martes, febrero 22, 2011

Serrat estruja a universitaros


Serrat estruja a universitaros

Organización Editorial Mexicana
22 de febrero de 2011


Miguel Reyes Razo / El Sol de México

Ciudad de México.- Lo anunció su sombra. Fugacidad -radiografía- ante un biombo. Lo esperaban miles. No los hizo esperar. Llegó puntual. Era un reencuentro. El coliseo lo abrazaba. Sin más se puso a cantar. Y recitó con furia seca. Y cantó terso y sugestivo. Y platicó y se mostró chistoso y juguetón. E hizo añicos el tiempo. Coro de voces frescas y cascadas lo acompañó "verso a verso". Dos horas después las bocas se llenaban con su nombre: ¡Serrat! ¡Serrat! ¡Serrat!

Aunque podían llamarle -él lo hace- ¡Tarres!

"Pues que todos tenemos otro yo -charló-. Uno al que le echamos la culpa de nuestras debilidades. Sé de quien tiene más de otro yo. ¡Hasta cinco! Blanco de deslices, aventurillas, fracasos. Y terminamos por lucirnos. Asumimos: ¡Así soy yo! Y yo tengo al mío. Mi otro yo se llama Tarres. Y no quería traerlo a México. Fingí que el concierto sería en Alaska.

"Pero Tarres empezó a notar que en el equipaje no había abrigos, ni bufandas. Y Tarres -que no es tonto- echó de ver que el ánimo del grupo no era frío ni pintaba para ver a esquimales. Tarres malició que algo había. Y debe haber pensado 'este tal por cual de Serrat no me quiere llevar'. Pues aquí está".

Domingo. Estadio de Prácticas de Ciudad Universitaria. A las 7 de la tarde. ¡Qué organización! De pasmo. Estacionamiento número 7. Pumabus de lujo. Cómodo, limpio, reluciente, puntual, eficaz. Voluntarios que solícitos ofrecen: ¿Puedo ayudarle? ¿Necesita algo? Por aquí. Por allá. Fórmese en aquella fila. Haga cola. Precisión-UNAM.

Le urgía llegar a Don Enrique González Pedrero. El exembajador sonreía y caminaba entre dos mujeres. Miriam Torres -la esposa de Luis Martínez Fernández del Campo- era una de ellas.

"¡Aquí me tiene. Vamos a ver a Serrat!" -dijo casi sin detenerse.

Caía la tarde en Ciudad Universitaria. La radio hacía viajar los "olés" que arrancaba Pablo Hermoso con sus cabalgaduras en la no muy lejana Plaza México. "Creo que regaló un toro", contó Guadalupe Díaz. Hombres y mujeres que hace 40 años leían "Rayuela" o los cuentos de Julio Cortázar mientras cursaban la prepa o ingresaban a la facultad, recordaban sus días de ayer.

Mujeres maduras enlazadas al brazo de la amiga de toda la vida. La colega. La tan abuela como ella. Hombres de calva. De canas. De barriga plena. Enchamarrados todos. Con bufandas y gorras de marinero griego.

Jóvenes de celular y ansias. ¿Cuánto cuesta la taza? ¿Cien pesos? ¿Y la playera? ¿Y el nuevo disco? Carlos Lozada Almada y Marco Tulio Martínez -inminente abogado-. Y Luis Dantón Martínez y Luis Martínez, que cedió y vino. Y Alejandro Cacho y señora. Él, serio informador. Alejandro Cacho, más que aficionado al golf, dejó muy buena fama en sus años en Ciudad Juárez. To dos se apresuran. "Boleto en mano, por favor", amplifican, divulgan los magnavoces. Pardea la tarde. Don José Sarukhan va al paso de su esposa. ¿Creerá que no me acuerdo de mi número telefónico? ¡Como nunca me llamo! ¿Lo recuerdas tú? Y la señora Sarukhan cierra, aprieta los párpados. Tampoco. Gracias.

Don Andrés Blaistein. "Coleccionista de Arte", presenta Enrique Balp. Hay que ir a Tlatelolco. ¡Qué colección prestó don Andrés! ¿Cuántas piezas? "Como ocho mil", responde el juvenil Andrés Blaistein. "No tan niño, pero sí muy temprano empecé a coleccionar arte".

* Pago enorme sumas para que me abracen y apapachen: Narro

"Te gustará. Serrat es un artista maravilloso. Yo lo he visto varias veces" -anticipó el domingo muy temprano el cineasta Bosco Arochi Cueva-.

