, luminosa y potente que nos enciende el alma: la música de Serrat, una leyenda viva.( P.P.)
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