sábado, junio 27, 2009

Joan Manuel Serrat y Víctor Manuel: Cuando se tiene algo que decir

Los Necios (XIV)
Joan Manuel Serrat y Víctor Manuel: Cuando se tiene algo que decir

Tienen muchas cosas en común: son españoles, de izquierdas, sufrieron la represión franquista, socios musicales, Joan Manuel Serrat y Víctor Manuel San José son dos artistas que han podido, desde una misma trinchera, retratar la realidad poniendo énfasis en las frustraciones, logros, utopías y sueños de las personas, sin olvidar la ironía que requiere sobrellevar el mundo construido.

27/06/2009



Antes de la conversación, presenciamos una entrevista que le hicieron a todos los participantes de “El gusto es nuestro”, en una programa de televisión. El conductor les preguntó: ¿Les da miedo salir a la calle por culpa de la ETA? Las respuestas fueron lo que algunos denominarían “políticamente correctas”. Sin embargo, Víctor Manuel se tomó la palabra y dijo: “le temo más a la derecha; (...) en julio de este año (1997) se ha confirmado que ETA es sorda, porque han salido a la calle siete millones de personas condenando activamente la muerte del concejal Blanco y realmente a ETA le ha entrado por un oído y le ha salido por el otro.
El problema de esta gente es que quiere imponer una forma de gobernar, una manera de decidir, quiere darle un tiro en la nuca a la gente y eso es muy complicado. Pero le tengo más miedo a la derecha por muchos factores, porque la violencia de ETA es muy individual, en algunos aspectos incluso previsible; cuando ponen un coche-bomba en los grandes almacenes y masacran a niños, en un cuartel, en esos momentos es imprevisible; pero hay otros momentos más previsibles.
Siempre atroz. Pero en el caso de la derecha, que ha ganado muy precariamente las elecciones, afortunadamente, porque si ganan por mayoría, no sé qué hubiese pasado, y ellos con su política están recortando las libertades y acorralando a la gente que dice que no está de acuerdo y esa es una realidad que está ahí, que vivimos día a día. Todo esto es muy sutil, priman en contra de la educación pública, la privada y la religiosa, eso es lo que ha hecho la derecha y lo hará mientras la izquierda no reaccione y no se rearme para defender esas cosas buenas que se habían realizado”.

Para conversar, nos reunimos en la cafetería del Hotel Sheraton. Está primero Víctor Manuel. Después llega Serrat.

Influencias entre poesía y música.

V. M.: A mí han influenciado diferentes gentes a medida que he ido creciendo. La manera ronca de cantar viene de un cantante asturiano, ya muerto, que se llamaba El Presi [José González], como nombre de guerra, y su nombre alguna vez revolucionó el folclore asturiano, fue el primero que lo interpretó con guitarra.

¿Antes era con gaitas?

V. M.: Hay un tipo de tonada que se hace con gaitas y hay otro tipo de canción más pequeña que llaman “caxigalines”, que son pequeños trozos de canción y que eso se ha cantando siempre a pelo, sin nada, y él (Presi) le incorporó la gaita.

Yo empecé un poco a cantar de esa manera influido por él; casi desde el principio empecé a escribir mis canciones y a adaptar esas canciones mías a la manera que él tenía de cantar.

Y esa revolución de él, ¿tiene que ver sólo con la forma de cantar o también con las temáticas?

V. M.: Con la forma de cantar solamente. Después con la temática yo empecé a escuchar cantantes franceses, Leny Escudero, Brassens, Brel, Aznavour, que eran muy populares en España.

Además, que por la dictadura les tocaba ir a Francia a cantar.

V. M.: No, éstos entraban normalmente, éstos venían a cantar por España, tanto Aznavour como Brel sencillamente porque tenían canciones que estaban de moda en aquel momento y después a través de la canción catalana, los primeros discos de Raimon, más tarde Serrat, y con todo eso vas armando un puzzle y a mí lo que más me interesaba de todo aquello es que se podía ser cantante sin tener buena voz, el argumento es que uno se va encajando en lo que tiene, cuando tú tienes quince años, bueno, yo digo que Caruso no soy y a ver cómo me defiendo aquí. Como cantante puro, yo no podría vivir de la canción sencillamente. Te vas encajando la vida en ese tipo y te vas fijando en la gente que canta mal pero que lo hace muy bien, en aquella época lo que se escuchaba eran los crooner, el rock & roll o era el Dúo Dinámico, entonces había otra alternativa.

Para hablar de poesía, primero nos gustaría aclarar cuándo fue la primera vez que vino a América.

V. M.: Fue en el setenta y en el Festival de Viña creo que fue el 71.

Y junto con una maleta de ropas, también se llevó una maleta de libros.

V. M.: Sí, sí, viví bastante tiempo en Buenos Aires, hacía cuartel general allí, entonces en Argentina había mucha literatura que en España no encontrábamos.

¿Usted tiene una canción que se llama Antipoema?

V. M.: Sí, está claramente inspirada en Nicanor Parra, por lo menos como título.

¿Qué influencia poética tiene?

V. M.: Tantas, tantas y diversas y lo más obvio es Rafael Alberti, García Lorca, Gabriela Mistral y después la generación de los años cincuenta que es la que tiene menos música dentro, Jaime Gil de Biedma, Ángel González o a Caballero Bonald, que son poetas fundacionales, que son los que lo inventan, los demás escribimos al rebujo de ellos, yendo detrás de ellos. Esta gente me parece maravillosa; yo consumo muchísima poesía y lo que más cargo siempre en los países que voy es poesía, quizás porque es lo que menos encuentro; soy un lector de poesía, no hay mucha gente que lea poesía.

Ismael Serrano nos hablaba que él está tomando mucho de la “poesía de la experiencia”, un movimiento nuevo en España que tiene mucha relación con lo cotidiano, según nos decía.

V. M.: Pero de eso no hay mucho; el poeta no es mejor o peor porque escriba pegado a lo cotidiano. Quizás el poeta más urgente que hemos tenido en España es Gabriel Celaya, un poeta muy mayor que se murió hace algunos años y que escribía con las entrañas, pero no es considerado un poeta excelente y a mí sí me parece que tiene cosas estupendas, pero quizás por ese escribir tan pegado a la realidad sacrificas muchas cosas que el poeta cuando es poeta puro, es muy egoísta y te puede pasar por encima de todo esto, cuando te hablo de Gil de Biedma o de Ángel González, es gente tan roja, por decirlo de una manera brutal, como puede ser Celaya, pero no se ocupan de la misma forma como se ocupaba Celaya, se ocupan de una manera más sutil.

Pedro Garfias, ¿usted conoció a Pedro Garfias?

V. M.: Yo supe de Pedro Garfias...

Él vivió en México.

V. M.: Él vivió en México siempre, desde que salió el año ’39 de España; ya vivió en el sur de Francia y después se fue en un barco a México y allí vivió, ahí murió alcoholizado en Monterrey y yo supe de él porque había un poeta mexicano, Luis Rius [poeta español que vivió en México desde 1939], y yo tenía mucha amistad con él, el año ’71, ’72, y él me paso los libros de Pedro Garfias. Recuerdo que en una reunión de asturianos, que me daban muchos homenajes (yo soy de Asturias y ser de Asturias me marca mucho, porque son muy posesivos; y éstos, los otros tres tenores [refiriéndose a sus compañeros de gira], me toman el pelo porque dicen que cada vez que voy a cantar a un sitio aparece una bandera asturiana; entonces se ríen y dicen que estoy subvencionado por el Gobierno de Asturias; pero la verdad es que esa posesión de los asturianos les lleva solamente a tener una bandera cuando estás cantando en un sitio). Entonces, en una reunión de asturianos leí por primera vez el poema “Asturias”, de Pedro Garfias, me lo leyeron y yo me quedé impresionado, me fui al hotel y le puse música el año ’72, pero estuvo prohibido hasta el año ’77, por una palabra nada más: “millones de puños gritan”; entonces en España, hasta que no murió Franco, no había puños, porque el puño significaba el saludo del Partido Comunista o Socialista, y estuvo prohibida la canción hasta que se grabó en un acto el año ’76.

¿La primera versión es ésa con guitarra española?

V. M.: No, hay una anterior, en un disco que se hizo en vivo, pésimamente grabado.

Sobre el contenido de sus canciones, una de las primeras cosas que llama la atención es la preocupación suya por tratar distintos tipos de amor, o dicho de otra forma, el amor en distintos tipos de pareja.

V. M.: Sí.

“El violinista”, “Sólo pienso en ti”, “Quién puso más” y parece que “Laura ya no vive aquí” también.

V. M.: También, sí.

“Soledad y el Rata”.

V. M.: Sí.

¿Por qué?, ¿es una preocupación consciente?