"Serrat y Sabina estuvieron en la casa. Tuve muchos boletos. Me hubieras dicho" -refirió hace tiempo la escritora Ángeles Mastretta.

Luis Regueiro -de la inolvidable Selección mexicana del Mundial del 70- llega, pasa, regresa. "Me sobra un boleto. Era para mi esposa. Un mal se lo impidió. A lo mejor alguien lo quiere. Con tal que no se pierda".

Estadio de prácticas de Ciudad Universitaria. "Lo usan los del fut americano. Vendrán cinco mil al concierto. Lo del sábado lo organizó la Facultad de Química. Ahí, el rector José Narro le entregó la medalla UNAM 100 Años a Serrat. Fue la segunda que entregó. La primera fue para un acaudalado universitario exbanquero coahuilense que donó un edificio para el Posgrado de Economía", pone al corriente Enrique Balp.

Y ya llegó el rector. ¿Por dónde entró? Si lo estamos esperando. ¿Por dónde lo metieron? Pasó por aquí", farfulla un fotógrafo que quiere salir del paso. "¿Tú lo viste?". "Pues no, pero me lo imagino". Hace mutis. Detrás de una valla metálica las ambulancias UNAM. Y paramédicos muy bien uniformados. Por si. Y en saco de "camel-hair" de suave tacto, sin corbata, fresco Don José Narro.

"Pues viéndolo bien -reconoció un observador- la verdadera estrella es usted, señor rector".

Risueño, el doctor José Narro guaseó:

"¡Uh! Ni se imagina cuánto pago para que me abracen, fotografíen, sonrían y feliciten!".

Estaba al pie del colosal escenario. Trabajaba. "Ya leí su carta. Me parece...". "Venga -dice y jala al reportero- le voy a presentar al astrónomo Manuel Peimbert. Una de nuestras joyas".

"Es que yo ya estoy inventariado aquí" -suelta humor el descubridor de las Nebulosas Peimbert.

"Serrat vino en octubre de 69 -recuerda, precisa Peimbert-. Entré a la UNAM en el 56. A la Prepa 5 en Coapa. En 58 me inscribí en la Facultad de Ciencias. Me doctoré en Berkeley. Regresé aquí en 68. Entré al Movimiento. Representé a los profesores. En la Coalición. Sí, Gilberto Guevara Niebla. Dirigente estudiantil. Él estaba en Biología. ¡Humm! No estoy muy seguro, ¿eh? Sí, se dedicó a la Pedagogía. Fue subsecretario de Educación, ¿noooo?".

A las 19:10 ya obscureció. Brilla la poderosa estructura. Escenario de metal, cables, focos, filtros. Un "Mecano Gigante". Eso parece. Con muros leves. Oscuros. Muros de noche; tenues. Desde la quinta fila -por la generosidad de Miguel Robles- se ve a un hombre vestido de pantalón vaquero, playera negra y saco azul. Tiene el rostro reseco por la luz de reflectores.

La de la Vida... La de la Muerte... Serrat canta. Y lo saluda cálido griterío, silbidos amables, grititos juveniles. "Te amoooo Serrat". Y frente a Serrat -en la mismísima primera fila- una señora que se alzó de su asiento batiendo palmas. La impulsaba poderoso resorte. Tantas veces lo hizo que daba la impresión de que Serrat, quien agradecía ovaciones y ¡bravo! con leve inclinación de cabeza, se doblaba un poco más para no verla. En veces nadie la secundó.

Precisas las piezas. Exactas las personas. Una violinista. Dos hombres en los teclados. Guitarrista y contrabajista. Baterista. Todo en su lugar. La guitarra de Serrat. El banco alto, de asiento de terciopelo guinda -como de bar- de Serrat.

* Desfilan Franco y la Guerra del 36, el hambre tejero y 23 F

Serrat narra:

"Miguel Hernández nació en Orihuela en 1910 y murió -muy joven- en una cárcel del régimen de Franco en 1942. Ya en prisión sabe -por su mujer- que su penuria es tal que apenas tiene una cabra. Y luego la desaparición de la cabra. Todo se reduce a una gallina". Serrat lo cuenta. Y la miseria se agiganta. Serrat hace llorar. Y detrás de Serrat las imágenes de "albarcas" inservibles, vacías, sin dueño. Este año se le celebra. Nos unimos al homenaje a Miguel Hernández. "Hijo de la Luz y de la Sombra".

