El gusto es nuestro dejó su estela de magia en Córdoba

El gusto es nuestro dejó su estela de magia en Córdoba.

Vía Córdoba 

Ana Belén, Víctor Manuel, Miguel Ríos y Joan Manuel Serrat cautivaron a Córdoba 20 años después.

Por Adrián Bassola

“Dentro de 20 años vamos a volver a estar aquí”, dice Víctor Manuel. Y va a ser así, aunque el almanaque parezca contradecirlo a él, a sus compañeros de concierto y al 80 por ciento de los que estuvimos este miércoles en el Orfeo.

Como hace 20 años, Víctor Manuel, Ana Belén, Miguel Ríos y Joan Manuel Serrat llegaron a Córdoba para reeditar “El gusto es nuestro”, la célebre gira que los paseó por el mundo, por Argentina y por Córdoba.

20 años más viejos (ellos y nosotros), pero el mismo arte, la misma magia, y, hay que decirlo, la sensación de que no habrá otra vez de “todos juntos”.

“No saben el gusto que nos da no habernos muerto“, le cantó Ríos, quien había dejado de girar hace varios años pero volvió para la ocasión.

Pero la melancolía que recorrió el Orfeo toda la noche no logró aplacar el fervor de una platea que tiene en Serrat a su preferido, pero que no retaceó aliento para sus compañeros.

La apertura de los cuatro con Hoy puede ser un gran día dio paso a distintas combinaciones. Víctor Manuel solo, Ana Belén junto con Ríos, Serrat como solista. La mayoría de los clásicos de hace 20 años junto a varios temas nuevos integraron una grilla de nada menos que 38 canciones.

Cuando le tocó hablar, el Nano Serrat encaró para el lado del afecto y la cordialidad, pero no quiso esquivar el crítico momento que vive su tierra, Cataluña, en violenta disputa independentista con el poder central español. Sin pronunciarse ni a favor ni en contra de la separación, dijo: “Hoy Cataluña vive momentos que una sobre dosis de emociones nos invade. La gente está siendo reprimida por las fuerzas públicas. Uno piensa que más temprano que tarde, como el río, las cosas vuelvan a su cauce, que no sé cuál será, pero espero que sea donde la gente se entienda y donde el respeto al derecho sea la paz”.

Tras más de tres horas de show con varios soliloquios de las estrellas, llegó el final con Fiesta y, de yapa, La puerta de Alcalá. Para que cada uno de los presentes se lleve un recuerdo imborrable en el corazón, hasta el final del camino.

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