V. M.: Sí, bueno me interesan mucho las relaciones, así en general y trato de... a veces son reales y a veces imaginarias, hay historias muy cercanas a mí, como “Laura ya no vive aquí” o “Quién puso más”, pero hay otras que sencillamente tiras del hilo y si ves a una pareja en una moto inventas una historia de por qué se han tragado un semáforo en rojo, no necesariamente son historias vividas muchas de ellas. No sé, trato de reflejar algunos de los tipos de amor o de relación que pienso que pueden existir, pero en canción la verdad es que se hace poco, porque las canciones de amor van en una dirección sola.

Usted también ha hecho traducciones del italiano al castellano, ¿cuáles serían las ventajas del castellano en relación a otros idiomas?

V. M.: No creo que haya ninguna ventaja especial, hay idiomas más especiales que el castellano; evidentemente el italiano es infinitamente más musical, o el inglés, que el castellano. Las traducciones que he hecho yo han sido porque, en el caso de Lucio Dalla, me ha pedido que le hiciese adaptaciones porque ha querido grabar en castellano, o en el caso de “Caruso” que ha grabado Ana. Otras veces he adaptado textos por canciones que he querido grabar yo o Ana, como “El hombre del piano”...

Sí, nos tocó leerla en inglés (la canción “Piano man”, de Billy Joel) y hay solamente dos frases que son iguales.

V. M. (risueño por esa escapada de tarros): Nada más. Las cosas que cuenta Billy Joel en la canción no son transportarles a España. Yo siempre parto de España para contar una historia y él está hablando de la guerra de Vietnam y no sé cuántas cosas hay metidas en esa canción que no eran correspondientes a España.

En esa misma lógica, ¿por qué tradujo del asturiano el “Yeren dos guajes”?

V. M.: Porque yo lo grabé primero allá por el año ’77, hice un disco que tenía por título “Diez”, que era medio cantado en bable, en el dialecto asturiano... [Nota de Redacción: Víctor Manuel se confunde de disco, en realidad quería referirse a "Canto para todos"]

¿”Bable” se llama?

V. M.: “Bable” se llama, que es un dialecto que tenemos en Asturias muy de comunicación familiar, y había escrito un bloque de canciones en bable y una de esas era “Yeren dos guajes”.

Después decidí que de alguna manera para mí eso era limitarla, entonces le hice una traducción al castellano que es muy próxima al bable, prácticamente igual.

Usted dice que era limitar la canción, ¿cómo ve usted que Serrat haya cantado en castellano?

V. M.: Es que son dos cosas diferentes, para mí el catalán es un idioma. (Se une a la conversación Joan Manuel Serrat).

V. M.: Siéntate, Juanito.

J. M. S.: Un pisco sour, por favor. Están dando fútbol español, ¿no? Ah, no, es el Audax (Audax Italiano, equipo de fútbol chileno).

V. M.: Mira, me están preguntando una...

J. M. S.: ...Que me la sé yo.

V. M.: Que te la sabes tú. Porque había una canción que yo la cantaba en bable la traduje al castellano y dije que cantar en bable era limitar las canciones y me han preguntado que qué opinaba de lo tuyo.

J. M. S.: Sí, yo creo que es distinto, respetando todas las singularidades, pues los asturianos no tienen ninguna inconveniencia en reconocerse españoles absolutamente, no existe un hecho nacional asturiano, tal vez si existe un hecho nacional catalán. De alguna manera Asturias en la reconquista, lo que se da en llamar la reconquista (Víctor Manuel se ríe), cuando los visigodos caen en el siglo VIII y empiezan a expulsar a los árabes de España, son los asturianos los que empiezan la faena.

V. M. (Víctor Manuel, el orgulloso asturiano, reafirma): Los que empiezan a empujar.

J. M. S.: En cambio, los catalanes siendo un pueblo latín, es un pueblo con una historia de siglos de lucha por su autodeterminación y su independencia. Cataluña ha tenido cinco guerras civiles con Castilla. La catalana es una cultura muy arraigada en la gente, con un idioma propio, latín mal hablado como todos, el castellano, el francés, y como todos los idiomas y dialectos italianos que hay. No se trata de una cuestión de matiz. Entre los catalanes hay algo realmente muy profundo, que está en la calle.

¿Cómo vivió hablar el catalán y luego el castellano?

J. M. S.: Con mucha comodidad, seguramente la misma historia te sitúa en las cosas. Todos los sentimientos que puedo tener de tipo reivindicativo-nacionalista, nunca pasan por encontrar en España el enemigo, pasan por una necesidad. Soy feliz cuando los prójimos se respetan entre sí y que siempre la paz no tiene otro origen que respetar el derecho del que tienes al lado, del vecino. Si alguna vez me han preguntado si me sentía más catalán o español, yo lo tengo muy claro: yo soy más aquello que me prohíben, pues si llegan los catalanes y me prohíben ser español, yo seré profundamente español, y se vienen los castellanos y me prohíben ser catalán, yo seré profundamente catalán. No es por ganas de joder, es sencillamente porque sé que la riqueza de la gente, de los pueblos, nace de la pluralidad, de la diversidad y del respeto de todas las diversidades.

En sus primeras canciones está muy presente el envejecer y el viajar como certezas de vida. Ha pasado bastante tiempo: ¿qué certezas o qué verdades ha sumado usted?

J. M. S.: Yo debía ser un muchacho con una clara ignorancia, mi ignorancia debió ser muy clarividente, porque todo aquello que desconocía, de alguna manera lo intuía y lo iba apuntando, seguramente por la descarada certeza de la ignorancia. Pero con el tiempo, las cosas tienen bastante de cómo uno se las ha imaginado. El hecho de envejecer está lleno de inconvenientes, pero también tiene sus ventajas, claro que pueden ser las mismas ventajas que tiene un tipo calvo que le regalan un peine, pero son ventajas.

Ustedes eran parte de un grupo cantautores que se unificaron mucho por el antifranquismo que tenían. ¿Cómo es la convivencia actual con ellos y con cantores latinoamericanos que tuvieron vivencias similares? Además, ¿qué pasa con quienes no tienen mucha vida en común, como Raphael o Julio Iglesias?

V. M.: La verdad es que se puede pensar que había una cierta coordinación entre los que se llamaban “rojos” y eso nunca lo ha habido, habían afinidades. Siempre he tenido claro que la relación mía tenía que ser con la gente que más o menos suponías que estaba en lo mismo que tú, y las certezas las tenías por sus canciones, sus actitudes, pero todo eso se dio sin que hubiera una manera coordinada. Hemos podido coincidir en actos, en militancia e incluso ahí tampoco se estaba coordinado, estaba uno ahí individualmente, como parte de un colectivo. Y... ¿qué más?, me he perdido.

J. M. S.: Es una pregunta muy larga. Creo que lo que plantean se puede simplificar mucho en la respuesta diciendo que hay una gente en la vida que descubres que tiene tu misma manera de entender el oficio y tu misma manera de entender la vida. Yo creo que este es el caso que nos pasa a nosotros dos. Luego, hay otros que tienen una misma forma de entender el oficio y distinta manera de entender la vida, y hay otros con los que no tienes nada que ver ni en el oficio ni en la vida. Esos son los tres casos que han planteado ustedes.

V. M.: Con respecto a Latinoamérica, uno encontraba la misma afinidad que tenía con gente de otras partes, incluso aunque no la conocieseis.

Joan Manuel, le preguntamos lo mismo que hace un rato a Víctor: influencias en música y poesía.

J. M. S.: Mire usted, yo de influencia tengo todo. Tengo la influencia de todo lo que he escuchado en mi vida, lo que he leído y me ha gustado y emocionado y que se me ha quedado grabado en alguna parte del cuerpo. Y algunos se lo reconoces, porque los sigues, los citas, los buscas por todos lados, recurres a ellos vivos o muertos tratando de centrar tu manera de escribir, de componer, pero hay unos que desconoces absolutamente y están ahí tan vivos como nosotros. Las cosas que te han emocionado, están flotando y eso se llama aprender, yo soy incapaz de hacer un listado de mis influencias, pues es tan amplio.

Pero si hay que sembrar agua, a mí me influenció mucho la canción francesa, pero también me influenció Yupanqui, la Violeta. Había otros compañeros que desconocían absolutamente qué música se podía hacer del Río Grande pa’ bajo y a algunos ni siquiera les interesaba porque les parecía que no estaban a la altura.

¿Qué le llamó la atención de Violeta y Atahualpa?

J. M. S.: Yo a Violeta no la conocí. Cuando yo me incorporé a la canción, Violeta lamentablemente ya había desaparecido. A Yupanqui sí lo conocí mucho, me parece uno de los grandes escribidores de canciones de América Latina, de los grandes, y personalmente era un hombre muy fuerte, de una lengua terrible...

