domingo, septiembre 19, 2010

Vientos del pueblo y nanas de la cebolla, por J.C. Deus


Vientos del pueblo y nanas de la cebolla, por J.C. Deus

19.09.10

El gobierno español, a través de la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales y el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM) contrató a Joan Manuel Serrat para celebrar el centenario del nacimiento dl poeta Miguel Hernández con nueve conciertos en el Teatro de la Zarzuela bajo el título 'Hijo de la luz y de la sombra', el mismo de su nuevo disco, presente entero en el recital junto a seis piezas de1972. Todas ellas parten de poemas de Hernández salvo uno de José Agustín Goytisolo. Todas ellas con música de Serrat salvo la más célebre, las Nanas de la cebolla, un gran trabajo del desaparecido Alberto Cortez. Los recitales están teniendo gran éxito de crítica y público. Pero el nivel del espectáculo es bajo, los arreglos musicales deficientes, y las canciones nuevas no especialmente afortunadas.

Según la presentación del recital, estamos ante 'una relectura atenta, que amplía y enriquece considerablemente la primera, y el cantautor no ha dudado en arriesgarse, yendo a buscar los versos hasta los rincones más escondidos, ensanchando todos los registros: poemas de adolescencia, formación y tanteo; de tránsito, experimentación y plenitud; de repliegue, depuración y balance'. En nuestra modesta opinión, tanto laudo no puede ocultar lo fallido del intento desde todos los puntos de vista: conceptual, musical y formal. Preferimos recordar al Serrat de los años 70. Convertirse en reliquia institucional subvencionada no favorece la creatividad de nadie.

Hubiéramos efectivamente ansiado que se tratara de una visión completa y original, ordenada y vibrante, de la obra de Miguel Hernández, dado que se dispone desde 1992 de las 2.500 páginas que forman las Obras completas del poeta. Pero quizás la cantidad ha obnubilado a Serrat a la hora de elegir lo mejor. La mayor parte de las piezas nuevas son textos poco significativos en la vida y el trabajo de quien en los años sesenta del siglo pasado se convirtió en adalid de la juventud contestataria española. El hijo de campesinos aupado a la poesía desde un gran talento natural, arribado en el momento y lugar justo al panorama conflictivo de la Segunda República como ejemplo de intelectual integrado en la causa de la emancipación de los trabajadores y no otro burgués bienpensante, soldado raso en las tropas republicanas que hacían frente al levantamiento franquista, encarcelado por los vencedores y fallecido tan tempranamente, no queda bien retratado.



Del disco de 1972, trae Serrat seis composiciones y descarta cuatro. Su último disco, 'Hijo de la luz y de la sombra', está completo. El recital no parece intentar mostrar una historia coherente y las canciones se presentan desordenadamente. El que el espectáculo contara una historia hubiera resultado mucho más difícil pero también más comprometido y exigente. Ocurre lo mismo en lo que se ve en el escenario. Se prescinde de una escenografía creativa, se recurre al caduco modelo de montaje de gira, barato y rutinario, en el cual la iluminación, la colocación de los músicos y el sonido no responden a la intención intimista y cultural del espectáculo, y se proyectan en una pantalla partida y poco visible una serie de vídeos que deberían ilustrar cada canción pero que son una sucesión confusa de imágenes arbitrarias.

Lo más soprendente es que son contribuciones de la flor y nata de nuestros realizadores, desde Isabel Coixet a Bigas Luna, pasando por David Trueba, Manuel Huerga, Moncho Armendáriz, José Luis Cuerda, José Luis Garci, Manuel Gutiérrez Aragón, Pere Portabella, Jaime Chavarri, Manuel Gómez Pereira, Imanol Uribe, Pedro Olea y Javier Mariscal, además de otros menos conocidos como Serge Cabrera Ana Marquésan, Rogelio Caballero y Agustín Sánchez Vidal. 18 vídeos que ni se ven ni se entienden pero que se anuncian en un DVD a la venta. Un trabajo colectivo que podía y debía haber potenciado la calidad del espectáculo formando parte protagonista del mismo, que hubiera aportado una mirada polifácetica necesaria e interesante para enriquecer la figura humana y la aportación poética de nuestro Miguel sin necesidad de incienso y ditirambos.



El único texto del programa de mano, es confuso e inservible, y no parece escrito para la ocasión pues la canción que cita como arranque es precisamente la última del recital. Siete músicos, dos de ellos casi ocultos ignoramos por qué, forman una base instrumental volcada en ese subgénero pseudorockero que nunca muere. Percusión y teclados le dan al conjunto un sonido pachanguero, de fiesta municipal. Piano y viola se prestan mejor a la figura y el estilo de Serrat, que en las canciones intimistas mejora ostensiblemente. Pero los arreglos musicales, que no sabemos si repiten o no los del disco, se dan de bruces con el estilo de un cantautor, la personalidad de Serrat y la figura del homenajeado. Debemos desaprobar la dirección musical de la misma forma que suspendemos la dirección escénica.



Y en este contexto, muy buenas tenían que ser las canciones para sobrevivir. No es el caso. Son mejores las antiguas que las nuevas, y entre éstas hay cosas inaceptables como 'Del ay del ay por el ay', 'Si me matan, bueno', o 'Sólo quien ama, vuela'. Es sintomático que las Nanas destaquen sobre el conjunto, siendo la única composición que no es de quien canta.

El concierto se enmarca dentro del programa de actividades diseñado por los dos organismos públicos citados, un programa bien modesto, que incluye la exposición 'La sombra vencida' que se inaugurará el próximo 30 de septiembre en la Biblioteca Nacional de España acompañada por un ciclo de conferencias de poetas, como Guillermo Carnero y Luis García Montero entre otros. El Festival de Música Contemporánea de Alicante, por su parte, acogió el 18 de septiembre el estreno mundial de 'Evocación de Miguel Hernández', encargo de la SECC al compositor Jesús Torres (Zaragoza, 1965) que también podrá escucharse en Madrid el 24 de septiembre en la Universidad Carlos III (Teatro de Leganés) y al día siguiente en los Teatros del Canal.

Demasiado Serrat y demasiado poco Miguel Hernández: ni una imagen suya en el escenario ni en las proyecciones. El logo rojoynegro parece sugerir una militancia anarcosindicalista que no existió. El recital tenía autorización de los herederos del pobre poeta a través de la empresa Centenario Miguel Hernández S.L. Deus meus! La gira de Serrat terminará en Orihuela el mes que viene después de 60 actuaciones por toda España. Vientos del pueblo nos llevan.



HIJO DE LA LUZ Y DE LA SOMBRA
Poemas de Miguel Hernández
Joan Manuel Serrat

Dirección musical: Ricardo Miralles
Teclados y programaciones: José Mas «Kitflus»
Batería y percusiones: Vicente Climent
Guitarras: Israel Sandoval
Violas: Olvido Lanza, Tania Mesa
Contrabajo y bajo eléctrico: Víctor Merlo, Daniel Casielles
Arreglos: R. Miralles, Joan A. Amargós, José Mas «Kitflus»
Diseño espacio escénico: Miguel Brayda
Diseño y operador de iluminación: Óscar Gallardo
Sonido sala: Víctor Masian
Sonido escena: Manuel Cervera
Director de escenario: Andrés Seco

Teatro de la Zarzuela. Madrid
Del 16 al 19 de septiembre y del 22 al 26 de septiembre
A las 20:00 h.
Coproducen INAEM y SECC





Imagen e Información http://blogs.periodistadigital.com/

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