A espaldas de Serrat pasan -como en un "cinito"- imágenes que sacuden. Soldados bayoneta en ristre. Desfiles a paso de ganso. Época dura. La Guerra Civil de 1936. La caída de la República en el 39. Rostros duros. Faz conforme. Mujeres consumidas. Lo que la guerra se llevó.

"...Y era un cabrero. Un pastor de cabras. Oficio bíblico. Y de héroes mitológicos. Y mi pobreza afectó mi cultura. Pues no sé hablar. No puedo contar las cosas que pienso. Y mis 'abarcas' -suerte de alpargatas- vacías en Noche de Reyes".

Serrat duro. Serrat "dale que dale". Friega pisos. Pica piedra. Dale, dale duro, dale, Pule retrete. Dale, dale duro. Giran ruedas de máquinas. Como en Tiempos Modernos de Chaplin. Líneas sin fín. Dale, dale, dale duro, dale.

Serrat dosifica. A sus puños frente al viento sucede su promesa: La de llegar "como el mar, de ola en ola".

¡Penélope...!

¡Mediterráneo...!

Las Cebollas...

Serrat... Serrat... Serrat...

Serrat se cubre espalda y pecho con la guitarra. Pulida, brillante, flamante, fina. No de "requinto" llorón. Juguetonas, danzantes aparecen palmeras. Oscuras y multicolores. Altivas, retadoras. Graciosas, gachas, marchitas. Las palmeras levantinas.

Serrat canta y vibra. Se le agita la piel de las mejillas. No transpira en exceso. A pausas bebe breves sorbos de agua. No engola la voz. No es de malabares. Ni de acrobacias vocales. Serrat canta. Serrat habla. Y ya.

Una hora pasa -se va como un suspiro-. "No se vayan" -ordena. Se aleja unos minutos. Sus músicos son presentados -saludados- en breve video. Generoso, este público los aplaude.

Y Serrat platica:

"¡Qué curioso! Matar a un hombre es crimen. Matar a millones. ¡Patriotismo! Entre ustedes y yo, shht. No lo digáis. Conste. Viéndolo bien, ustedes son como el pueblo y yo un político. Más bien un gobernante. Y ya sabéis. El pueblo pide. Y pide. Y pide. Y el gobernante decide... ¡Siempre en bien del pueblo!".

Serrat es muy aplaudido. Ovaciones intensas; breves. Emocionadas. Palmas remate. Punto final. ¡Bien hecho! ¡Así se hace! ¡Bravo Serrat!

"Tener presente al hambre" -canta premonitorio. "Tener presente el hambre", advierte. Y a lo festivo: "Eres la noche esposa... Yo soy el mediodía".

De nuevo la proyección. Adiós Franco, Adiós... Es noviembre de 1975... El rostro sonriente de Don Santiago Carrillo con su imprescindible cigarrillo... Y el gesto sufriente de Dolores Ulibarri "Pasionaria"... Escenas del 23-F...Tejero en el Congreso de los Diputados... Juan Carlos. El Rey.

* Os tengo a ustedes , no necesito psiquiatra; no pago, al revés

A las 20:15, el rector de la UNAM, José Narro, mudó su sitio. Eligió uno frontal a Serrat. Y Serrat nos metió en el Metro. Personas y oficios. Perfiles y chatos. La hermosa. Los que viajan en el Metro. Serrat les da profesión. Y "no mi princesa, tú no". Sueños, trabajos, sacrificios de una abuela. "No mi princesa, tú no". Sudores y fatigas, mal pasadas, hambres, maltrato para mí. "No mi princesa, tú no". Hasta que la ve subir al "bus" que la lleva a una audición. Será estrella de televisión.

Y le solicitan, le gritan ansias. Que cante ésta. Que cante la otra. Que cante.

"¿Veis? Yo creo en la libertad de expresión. No debo enredarme. A fin de cuentas las canciones son mías. Y ya se sabe, cada uno es muy dueño de hacer lo que le venga en gana con lo suyo".

Y es tan amable Serrat, que nadie chista. Lo dice tan bien que todos aprueban. Hasta sonríen. Le aplauden.

Serrat toma su tiempo. No flojea.