Usted se juntó hace poco con Viglietti y Benedetti y hablaron sobre él.

J. M. S.: Ah, puede ser, es que siempre que surge Yupanqui es imposible hacer una abstracción de lo que era él como escribidor de canciones o músico y lo que era él como conversador. Era un hombre que ponías una botella de vino en la mesa y empezabas hablar, hablar, hablar. Era un hombre muy sabio, un hombre de gran conocimiento, aparte (era) un pico de oro...

¿Qué es eso?

V. M.: Que hablaba muy bonito.

J. M. S.: Que hablaba muy bien, era muy encantador hablar con él. Pero todo el encanto que tenía y todo lo cariñoso que podía ser, podía ser realmente demoledor, claro, un hombre que manejaba la idea, la palabra, la lengua, cuando él soltaba la lengua bífida, era realmente demoledor. Era un tipo muy divertido, no era un criticón al uso, sino que era un hombre que cuando metía el dedo en la llaga, sabía bien siempre de qué hablaba y cómo hablaba, pero, evidentemente, como todo hombre sabio, podía ser o muy generoso o muy duro.

V. M.: Para mí Yupanqui y la Violeta son dos genios y la palabra “genio” la aplico con mucho cuidado, pero fíjense que tienen una obra tan potente detrás; hoy precisamente hablaba con Juan (Juan Manuel, Juanito, Joan Manel... el mismo) oyendo “Gracias a la vida”… ¡qué talento!, con una canción de esas nada más hay gente que ha pasado a la historia de la música. Y Violeta tiene muchas más.

Un guitarrista chileno, Sergio Sauvalle, hacía un comentario de “Gracias a la vida” y decía que Violeta le da gracias a la vida, cuando en lo común es darle las gracias a Dios. El gol metafísico de Violeta es de importancia.

J. M. S.: Pero, fíjense que le da gracias a la vida tomando los argumentos más terribles que la vida te puede deparar, pero volviendo siempre al amor.

V. M.: Volviendo siempre a lo cotidiano, a la gente que tiene ahí.

¿Qué opinan del aporte que hace Víctor Jara, más allá de su muerte?

V. M. (se atropellan para responder): Es imposible de separar.

J. M. S.: No se puede separar. No se puede separar a Jara de su muerte, es algo absolutamente inseparable.

¿Se puede separar la vida del artista de su obra?

J. M. S.: Yo creo que, de hecho, sí. Pero, fíjese usted que estamos hablando de un tipo de artista concreto. Yo conozco gentes abominables como personas y tienen una obra enriquecedora. En el caso de los que escribimos canciones tenemos una relación con la cotidianeidad que no la tiene, desde luego, otro tipo de artistas y un manejo de nuestra propia vida que tampoco la tienen, ya que conservan su privacidad y otras cosas.

En el caso de Violeta, a la que no conocí, basta con su obra, aparte la vida de Violeta es una vida que discurre según su propia elección; la vida de Víctor Jara no responde a su propia elección; él es un tipo asesinado en la juventud por motivos que todos sabemos, entonces es difícil poder hacer una observación de Víctor Jara como músico sin tener en cuenta al Víctor Jara con una obra comprometida, con la calle, la cotidianeidad, hasta la muerte. Separar se puede; no sólo se puede, en otros casos es obligatorio separar. Hay artistas que tienen una capacidad de conmover inmensa, que son auténticos...

V. M.: ...hijos de puta.

J. M. S.: Hijos de puta, sí, canallas, y no por eso deja de ser buena su obra. Lo deseable sería que la gente fuera buena gente, pero no ocurre siempre.

Ambos son grandes lectores de poesía, han escrito y han musicalizado poemas que no les pertenecen. ¿Aprecian diferencias entre un texto de canción y otro de poesía?

J. M. S.: Son dos géneros distintos, la canción es un género y la poesía es otro, como el ensayo, que puede ser muy esclarecedor, incluso emocionante, pero es un ensayo. Y la poesía... escribir poesía tiene su técnica y escribir canción tiene su técnica. A pesar de que a veces...

V. M.: Sí, hay una poesía musicable...

J. M. S.: ...y otra que no.

V. M.: Yo creo que la musicable ya la ha hecho toda él (indicando a Joan Manuel).

¿Y eso tiene relación con la rima?

J. M. S. (animado, sintiendo el calorcito del medio halago que le hizo Víctor): Claro, la rima y el ritmo; la canción está fundamentada en una rima y un ritmo sobre todo.

V. M.: Y yo creo que uno de los pocos que pone música a poemas que no tienen esa lógica interna, es el caso de Paco Ibáñez cuando hace Celaya...

J. M. S.: Sí.

V. M.: ...y una serie de cosas, en donde encuentra una manera...

J. M. S.: Hay un ritmo, no hay rima, pero hay un ritmo.

¿Y usted con Benedetti?

J. M. S.: Lo que hice con él fue más ajustarnos a una nueva obra, porque el disco “El Sur también existe” lo hicimos a partir de poesías que estaban ya escritas, pero reconstruidas y buscando esas métricas, ese ritmo, esas estrofas concretas que permiten aplicar unas frases musicales que se pueden repetir. Ahora, ponerle música, se puede poner música a todo.

V. M.: O sea, Nicanor Parra... ¿te imaginas ponerle música a Nicanor Parra?

J. M. S.: Ni esos cerros de papel que saca El Mercurio con los discursos del Senado.

¿Cree usted que su trabajo con Benedetti fue tan logrado como los de Miguel Hernández y Antonio Machado?

J. M. S.: Son tres poetas muy distintos, sobre todo dos muy distintos a uno: la poesía de Hernández y Machado están escritas ya con unas concepciones literarias que tienen su rima y su ritmo. Benedetti escribe de otra forma y construir canciones, pues, tiene su riesgo. Seguramente si lo volviéramos a hacer, lo haríamos de otra manera, pero, en fin, las cosas están ahí, tampoco uno va entrar en la locura del pintor que empieza a pintar sobre el cuadro que había pintado anteriormente, tratando de que la obra siguiente va a limpiar todos los errores que ha cometido en el anterior, porque eso no es posible, porque uno comete errores en una obra y luego comete otros nuevos en la otra. Hay tantas posibilidades de equivocarse.

Víctor, ¿cómo vive el tema religioso? Porque al comienzo usted era muy distante en su trato al dios y después cantando “Sólo le pido a Dios”.

V. M.: Yo soy de una relación muy tormentosa (con Dios), me ocupé mucho, sobre todo en los primeros discos, de negar todo y después, la verdad, es que no creo en nada, no creo que haya nada y a veces tomo la palabra “Dios” como un recurso poético. En el caso de la canción de León, él sabrá por qué la ha escrito y a mí me sirve porque me sirve todo lo demás, no porque yo le pida nada a Dios, que no me va a dar nada, que no sé qué es eso.

¿Y en su caso?

J. M. S.: Mire, en mi caso yo soy agnóstico practicante; yo siempre he pensao que la idea de Dios es una idea que pasa por los seres humanos, que camina, se levanta en la mañana temprano y se monta en el bus y va al trabajo...

V. M.: A veces Dios es un coreano que tiene hoteles (risas).

J. M. S.: Yo creo que Dios está en la vida, en las cosas y que entre todos podemos llegar a hacer estas cosas. De cualquier manera, yo de la religiosidad soy un hombre bastante respetuoso, tengo un gran respeto por cualquier forma de espiritualidad, por cualquier cosa que haga que el ser humano sea un poco más feliz. Cuando a Dios se le toma como ese pozo o no en donde uno mete todas sus congojas, todas sus angustias y todas sus esperanzas, pues, me parece cojonudo si esto le sirve al ser humano para ser más feliz. Si Dios es aquel rasero que nos va marcando el bien y el mal, me parece estupendo, porque de alguna forma ayuda al hombre a ser un poco más bueno.

V. M.: Siempre que te ocupas de Dios, para bien o para mal, estás pisando cristales.

J. M. S.: Cuando gana el Barcelona...

V. M. y J. M. S.: ...Dios existe (risas en el tablón).

J. M. S.: Esa es la evidencia de que Dios existe (recordemos el fervor de Joan Manuel por el Barça, y de Víctor por el Real Madrid).

¿Influyó Latinoamérica en que usted compusiera en castellano?

J. M. S.: No, no, fue antes de América Latina, fue una decisión absolutamente personal, yo he hecho siempre lo que creía que tenía que hacer y el cantar sólo en catalán respondía a lo que ocurría en Cataluña en aquella época. El hacerlo en catalán no era sólo una forma natural de expresión, sino que era un arma contra la dictadura que entendía a España con una mirada monocultural, donde solamente existía el castellano y el resto de las culturas españolas no estaban, no existían oficialmente, ni en los medios de comunicación ni en las escuelas y esto era para mí una herramienta de lucha, porque aunque cantaras “Margarita te quiero, te quiero Margarita, no sabes cuánto te adoro, amor mío...

