Joan Manuel Serrat: "Lo que está pasando en Brasil me duele porque no es fruto del azar ni la casualidad
El Nano está otra vez en Buenos Aires, en el marco de una gira histórica, Mediterráneo da capo. A 47 años de la publicación de ese álbum emblemático, diez canciones que lo acompañan y ahora adquieren nuevos. Antes de arrancar las once presentaciones en el Gran Rex habló con nosotros.
Por Mariana Mactas:
19/10/2018
Está claro que a Serrat las giras le sientan bien. Se lo ve bronceado, enérgico, proclive a la risotada compartida. El buen humor que transmiten también los suyos, su representante, Berry, a pesar de una llegada algo accidentada a Buenos Aires, su manager en estas latitudes, Claudio Gelemur, músicos y asistentes. Un grupo de gente que parece, como el legendario músico catalán, estar disfrutando de lo que hace. Y así, los rigores y cansancios de las giras, como por arte de magia, si están no se notan.
Y si ningún espectáculo, ninguna gira de Serrat, solo o acompañado, es una más, vale pensar que Mediterráneo da capo, es especialmente delicado y personal. Claro, revisita el disco de 1971 donde, además del tema que le da título grabó otras nueve gemas imperecederas de su autoría (excepto Vencidos, sobre poema de León Felipe), como Aquellas pequeñas cosas o Pueblo blanco. Nació,y se puso en marcha, anticipándose al aniversario redondo. "No quise evitarlo, lo que pasa es que no quise tampoco es posponer una idea al rigor del número para homenajear -dice-. Y me pareció tan bueno 47 años como 50. Porque ahora, lo que me empuja a hacer este proyecto es, por una parte, reconocer un disco que contiene un manojo de canciones que a lo largo de mi vida me han acompañado. Pero, sobre todo, creo que la memoria del Mediterráneo, el ponerlo encima de la mesa cada día, en cada concierto, es una manera de entender una realidad, lo que está ocurriendo en ese rincón del mundo que ha sido, históricamente, el lugar de origen de las culturas más importantes, o las fundamentales de la latinidad. Donde han nacido tres religiones, donde todo el pensamiento se ha generado, donde los pueblos se han intercambiado los conocimientos, de una orilla a otra, donde tantas cosas han ocurrido. Y que hoy en día esté pasando por la situación en que se encuentra: es uno de los mares más hermosos del mundo, de los más bellos, pero también de los más contaminados, un lugar donde se están produciendo las migraciones más terribles de la historia, que está ardiendo, en todo el Oriente, de una forma terrible, y están cruzando, desde el sur, todo un continente tratando de encontrar a la próspera Europa. Todo esto está ocurriendo en ese lugar que siempre ha sido un lugar de culturas, de encuentro, de celebración. Y hoy es un lugar de tragedia.
¿Quisiste entonces resignificarlo, y de paso volver a casa?
Sí, pero no diría que era un proyecto. Lo que hay son razones. Motivos que me justifican a mí el hecho de montar esto en un escenario, de estar compartiendo con la gente alrededor de esto. Y envuelto por las canciones que conforman aquel trabajo que hice hace ya 47 años.
¿Y qué pasa con el repertorio, con estas diez canciones, con el paso del tiempo?
Yo me llevo muy bien con ellas. Y son canciones que me han acompañado durante todo el tiempo, no es que formaron parte de un repertorio en un momento, sino que han mantenido una relación de una gran comunicación entre la gente y yo, entre las canciones y yo. Incluso aquellas que he cantado poco se espabilan al estar con las otras.
Todo el mundo se emociona cuando digo que vengo a verte. ¿Sentís que, en cada gira, recibís ese amor?
No sé qué haría de mi vida si no me quisieran, si no encontrara una relación de cariño. No entiendo que valga la pena estar en este mundo sino es para esto, para querer y que te quieran. Además de las canciones, siempre me ha gustado que el espectáculo tuviera este juego de música y palabra, de racconto, en el que me exprimo y la gente también se relaja. Como decía mi querido, y lamentablemente desaparecido hace muy poco, Charles Aznavour, cuando uno tiene veinte años, en el escenario habla para expresarse; cuando tiene cuarenta, habla para comunicarse, y cuando uno ya pasó de los sesenta, habla para recuperar el aliento. Pero sí, siempre me ha gustado charlar con el público.
Estás bien ya, de la garganta, después de algún problema que te dio en esta gira
Si, afortunadamente, ya muy bien. Lo que pasa es que ya vine con una laringitis que perduró más de lo que pensaba. Pensaba que tendría un plazo y se alargó un poco más, pero estoy bien. Dentro de mis posibilidades, muy bien (se ríe).
En las últimas visitas siempre hablamos de la situación de Cataluña. Quisiera ahora, en cambio, conocer tu mirada sobre lo que está pasando en esta región, que conocés tan bien, con Bolsonaro avanzando en las encuestas en Brasil, ¿sentís que quizá las izquierdas han fallado, que esto de Brasil es acaso consecuencia de lo que vino antes?
Lo que está pasando en Brasil es insólito. No se puede establecer hoy por hoy, o al menos públicamente, un candidato a la presidencia que se atreva a decir las barbaridades que dice Bolsonaro, porque ya no es que tenga un punto de vista, sino que avala la violación. Lo que me parece más terrible es que tenga más de un cuarenta por ciento de la gente que lo avale a él. Es doloroso lo que está ocurriendo. ¿Fallar? Mi madre decía una cosa, cuando ocurrían situaciones que no eran fácilmente explicables, y que no podía señalarse a alguien como responsable único: entre todos la mataron y ella sola se murió. Creo que algo de esto está ocurriendo y que exige una reflexión por parte de todos, y una capacidad para medir y medirnos a nosotros mismos muy grande. El camino que se está marcando en este sentido es muy preocupante, que no es el que pueden marcar otros partidos u opciones que pueden calificarse de derecha en Chile, en Colombia, en otros países latinoamericanos. Lo que está pasando en Brasil me duele porque no se produce por azar ni el resultado es fruto de la casualidad. Si hay un candidato como ese es que hay gente que aplaude lo que dice y amenaza con hacer, un racista, que defiende lo que se ha hecho muy difícil de defender por parte de nadie. Si alguien llegó así a un gobierno, con estas ideas, no ha sido capaz, por muy bestia que fuera, de plantearlo así como lo plantea este tipo.
¿Y te queda algo por hacer que no hayas hecho todavía, en tantas visitas a la Argentina?
¡Pero si estoy llegando! Como decía Pichuco, recién estoy llegando.
https://tn.com.ar/show/basicas/joan-manuel-serrat-lo-que-esta-pasando-en-brasil-me-duele-porque-no-es-fruto-del-azar-ni-la_906985
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