"Este encuentro con ustedes se me antoja como el de un psiquiatra con su paciente. Tengo un amigo que no puede vivir sin su psiquiatra. Lo ve a diario. Mi amigo es argentino. Yo no he ido al psiquiatra nunca. Conste: No dije que no lo necesite. Sólo que yo no he ido nunca con un psiquiatra".

"Pues mi amigo argentino -no quiero que ningún argentino ni ningún psiquiatra se sienta aludido- me cuenta que llega con su psiquiatra. ¿Qué ocurre? ¿Cómo es?", le pregunto.

"Y mi amigo argentino me cuenta que 'llego y me tiendo en un sofá. Y mi psiquiatra tiene un cuadernillo donde hace anotaciones'. ¿Qué hace tú psiquiatra?, le pregunto a mi amigo argentino. Nada. Sólo me dice: ¿Y? Y yo me pongo a contarle todo lo que me viene a la cabeza. Y mi psiquiatra anota algo en su cuadernillo mientras exclama: ¡Ajá! ¿Y? Y mi amigo argentino sigue habla que habla con su psiquiatra. Y cuando calla, pregunta al psiquiatra: ¿Y? Y nada. Son 60 dólares, venga. Y mi amigo argentino le paga esos 60 dólares. Y va tres o cuatro veces a la semana a ver a su psiquiatra.

"Yo no voy a ver a un psiquiatra porque los tengo a ustedes. Ustedes me oyen. Y yo no les pago. Al revés. Ustedes me pagan. Salgo ganando".

La gran carcajada. Cinco mil carcajadas.

* ¡Ea! hágase artista. Olvide trabajo, tome una guitarra: morirá de hambre... pero será un artista: Serrat

"Yo nací en el Mediterráneo" -confiesa Serrat. "Nací en Cataluña. En Barcelona. Soy catalán. Modestia aparte. Tengo fama pues de loco y codo. ¿Uf! Lo de loco no es cierto. Pues los catalanes hablamos catalán. Y cantamos en catalán. No en tagalo; no. Pues voy a cantar en catalán. En esta canción saludo a los catalanes que metieron su vida en este país. En México. Y también a los mexicanos que viven en Cataluña".

Serrat cantó en catalán.

Quizá como aquel niño Helenio Soler Barceló quien con su padre Juan Soler Oller llegó un día a vivir en Lago Chapala. En la fábrica Cartoenvases de México. Helenio Soler Barceló. ¿Eres español? ¡Yo soy catalán! Nos gritaba Helenio impaciente. Catalán.

Serrat recomienda hacerse artista. Mandar al diablo empleo y hábitos y compromisos .

"Desde esta misma noche. Al desorden. Desvélense. Mañana nada de ir al trabajo. Ni llamar al jefe para justificar la falta. Desentiéndase de pagos. Despreocúpese. Tome una guitarra y échese a la calle. ¡Sabrá lo que es morirse de hambre! Pero será un artista. Yo sé lo que le digo".

Y Serrat dice que gracias. Que ya se va.

Otra... Otra... Otra...

Hoy puede ser un gran día.

Adiós -dice Serrat.

Otra... Otra... Otra...

Serrat regresa:

¡Penélope!

Ahora sí: ¡Adiós!

Otra... Otra...

"Todo pasa y todo queda... Caminante no hay caminos... ¡Se hace camino al andar... Golpe a golpe...".

Entonces sí -de a devis- Serrat se va.

A las nueve y veinte de la noche del domingo.

El rector José Narro salió sin despedirse de nadie.

Don Eduardo Barzana -director de la Facultad de Química de la UNAM- hundió la mano derecha en el bolsillo de su chamarra. Caminaba junto a su esposa. Iban hacia el Puma-Bus.

"Tengo entendido que Serrat vino por primera vez a México en 1969. Me dicen que se presentó en la Sala Chopin".

Hay quien dice que de entonces data su relación con la UNAM.

"Me voy a cerrar La Gaceta. Sale mañana lunes. Y tiene que contar esto" -dijo Enrique Balp.

Y echó a correr.

REYES RAZO LE INVITA A ESCUCHAR "¡SOLES DE MÉXICO!" EL VIERNES A LAS 20:00 HORAS A TRAVÉS DE RADIO ABC, EN EL 760 DE AM. "¡SOLES DE MÉXICO!" POR RADIO ABC EL VIERNES DE 20 A 21 HORAS.



Imagen e información http://www.oem.com.mx/elsoldecuautla/

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