V. M.: ...Margarita, t'estimo...

J. M. S.: ...Margarita, t'estimo” y no sé cuánto más, pues cantar catalán era una manera de joder. Pero un par de años después, me plantee cantar en castellano y lo hice con problemas con los radicales. Afortunadamente, aguanté el tirón y pude sobrevivir, otros que trataron de hacer lo mismo, se quedaron en el camino y fueron comidos por el monstruo de la intolerancia. A mi cantar en castellano me ha permitido, primero funcionar como yo soy; podría yo recurrir al tópico de que soy charnego, hijo de aragonesa, y que para mí hablar en castellano era natural, pero también era natural el catalán. Yo tengo compañeros que cantan sólo catalán porque ellos mismos están limitados en su forma de expresión, porque el castellano no ha sido nunca su medio natural. Yo empecé a cantar en castellano porque creía que debía hacerlo y para mí era una forma de expresión necesaria.

La versión castellana de “Paraules d'amor”, ¿es suya?

J. M. S.: Sí, la que está en el disco “El gusto el nuestro”. Y una que grabó Amaya en castellano, también es mía. Pero, me parece que hay otra versión que hizo Soledad Bravo, que la tradujo ella por su cuenta. Debe ser muy parecida, porque esta es una de las canciones que tiene fácil traducción.

¿Por qué la tradujo?

J. M. S.: Por Amaya. Amaya quiso cantarla y yo la traduje. Entonces, aprovechamos para cantarla con Anita (Belén) para cantarla en algunas actuaciones. No ahora, porque en América la cantamos en catalán.

Víctor revisando sus discos nos damos cuenta de que tienen varios temas en común: el amor particular del que hablábamos, los aires asturianos, las canciones más sociales.

V. M.: Sí, sí. Uno siempre tiene temas recurrentes y vuelves a cosas, a fuentes, a ideas, que piensas que no las has contando bien en un momento determinado o que la puedes contar de otra manera o mejor, porque tienes más experiencia, pero eso tampoco puede ser cierto, salen a veces peor, a veces es mejor la primera que la última.

En la década de los noventa aparece una juventud que “sentó cabeza” y que está con sus dos pies en el consumo, sin ningún tipo de utopías. ¿Ven alguna posibilidad de cambio?

J. M. S.: Yo creo que todo es consecuencia de todo, no aparece de pronto el yuppismo, no aparece por generación espontánea, aparece porque hay una presión social, una presión del poder a la sociedad muy clara y una siembra de lo que podíamos llamar la política del “sálvese quien pueda”. Al pensamiento solidario de los años sesenta y setenta se opone la derecha feroz y realmente camina con paso de una solidez acojonante e impone este modelo y dice: “Muchacho, despabílate, que si no lo haces tú, nadie te ayudará”, situación que hace que la sociedad se vuelva cada vez más insolidaria, cada vez se legaliza o autoriza más comportamientos que en cualquier otro momento hubiesen sido censurables. Hay gente que no podría salir de la puerta de su casa porque sería derrotado por lo sinvergüenza y ladrón que es, por canalla, sin embargo, en este momento la sociedad lo justifica todo, la plata lo lava todo y esto se trasmite a la calle y a todos los ámbitos sociales y se trasmite a partir de todos los medios de comunicación que bombardean, y pasamos de la sociedad de consumo despreciada y denostada a esta sociedad del “sálvese quien pueda” que, se puede decir, es aceptada o bien vista socialmente.

Eso de responsabilizar a la juventud es una canallada, porque la juventud se encuentra con esta mierda, ellos no siembran esta mierda. Si ellos hubiesen recibido una información completa, sería otro el resultado, si hubiesen recibido otra información en la casa, en la escuela o en la calle. Pero si esos espacios no funcionan, difícilmente el muchacho por generación espontánea llegará a un tipo de conclusión que no sea la que la sociedad le brinda.

Miren, yo creo que la vida es mucho más fuerte que el hombre. Cuando los ecologistas hablan de que el hombre acabará con la vida, se equivocan de una manera absoluta: el hombre, como mucho, acabará con el hombre, pero con la vida es otra cosa, la vida siempre se ocupa de poner las cosas en su lugar, de donde el hombre las jodió, como el río siempre busca el cauce, la vida siempre se ocupa de poner las cosas en su lugar, lo que pasa es que el costo es lo que no sabemos, y a qué costo; seguramente, al costo proporcional a lo que la especie humana haya dejado las cosas, pero que las cosas se reordenarán o se desordenarán como las hormigas cuando les pisa usted el hormiguero: usted le pega una patada a un hormiguero y vera usted cómo al cabo de un rato se vuelven a organizar.

Eso suena algo esperanzador.

J. M. S.: No, no, yo no estoy hablando de un auge esperanzador. Yo pensaba que usted me iba a decir que esto tiene mucho de fatalismo; esto es fatalista, sí, la única esperanza que tenemos cada uno de nosotros es nuestro presente, por muy buena gente que seamos y muy generosos, nosotros tenemos un espacio concreto de vida y evidentemente aspiro a dejarle a mis hijos y a las generaciones posteriores, pues, el tinglado en las mejores condiciones posibles, como mínimo las mismas que me entregaron a mí; no creo que ni a eso lleguemos, pero bueno. Lo que es innegable es que tengo un espacio de tiempo y que a mí me interesa vivirlo y me interesa sentir y estar comprometido con lo que está ocurriendo y si es posible, botarlo.

¿Qué distingue a la canción de otras formas expresivas?

V. M.: Creo que la canción tiene un poder, no diría que ilimitado, un poder de comunicación, de provocar sentimientos y no creo que haya ningún arte que tenga ese poder de inmediatez, de comunicación tan firme, en donde tú trasmites desde cualquier medio algo a millones de seres al mismo tiempo y provocar sentimientos simultáneamente, no creo que haya ningún arte que lo pueda hacer, siendo éste un arte menor, comparado con la pintura o con otras formas de expresión, con la literatura.

¿Qué viene primero: la música o el texto?

V. M.: Yo suelo trabajar al mismo tiempo el texto y la música. Se va armando al mismo tiempo.

J. M. S.: Eso es lo ideal. Yo hago lo que puedo, a veces tienes una idea media de escritura, que ya tiene un ritmo determinado y sigues por ahí, a lo mejor la frase musical que tú estás trabajando con este texto, se alarga, algunas veces de una manera natural, entonces, cuando pasas por el final del texto, lo agarras por el cuello y te lo sigues llevando y sigues escribiendo por ahí. Lo ideal es jugar a este encaje de bolillos que es redondear la frase y trabajar una música. Es difícil que tú tengas todo, a veces tienes el texto y no la música, pero no es que no tengas música, es que no has encontrado la adecuada, siempre te sobra texto o música, pero en un momento determinado, algo tienes que hacer. Siempre eres rehén de uno o de otro.

¿Hasta qué punto se hace estrecha la forma de canción?

V. M.: Yo creo en la canción y si es de tres minutos, mejor, eso es lo perfecto, pero hay otras formas que se pueden inventar para hacer algo más largo.

J. M. S.: Una ópera.

V. M.: Por supuesto, pero yo nunca he tenido esa tentación ni la voy a tener.

J. M. S.: La canción es lo suficientemente complicado ya para que te inventes otras formas...

V. M.: Es tan difícil hacer una canción de tres minutos que tenga sentido, principio, final, que se entienda. Hacer una melopea de quince minutos es una gilipollez; hacer una ópera no digo que es una gilipollez... (risas).

J. M. S.: Pero, ¿hacer una cosa larga? ¿Sí o no?

V. M.: Es una chorrada.

J. M. S.: Yo que tengo canciones muy largas, son canciones largas por mi incapacidad de poder sintetizar toda la historia que quiero contar.

V. M.: Si llegas a los cinco minutos es porque no supiste hacerlo en tres, que nos ha pasado a todos.

J. M. S.: Es una ambición de querer contar historias, sobre todo en canciones de éstas, en que tratas con tipo que se cambia de sitio, transportarlo de tiempo, cambiarle la ropa, ¡joder!, pues esto es largo, son seis minutos. Lo ideal es poder encontrar las palabras justas para que en tres minutos tú pudieras contar exactamente lo mismo con la misma capacidad de conmover. Tampoco es que esté de acuerdo con que las canciones cortas son mejores; si son largas es porque no hay más cojones, o si no, renuncias a quitar parte del argumento. Yo vi una Carmen que se le habían reducido ochenta minutos... y era una maravilla. Luego el mismo director hizo el Mahabharata, para confesar, que dura 16 horas (risas).

