domingo, marzo 06, 2011

"No me siento estandarte de nada": Serrat


"No me siento estandarte de nada": Serrat

Los próximos viernes y sábado, el catalán estará en el Teatro Metropolitano con su nuevo trabajo Hijo de la luz y de la sombra, pero también con muchas de sus canciones de antes.

Mario Alberto Duque Cardozo Medellín
6 de marzo de 2011


Archivo Compuesto para el centenario del nacimiento del poeta de Orihuela."No me siento estandarte de nada": Serrat


Los próximos viernes y sábado, el catalán estará en el Teatro Metropolitano con su nuevo trabajo Hijo de la luz y de la sombra, pero también con muchas de sus canciones de antes.
Mario Alberto Duque Cardozo Medellín Publicado el 6 de marzo de 2011


"Hombre, qué tal", responde. El saludo es corto y viaja desde Tegucigalpa. Al otro lado de la línea, en la habitación 1203 del hotel Marriot, Joan Manuel Serrat atiende el teléfono.


Acaba de cantar en Honduras y se alista para sus conciertos en Colombia. Mañana y pasado en Cali, en el Jorge Isaacs. 11 y 12 en el Metropolitano de Medellín. Y 14 y 15 en el Jorge Eliécer Gaitán, de Bogotá.

Trae Hijo de la luz y de la sombra, su segunda musicalización de los poemas del poeta de Orihuela, Miguel Hernández. Y, claro, con otras canciones que lo mantienen en el buen recuerdo de quienes crecieron oyéndolo, una inmensa minoría, sin duda. Serrat habla de su música, de sus recuerdos de Medellín y de política.


¿Cómo llega usted a Miguel Hernández?

"Yo conocí la poesía de Miguel Hernández en mi época universitaria, no sé ya que año sería. Eran unos maravillosos libros de la editorial Losada, que llegaban desde Buenos Aires. Corrían años muy oscuros, tanto social como literariamente y esos libros nos devolvieron una cantidad de voces que nos habían sido arrebatadas y nos trajeron otras nuevas. Esa colección siempre será para mí un gran referente de gratitud".


¿Por qué dejar pasar tanto tiempo entre ese primer trabajo que llamó Miguel Hernández (1972) e Hijo de la Luz y de la sombra (2010)?

"Te lo respondo en tres palabras: yo qué sé. Hice una relectura de Hernández porque pretendía, sencillamente, musicalizar un par de poemas para unirlos a los que habían salido en el primer trabajo y con ello hacer un pequeño homenaje en el centenario del nacimiento del autor. Esa era mi pretensión.

Lo que ocurrió es que cuando empecé a trabajar apareció otra cosa, un montón de poemas que me gustaron y me llevaron a plantearme hacer un trabajo nuevo, que unidos al primer trabajo conformaron un espectáculo que se presentará en el Metropolitano".

¿Qué más se verá en ese espectáculo?

"Habrá canciones que a lo largo de muchos años he compartido con la gente y será un bonito reencuentro".


Cuando uno oye a Joan Manuel Serrat, pese a que usted siguió componiendo, se remite a una época convulsa en Latinoamérica, de luchas, de sueños, de revoluciones. ¿Cómo ve usted hoy a esta región?

"No me atrevo a globalizarla. Todo está muy particularizado, pero dentro de esas particularidades ha habido unas revoluciones increíbles, de objetivos y de medios. A mí se me hace imposible hacer un análisis rápido de todo esto y mucho menos unitario".

¿Pero ve procesos satisfactorios en la región?

"Me parece satisfactorio, por encima de cualquier cosa, la recuperación de libertades que pueda producirse. Pero me parecería mucho más satisfactoria la certidumbre, por parte de todos, de que las libertades que se puedan conquistar hoy, hay que defenderlas mañana, defendierlas cada día, para no caminar hacia atrás. También me parece satisfactorio que caigan tabúes y que el pensamiento pueda avanzar. Pero esto es cuestión de mucho tiempo".

Y sobre África y el Medio Oriente, ¿cómo ve el asunto?

"Fíjese usted, que los tiranos caigan a mí siempre me parece muy bien. Lo que no estoy tan seguro es de quién va a sustituir a los tiranos y quién va a controlar a esos que los sustituyen".

Eso es parte de todo el entramado internacional, de qué es lo que nos cuentan y qué es lo que esconden...

"Como dice un amigo mío que escribe canciones: siempre existe una razón escondida en cada gesto"

¿Volviendo al campo musical, ¿está trabajando en algo nuevo?

"La gira es suficientemente intensa y hay que dedicarle tanta atención y tanto tiempo, que es muy complicado. Así que trabajo en otras cosas, pero no son proyectos de los que podamos hablar concretamente".

Pero ¿cómo es su trabajo creativo? ¿tiene una rutina o se la pasa anotando todo el tiempo?

"Creo que hay que anotar. Las ideas pasan y hay que pillarlas. N0 necesito un lugar específico, pero sin duda hay sitios donde me siento más cómodo y otros donde no puedo. Con ruido no podría, por ejemplo. Bueno, tengo un amigo que escribe en el baño. Como va un poco estreñido y ha adecuado su oficio de escritor con la necesidad de evacuar".

Usted, de alguna manera, lleva una banderas musicales. ¿Ve a alguien que pueda heredarlas en Latinoamérica?

"La verdad no me siento estandarte de nada. Ni mascarón de proa de nada. Bastante complicaciones tengo con lo que yo hago y las trato de hacer lo mejor posible. Hay un tipo de música que me resulta más cercana y otra que puede ser más distante, pero me siento compañero de todos los que suben al escenarioy a su manera y con sus medios, lenguaje y talento, dicen cosas.

Esto historicamente es una cadena y a unos eslabones le siguen otros. Es un proceso natural".

¿Pero el arte debe tener un compromiso social o el compromiso del artista es con el propio arte?

"Es difícil separar una cosa de otra. Es como pensar que existe una vida política y una vida no política. En esta vida cualquier gesto que hagamos tiene unas connotaciones políticas cualquiera. Si no vea usted gente más politizada que los que se manifiestas apolíticos. Incluso, por lo general, suelen ser gente profundamente reaccionaria".



Imagen e información http://www.elcolombiano.com/BancoConocimiento/N/

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