Ustedes en España son considerados cantores populares. Sin embargo, en Chile y Latinoamérica son cantores muy cercanos a la canción social, rojizos, ¿por qué?

V. M.: No, yo creo que sí, en España la derecha lo tiene clarísimo, sabe que no somos cercanos a ellos y la gente lo sabe, pero, somos populares por unas canciones que, puntualmente, le ha interesado a un público que va más allá de tener afinidades políticas con nosotros, y, además, nosotros hemos conseguido ampliar el campo a otra gente.

¿Cuáles son sus mentiras o dogmas que no necesitan una explicación lógica o empírica?

J. M. S.: Yo no le entiendo, me va a perdonar, pero no sé lo que me quiere decir.

Por ejemplo, creer en Dios es un acto de fe, más allá de los hechos.

J. M. S.: Ese es un criterio, pero es al revés: uno no cree en las cosas en tanto no se demuestre que no existen: uno cree en las cosas en tanto uno quiere que existan, y la gente que cree en Dios, cree por una necesidad personal o por una actitud que le reporta algún tipo de satisfacción, sea lo que hablábamos antes, del pozo éste donde uno mete toda la porquería que le sobra, o sea porque ello le resulta un negocio rentable, que también existe esta otra posibilidad antes. Siempre va a haber una actitud personal de que yo creo porque se interesa creer. No es al revés: yo creo hasta que alguien me demuestre lo contrario... porque si empezamos con esto, pues, oiga, todas las mentiras del mundo, las patrañas más absolutas, porque son lo menos demostrable y como no son demostrables, son más creíbles. Este argumento a mí no me sirve.

Vamos a plantearlo de otra forma. Víctor, ¿usted perteneció al Partido Comunista Español?

V. M.: Sí, desde 1974 hasta 1988.

Usted se salió, pero algo queda, ¿o no? A esos fondos se refería la pregunta.

V. M.: Sí, hombre. Yo no he creído en dogmas, he tratado de no ser dogmático ni de pensar que tenía la verdad absoluta. Me salí porque dejé de creer en el proyecto concreto que estaba viendo; no en el socialismo como una forma mejor de vida. En ese proyecto concreto en que yo estaba, estaba podrido en su momento y me bajé.

¿A eso apunta el disco “Sin memoria”?

V. M.: No, “Sin memoria” es más que eso, trata de contar que es muy necesaria la memoria para vivir, para reconocernos a nosotros mismos, para saber quiénes somos, para no tropezar en las mismas piedras siempre. Intenta ser más amplio que recordar un pasado militante en el PC.

No es una operación nostálgica, entonces.

V. M. (se sonríe): No, tal como yo viví la militancia, pues, era algo atractivísimo, tenía algo de aventura.

Joan Manuel, usted tiene muy pocas canciones de protesta con palabras explícitas. ¿Ha hecho canciones-protesta?

J. M. S.: Yo he contado lo que hay a mi alrededor y en muchos casos ese tipo de canciones no estaban consideradas, porque no respondían al cliché de una canción-protesta.

El año 1992 aparecen dos canciones particulares: “El Necio”, de Silvio, y “Utopía”; ambas entregan un poco de esperanza y se le escucha a usted más directo. Esas canciones por algo aparecen.

J. M. S.: Sí.

Y en el año 1992.

J. M. S.: Sí, pero no crea usted en eso del año. Responde más que nada a los sueños que uno arrastra y a los que uno no quiere renunciar. Esta canción apareció viendo que las utopías se les escapan entre las manos a aquellos que en un momento determinado se sirvieron de los sueños utópicos para alcanzar cuotas de poder, y, bueno, en España hemos tenido experiencias muy concretas en este sentido.

La poética que ambos utilizan son distintas; Víctor usa muchas metáforas, oposiciones; en cambio, en Joan Manuel asombra el poco uso de metáforas, el detalle va por el adjetivo, por el trozo de la historia que se cuenta...

J. M. S. (risueño y explicitando la pregunta nuestra): ¿Por qué?

¿Huye de la metáfora?

J. M. S.: No, no, yo escribo cómo sé escribir y de la manera como se me ocurre, no me planteo, ahora voy a escribir de esta forma, no tengo esa mecánica, escribo como me siento satisfecho. Creo que la metáfora es una forma muy inteligente de contar cosas, sobre todo que deja unos espacios muy grandes a la participación de los demás, permite hacer interpretaciones muy curiosas. No responde a una forma tan asumida de cómo hacer las cosas. Responde a eso, a por dónde va la comunicación de la historia.


Santiago de Chile, 30 de noviembre de 1997.

Reiner Canales y Dino Pancani
Periodistas


Infirmación de http://www.cancioneros.com/


viernes, junio 26, 2009

Actividades de verano


Actividades de verano
elmundo.es Palma 26/06/2009

El mes de julio se intensifica la oferta musical en Mallorca, con la incorporación de festivales de renombrado prestigio como el Festival de Pollença. Joan Manuel Serrat será el encargado de inaugurarlo, concierto para el que nuestros suscriptores pueden conseguir invitaciones.

Actividades de junio
Taller de diseño gráfico gratuito. Tras el éxito de los primeros talleres programados, la Escola Superior Balear ofrece de nuevo en exclusiva para los suscriptores de EL MUNDO un taller de creación de logotipos, el 30 de junio de 18:00 a 21:00 horas. Se celebra en el Estudi General Lul.lià (Sant Roc, 4 de Palma). Teléfono de información y reservas: 971 902 433 (de 9:00 a 14:00 y de 16:00 a 19:00).

Avance de julio
Invitaciones XXXI Festival Internacional de Deià
. El jueves día 2 continúa la programación con la Camerata Deià, formada por Susan Waterbury y Byron Wallis (violiones), Fernando Villegas y Francesc Gaya (violas), Andrew Luchansky Andrew Smith (violonchelos), Francisco Lluch (contrabajo) y Alfredo Oyagüez (piano). Obras de Haydn, Bruch y el estreno mundial de Noneto Deià, de Cavestany. Los suscriptores pueden solicitar invitaciones enviando un e-mail a clasicoselmundo@gmail.com, indicando nº de tarjeta de suscriptor, nombre y apellidos y teléfono de contacto. Se contestará cada correo. Compra de entradas: Tel. 678 98 95 36 y concerts@dimf.com.

Invitaciones conciertos de verano Palau March. El viernes día 3, a las 21:00h, la Camerata Deià repite el anterior concierto en el Palau March de Palma. Los suscriptores pueden solicitar invitaciones enviando un e-mail a clasicoselmundo@gmail.com.

Invitaciones Serrat 100X100 en el Festival de Pollença. El artista catalán abre la nueva edición del Festival de Pollença el 3 de julio, a las 22:00, en el Claustro de Santo Domingo. Serrat 100X100 es la gira de despedida del artista de los escenarios, por lo que será una de las pocas oportunidades para verle en cantar directo. Los suscriptores pueden solicitar invitaciones enviando un e-mail a clasicoselmundo@gmail.com, indicando nº de tarjeta de suscriptor, nombre y apellidos y teléfono de contacto.

Invitaciones conciertos verano Centre Cultural Andratx. Camerata Deià repite el concierto de Deià y Palau March en el CCA el sábado 4 de julio. Los suscriptores pueden solicitar invitaciones enviando un e-mail a clasicoselmundo@gmail.com, Tickets de pago: Teléfono: 971 137 770.

Rutas comentadas por Palma. Les invitamos a descubrir tres importantes edificios de la ciudad: el Hospital General, la popular iglesia de la Sang y La Misericòrdia. Esta visita tiene una duración de dos horas y se celebra el sábado 4 a las 10:00 horas, siendo el punto de encuentro la entrada a La Misericòrdia por La Rambla. Precio para suscriptores: 5 euros; suscriptor y acompañante: 10 euros; lectores: 10 euros. Reservas: Típika (Santa Eulàlia, 9. Palma). Tel. 620 759 777 (de 10:30 a 14:00) info@mallorcarutes.com

Invitaciones concierto León Gieco y backstage de Guitarras del Mundo. Le invitamos a vivir una experiencia inolvidable junto a uno de los grandes cantautores argentinos, el autor de Sólo le pido a Dios. El concierto de León Gieco se celebra el 11 de julio a las 21:30 en la Sala Assaig de Palma, pero nuestros suscriptores pueden tener un encuentro con el artista antes del comienzo, acompañarle desde el hotel a la Sala y acceder después del concierto al backstage donde podrán hacerse una fotografía con él. Los interesados pueden participar en el sorteo enviando un e-mail a clasicoselmundo@gmail.com, indicando número de tarjeta de suscriptor, nombre y apellidos y teléfono de contacto. Descuento del 15% para los suscriptores en la compra de entradas en taquillas el día del concierto.
Información de http://www.elmundo.es/

CONFIRMADO: Concierto Serrat en Novelda


2009-06-25

CONFIRMADO: Concierto Serrat en Novelda

El cantante Joan Manuel Serrat estará el 18 de julio de 2009 en Novelda (Alicante) con su espectáculo "100 x 100 Serrat", que muestra el lado más cercano del artista en conciertos con un formato más íntimo, que llegan tras su gira al lado de Joaquín Sabina "Dos pájaros de un tiro".

La cita con Serrat, se llevará a cabo en un marco incomparable, será en el Parque del Oeste de Novelda a las 23:00 hrs. Los precios de las entradas oscilarán desde los 25 ? hasta los 35?, este último precio será para las personas que quieran ver a Serrat desde las cinco primeras filas, un lujo.

El cantautor con este espectáculo en el que con el único acompañamiento del piano de Ricard Miralles, su arreglista de toda la vida, y su propia guitarra, interpreta temas de su repertorio conocido y del nuevo disco que publicará en noviembre.

Además de Galicia, en esta nueva gira Joan Manuel Serrat visitará México, Estados Unidos, Puerto Rico, República Dominicana, Colombia, Chile Argentina, Uruguay, Perú o Ecuador.

Las entradas se podrán a la venta a partir de mañana a través de Servicaixa, según hemos podido saber, todos los asistentes estarán sentados y las entradas serán numeradas.
Información de http://www.bitrir.com/

Lleno total para ver a Serrat y fracaso el fin de semana

Galapagar
‘Viajazz 2009’
Lleno total para ver a Serrat y fracaso el fin de semana



26/06/2009
La séptima edición del Festival de Jazz de Collado Villalba, Viajazz 2009, estuvo marcada por los contrastes: del lleno absoluto (entradas agotadas) para ver el pasado jueves a Joan Manuel Serrat a la pobre afluencia de público en los otros dos conciertos programados, Mezzoforte y Tania Maria.

En el de esta artista brasileña, celebrado el sábado, el pabellón deportivo municipal apenas vio pasar a poco más de 100 personas. La actuación de Serrat (en la fotografía superior) también alcanzó el notable desde el punto de vista artístico, con interpretaciones íntimas que subrayaron la sensibilidad de unos temas que forman parte de la historia de la música española de las últimas décadas. Sin embargo, el propio formato de la actuación hizo que en ocasiones se perdiese la tensión, a pesar de que el catalán se mostró siempre muy comunicativo. Al concierto acudió la ministra de Cultura, Ángel González Sinde. Tras el no hay billetes de Serrat llegaron las decepcionantes jornadas de viernes y sábado, en un festival que, aun contando con aciertos puntuales, ha perdido el atractivo (y también la coherencia) de las primeras ediciones.

Información de http://www.elfarodelguadarrama.com/

Italia canta a Serrat

La influencia serratiana en la canzone d´autore italiana
Italia canta a Serrat



Italia canta a Serrat no es un nuevo disco de homenaje a Joan Manuel Serrat, aunque podría serlo si hacemos recuento de las muy numerosas versiones italianas que se han ido acumulando de las canciones de Serrat a lo largo del tiempo.
En este artículo repasamos artistas que en Italia han cantado canciones de Joan Manuel Serrat, una curiosidad que será del interés del buen aficionado a la música de Serrat y a la canción de autor italiana.

26/06/2009




Quizá de uno en uno han ido pasando un poco desapercibidos, pero si sumamos todos los vínculos musicales que se han establecido a lo largo del tiempo entre Italia y la música de Serrat el resultado final es bastante sorprendente tanto por la calidad de versiones e intérpretes como por el número total de temas recreados.

Intérpretes tan reconocidos como Mina Mazzini, Gino Paoli, Ornella Vanoni, Mia Martini, Anna Oxa o Francesco Guccini han cantado en alguna ocasión canciones de Serrat, también el cantautor catalán ha cantado en la lengua de Dante en correspondencia a ese afecto artístico.

Pero hablando de versiones de Serrat en Italia hay que empezar hablando de Mina Mazzini, por ser la pionera grabando temas de Serrat en italiano en varios de sus discos, aunque también hay que decir que en número absoluto de versiones el número uno es Gino Paoli.

En algunos casos la versión en italiano de las canciones de Serrat es libre en relación a la letra original, en su mayoría adaptaciones del autor Paolo Limiti para la voz de Mina Mazzini, como en el caso del exitoso tema Bugiardo e incosciente con música original de La tieta de Serrat. La adaptación al italiano de temas con música de Serrat y letra de Paolo Limiti crea una perfecta simbiosis entre la musicalidad serratiana y la interpretación de Mina Mazzini, temas que posteriormente han cantado otros intérpretes italianos.


MINA MAZZINI CANTA A SERRAT

La tieta” en italiano o "Bugiardo e incosciente" fue grabada por primera vez por Mina Mazzini en la adaptación de Paolo Limiti en 1969 con una orquesta de 40 elementos dirigida por Augusto Martelli con unos arreglos muy interesantes. Con esta pieza Mina Mazzini cosechó un gran éxito en Italia como muestran las numerosas versiones de la adaptación de Limiti que fueron grabadas posteriormente por diferentes intérpretes italianos. La canción aparece en el LP "Bugiardo più che mai…" en 1969 y en 2 singles de 1969 y 1970, también en el LP "Del mio meglio" (1971), y posteriormente en el CD "Oggi ti amo di più" (1988), en el recopilatorio publicado en España "Grande, Grande, Grandes Éxitos" (1994), en “Minantologia” (1997) y también en "The Platinum Collection"(2004).

La segunda canción versionada por Mina Mazzini es “Balada de otoño” en lengua italiana, Mina graba en 1972 su “Ballata d´autunno” también en adaptación de Paolo Limiti y la incluye en su disco "Altro"(PDU/EMI), siguiendo en este caso el original de "Balada de otoño" y contando en la orquestación con Natale Massara. En 1973 se edita dentro del LP "Del mio meglio nº 2", también en "Di tanto in tanto" en 1978, y en el recopilatorio "Grande, Grande, grandes éxitos" (Hispavox, 1994), en el disco "Minantologia" (1997) y en "Platinum 2" (2006).

En 1983 Mina recrea una vez más la obra de Serrat con “Ahì, mi amor”, que no es otra que "Romance de Curro el Palmo" en nueva adaptación al italiano de Paolo Limiti, a excepción de algunos versos iniciales la letra es diversa de la original y es editada en el disco "Mina 25 Vol. 2" (PDU/EMI), con arreglos de Mario Robbiani, también está incluida en "Oggi ti amo di più" (PDU/EMI, 1998) y en el recopilatorio "Platinum 2" de 2006.

Como colofón del encuentro musical, Serrat y Mina cantan un dúo por primera vez en un disco en castellano de Mina editado en septiembre de 2007, de título "Todavía", compuesto por dúos de Mina con diferentes intérpretes españoles. La canción que cantan Mina y Serrat es "Sin piedad" que Serrat había grabado en su disco "Versos en la boca".


GINO PAOLI CANTA A SERRAT

Las primeras versiones de Serrat que encontramos en la voz de Gino Paoli fueron grabadas en su disco "Amare per vivere" (Durium, 1972), Paoli canta una versión de "Barquito de papel" bajo el título de "Sogno di gioventù", en el mismo disco encontramos también "Ballata d'autunno" (Balada de otoño), bellísima versión con texto ligeramente diferente del grabado por Mina.

Poco después destaca el disco homenaje que Paoli dedica por completo a las canciones de Serrat bajo el título "I semafori rossi non sono Dio" (Durium, 1974) con arreglos de Giampiero Boneschi y Pinuccio Pirazzoli. Incluye los temas: La donna che amo (La mujer que yo quiero), Il manichino (De cartón piedra), Un'altra estate (Aquellas pequeñas cosas), La libertà (Cómo un gorrión), Nonostante tutto (Que va a ser de ti), I miei dieci anni (Mi niñez), Mediterraneo (Mediterráneo), La sbandata (Lucía), Chopin (Tío Alberto), Ma andate a...(Vagabundear).

En el mismo año se edita "Gino Paoli canta Serrat" (Ricordi, 1974) con los temas Mediterraneo (Mediterráneo), La donna che amo (La mujer que yo quiero), Un'altra estate (Aquellas pequeñas cosas), I miei dieci anni (Mi niñez), Nonostante tutto (Que va a ser de ti), Il manichino (De cartón piedra), La libertà (Cómo un gorrión), Chopin (Tío Alberto), La sbandata (Lucía), Ma andate a...(Vagabundear).

Otra edición con diverso contenido en relación a los anteriores discos fue editada en España por la discográfica Durium en 1978 bajo el título "Gino Paoli canta éxitos de Joan Manuel Serrat", curiosamente tradujeron los títulos literalmente de las versiones italianas, cambiando así los títulos originales de las canciones de Serrat por su traducción literal del italiano: Mediterráneo, La desviada, La mujer que yo quiero, A mis diez años, La libertad, A pesar de todo, Otro verano, Chopin, El maniquí, Vete a...

Más versiones serratianas en obras de Gino Paoli han sido "Chopin (Tío Alberto)" en el disco "Il gioco della vita" (Durium, 1979) con arreglos de Giampiero Boneschi y Pinuccio Pirazzoli. En el disco "Insieme" (Cgd, 1985) conjunto entre Gino Paoli y Ornella Vanoni, Gino Paoli interpreta en solitario "Mediterraneo" (versión en italiano) arreglada por Giuseppe Vessicchio.

Finalmente en 1996 Paoli canta "Il vestito rosso", adaptación de la popular “Penélope” de Serrat/Algueró en italiano y la incluye en su disco de versiones de otros autores, bajo el título "Appropiazione Indebita" (Fonit Cetra).

Un nuevo encuentro personal se produce entre Serrat y Paoli el 17 de julio de 2009 con su participación en el concierto colectivo “Visions de la Mediterrània” dirigido por Joan Albert Amargós dentro del Festival Porta Ferrada de Sant Feliu de Guíxols (Girona).


OTROS INTÉRPRETES ITALIANOS DE SERRAT

-Ya en 1970 Jula De Palma graba “Bugiardo e incosciente” con la Orquesta de Gianni Ferrio en su disco "Jula al Sistina".

-En 1973 la tempranamente desaparecida y muy admirada cantautora Mia Martini graba la versión italiana de Señora (“Signora”) en su LP "Il giorno dopo" (BMG Ricordi) en adaptación de Paolo Limiti, editada en CD en 2003. En 1983 edita una nueva grabación en directo de "Signora" en el CD "l miei compagni di viaggio" (BMG Ricordi).

-El crooner italiano Johnny Dorelli canta también su versión de "Romance de Curro el Palmo" con "Bugiardo e incosciente" en el álbum de 1973 "Le canzoni che piacciono a lei".

-En 1980, Giovanna Nocetti graba "Ahi, mi amor" (Romance de Curro el Palmo) en su disco "Giò", en colaboración con Paolo Limiti.

-En 1988, Anna Oxa retoma "Bugiardo e incosciente" en su programa para la RAI "Fantastico 9", en una bella vesión en la que se incluye en el final la voz de Serrat.

-En 1989 Lena Biolcati canta "Piccole cose", versión italiana de “Aquellas pequeñas cosas” con letra de Gino Paoli, incluida en el disco "La luna nel cortile".

-En 1990 y por primera vez el tema “De cartón piedra” es interpretado en italiano, rebautizado como “II manichino” por el cantante Franco Simone, quien graba esta canción para su disco "Dizionari dei sentimenti" (Skizzo-Discomusic).

-Rita Pavone interpreta aunque no hay grabación en disco de "Bugiardo e incosciente", que cantó en el espectáculo de televisión "Mina contro Battisti" (1995).

-La gran Ornella Vanoni también canta su "Bugiardo e incosciente" en su disco "Argilla" (Warner Music, 1997).

-La vocalista Cheryl Porter en "Mina in black" (2002) la graba en clave de jazz como "Bugiardo e incosciente ", entre "E se domani" e "Il cielo in una stanza".

-El reconocido cantautor Francesco Guccini canta “La tieta” -pero en esta ocasión en dialecto modenés- y la incluye en su disco "Ritratti" (2004), con un título más próximo al original: "La ziatta".


SERRAT CANTA EN ITALIANO

Joan Manuel Serrat ha cantado en diversas ocasiones en lengua italiana a lo largo de su carrera, tanto para grabaciones discográficas como en directos grabados para programas de televisión y festivales:

En un single promocional del tema eurovisivo La,la,la (Manuel de la Calva/Ramón Arcusa) en italiano. En la cara B del single del "La,la,la" en italiano podíamos escuchar Poema d´amore, su canción "Poema de amor" adaptada al italiano.

En 1982 y en emisión del programa televisivo "Blitz" Joan Manuel Serrat y Gino Paoli interpretaron La mujer que yo quiero / La donna che amo. Alrededor del piano se encontraron Serrat, Elisabetta Pozzi, Gianni Minà, Gino Paoli, Joe Sentieri, Leo Ferrè y Bruno Lauzi. Al final se dedica un homenaje conjunto al desaparecido Luigi Tenco.

En un single de 1989 con la canción Kubala en italiano y Barcelona i jo en catalán. A finales de 2008 el Club Tenco edita el doble disco Bardóci en homenaje a Sergio Bardotti y en el que Serrat interpreta de nuevo en italiano la canción Kubala.

En la edición del Festival de Sanremo de 1989 Serrat interpretó Non ho altra cosa che pensare a te (No hago otra cosa que pensar en ti) en italiano.

En 2008, Joan Manuel Serrat graba una versión en italiano de Aquellas pequeñas cosas (Quelle piccole cose) para un doble disco del grupo Pan Brumisti, editado por la discográfica Ala Bianca y que lleva el mismo título de la canción: Quelle piccole cose. En este disco participan otros grandes autores italianos además de Serrat, Maria del Mar Bonet, Joan Isaac y Pedro Guerra.

Carles Gracia Escarp


Información de http://www.cancioneros.com/

Concierto de Joan Manuel Serrat en los Jardines de Viveros - lunes, 13 / feria de julio

Concierto de Joan Manuel Serrat en los Jardines de Viveros
A partir de las diez de la noche comenzará el concierto que ofrece el cantautor Joan Manuel Serrat en la ciudad de Valencia. El recinto de los Jardines de Viveros acogerá este recital que se enmarca dentro de las actividades programadas con motivo de la Feria de Julio
lunes, 13 / feria de julio


Serrat en el teatro Calderón de Valladolid. /foto Gabriel Villamil / El Norte de Castilla
25.06.09 - Valencia


En 2007 Joan Manuel Serrat realiza una gira junto a Joaquín Sabina llamada 'Dos pájaros de un tiro', que los lleva por treinta ciudades españolas y veinte americanas y que se inicia en Zaragoza el día 29 de junio de 2007 finalizando el 18 de diciembre en Buenos Aires (Argentina) después de 71 conciertos. En ella, el catalán interpreta las mejores canciones del ubetense mientras éste hace lo propio con el repertorio del noi del Poble-sec. De los conciertos celebrados en Madrid se graba un disco en directo y un DVD con más material que se edita en diciembre de 2007. El nombre de dicho disco es, al igual que la gira, 'Dos pájaros de un tiro'.

De la gira con Joaquín Sabina se editó un disco recopilatorio a finales de 2007 con los mejores conciertos realizados durante la gira. De este disco se publicaron dos versiones, una de ellas es un formato de caja especial con los mejores videos de la gira a lo largo de todo el mundo.

A mediados de 2008, Serrat retoma por tercera vez su gira intimista "Serrat 100x100" llevándola junto a Ricard Miralles por algunos países de América y por España, con conciertos programados hasta el mes de julio de 2009.

Información de http://www.lasprovincias.es/

domingo, junio 21, 2009

Serrat, un trovador 100x100


Concierto junto a Miralles
Serrat, un trovador 100x100
21-06-2009 - Por Sergio Ariza /Fotos: Marina Ramírez


A las 22:30 en punto, haciendo gala de una proverbial puntualidad inglesa, Joan Manuel Serrat y Ricard Miralles hacían acto de presencia en el escenario del Parque Juan Carlos I de Pinto. La figura de Antonio Machado inundaba el telón de fondo y los acordes de “Cantares” encendían a un público, para el que las canciones del “noi del Poble Sec” suponen la banda sonora de sus vidas. Golpe a golpe y verso a verso Serrat se ha ganado un lugar de privilegio dentro del mundo de la música de nuestro país.

El concierto estaba englobado dentro de la gira “Serrat 100x100”, que el artista catalán ha retomado después de su tour de force con Joaquín Sabina “Dos pájaros de un tiro”, y que debería llamarse Serrat y Miralles 100x100 ya que el destacado papel que cumple el excelso pianista a la hora de musicar las composiciones del Nano nunca debería pasarse por alto. Pero volvamos al recital que ofrecieron en Pinto, después de empezar con una carta ganadora, “Cantares”, Serrat se decantó por obviar su repertorio más conocido, basándose en discos como Bienaventurados, En tránsito o los más recientes Versos en la boca o Mô del que sonó la única canción en catalán de todo el recital, “Si hagués nascut dona”, a la que acompañó de una divertida introducción en la que explicó como su madre pensaba que iba a nacer una niña cuando nació él.

Y es que esa es una de las características fundamentales de ésta gira, Serrat ofrece unos largos soliloquios entre canción y canción, en los que se alarga su sombra de cuentista, o “storyteller” cómo dicen los anglosajones. Así une su actuación, como si de un monologuista se tratase, a través de disparatados proverbios chinos y anécdotas varias en las que da rienda suelta a su proverbial verbigracia. Una pena que el viento afease en esta primera parte el sonido del concierto.

Los clásicos...

Pero Serrat se guardaba para la segunda parte las canciones con las que se ha convertido en el máximo referente de toda una generación, ésas que escribió en el que, sin duda, es el periodo más fértil de su carrera, de 1969 a 1974. Cuando encadenó “Tú nombre me sabe a hierba” y “Aquellas pequeñas cosas” el viento dejó de importar y la magia del mejor Serrat comenzó a fluir a raudales. Porque, cómo expresó muy bien el mismo artista, hay canciones que ya no le pertenecen al compositor sino que son patrimonio de la gente. Canciones como “Penélope”, “Mediterráneo” o “Para la libertad” que pusieron al respetable en pie, ovacionando a este trovador al que todavía le dio tiempo de emocionarnos con la trágica historia de Curro el Palmo y con la más bella historia de amor que tuvo o tendrá Joan Manuel Serrat, vuela esta canción para ti Lucía.


Información e imagen de http://www.diariocritico.com/

miércoles, junio 17, 2009

RESACA EN EL PAÍS DEL VINO


RESACA EN EL PAÍS DEL VINO

La crisis agita las bodegas, que viven el repliegue de inversiones ajenas al sector
Junto a Mas Perinet, hay una decena de firmas que están en venta en el Priorat
"Estábamos habituados a trabajar con crédito, pero nos lo han cortado"
"Muchos llegaron atraídos ppor el glamur, pero no sabían dónde se metían"
RAMON FRANCÀS Barcelona 10/05/2009


"...Y a fuerza de desventuras, tu alma es profunda y oscura... Soy cantor, soy embustero, me gusta el juego y el vino, tengo alma de marinero...", cantaba Joan Manuel Serrat en 'Mediterráneo', canción cuya melodía sirve de telón de fondo de la página web de su bodega en el Priorat, Mas Perinet, que lleva más de un año en venta. Lo que se inició como el sueño de tres entusiastas emprendedores en 1989 para reinterpretar el Priorat (Joan Manuel Serrat, Antonio Casado y Alejandro Marsol) ha acabado por convertirse en un dolor de cabeza para el cantautor.

Las colosales cifras de un proyecto que se extiende a lo largo de 300 hectáreas entre las denominaciones de origen Priorat y Montsant, y que ha supuesto una inversión cercana a los 20 millones de euros, y los desencuentros entre Serrat y Casado, que está levantando otra bodega justo al lado de Mas Perinet, han acabado por forzar la venta de un proyecto que comercializa 180.000 botellas y cuyas ventas ascendieron a 900.000 euros en el 2008.

Según ha podido saber 'La Vanguardia' de fuentes próximas al cantautor, Mas Perinet ha mantenido contactos con Vega Sicilia, de Valbuena de Duero, y con el grupo González Byass. Con el grupo jerezano se llegó incluso a hablar de cifras, 18 millones de euros, más la posibilidad de estudiar algún tipo de vinculación para mantener a Serrat en el proyecto. González Byass, sin embargo, acabó desestimando la oferta y se decidió por adquirir a las pocas semanas Viñas del Vero, en la DO Somontano.

El caso de Mas Perinet ilustra el momento que vive el mundo del vino, azotado por una crisis que toca en especial a aquellas inversiones que llegaron procedentes de otros sectores. Firmas como Torres confiesan en privado que han recibido propuestas para adquirir seis bodegas en los dos últimos meses.

El Priorat ha sido una de las zonas que más poder de atracción han ejercido en los últimos años sobre las nuevas fortunas. Ha seducido a artistas como Lluís Llach, Joan Manuel Serrat o Gérard Depardieu, a grupos vitivinícolas como Codorniu, Freixenet, Albet i Noya, Torres, Pinord, Castell de Peralada, Osborne o Parés Baltà. También a gente de otros sectores, como Sergio Ferrer Salat (farmacia, en sociedad con Raul Bobet) o Enric Vives (propietario de Boulevard Rosa).

Hoy, sin embargo, y según fuentes del Consell Regulador de la DOC Priorat, diversas bodegas están en venta, andan a la búsqueda de capital para ampliar o se han visto obligadas a poner en marcha expedientes de regulación de empleo. Buil & Giné, de Gratallops, como el grupo al que pertenece, pasa por dificultades y la bodega de El Molar, vinculada a la familia propietaria de Osborne, podría ser adquirida próximamente. También atraviesa un bache Viñedos de Íthaca (Odysseus) de Gratallops. Su propietario, Josep Puig, busca ampliar capital con el que hacer frente a los problemas financieros de una bodega que produce 50.000 botellas y que factura unos 480.000 euros. De momento no ha encontrado socios: "La gente, consciente de las dificultades actuales, sólo busca gangas". Puig, no obstante, está convencido de que superará con éxito la situación. "Hasta ahora estábamos acostumbrados a trabajar con crédito, pero los bancos nos han cortado las alas", dice. Puig recela de la incursión de personajes famosos en el sector: "Yo soy viticultor de cuarta generación y nunca me dedicaría a cantar".

También ha cambiado de manos el proyecto de la finca Manyetes de Gratallops. La familia Sábado ha vendido la finca y el vino, que ha pasado a manos del distribuidor del Penedès Jordi Segura en una nueva aventura junto con los inversores Josep Maria Montserrat, Josep Vicens y Félix Pedrosa.

Los nuevos propietarios de este proyecto que elabora en el Clos Mogador de René Barbier están a punto de lanzar al mercado un nuevo vino centrado en la variedad garnacha tinta: Solertia.

El presidente del Consell Regulador de la DOC Priorat, Salustià Álvarez, afirma que "muchas personas, atraídas por el glamur del sector, han aterrizado aquí sin saber bien dónde se metían". Recuerda que se trata de un sector nada propicio a rápidas y grandes rentabilidades. "En este negocio, el padre lo crea, el hijo lo acaba de pagar y el nieto lo disfruta". El director de comunicación del Grupo Freixenet, Pere Bonet, dice que "muchas personas han invertido en el vino sin poner los pies en el suelo y sin tener una idea clara de lo que hacían".

Bonet también recuerda que muchas bodegas se han levantado por toda España con beneficios obtenidos en el sector de la construcción. De hecho, Freixenet adquirió su bodega de la Ribera del Duero (Valdubón) a un grupo de inversores vinculados, en parte, a la construcción. Bonet afirma que "sin querer hacer sangre, en el sector siempre se ha visto con escepticismo y extrañeza que se hayan creado bodegas desde cero con inversiones ajenas y que se hayan lanzado a vinos de volúmenes bastante importantes a precios muy altos".

Valentí Roqueta, propietario de la bodega Abadal en la DO Bages, con toda la vida en la profesión, sentencia: "Hacer buen vino hoy, si uno tiene dinero, no es difícil. Lo verdaderamente difícil es comercializarlo, darle salida. Eso es muy lento y complejo. No es algo que esté hecho para todo el mundo".


... y la cruz

JOAN MANUEL SERRAT . Mas Perinet, el proyecto que lanzó en 1989, está en venta. Pese a ello, su enólogo, Josep Serra, asegura: "Tenemos un equipo, un proyecto, gestión, un mercado y clientes". Y añade: "Sólo nos queda remar todos a una en la misma dirección". Serra recuerda que el proyecto de Mas Perinet aún es joven - salieron al mercado en octubre del 2004-y está por "consolidar".

lunes, junio 15, 2009

El lado femenino de Juan Manuel Serrat


El lado femenino de Juan Manuel Serrat
Los avilesinos escucharon al músico catalán con la devoción de un oficio religioso


SAÚL FERNÁNDEZ Joan Manuel Serrat, el domingo en Avilés, descubrió su lado femenino. Dijo que era porque le gustan las mujeres, pero también admitió que su propia madre era culpable de su indefinición sexual tan evidente. Y es que, cuando todavía no había nacido, la embarazada decidió que cobijaba a «una nena». O sea, los nacimientos tenían más que ver con la fe que con la biología. Estoy embarazada de una nena y punto. Serrat calificó a su progenitora de «contundente», una característica remarcada en su entorno de tal modo que, en los meses preñados, no dejaron de llegar a casa ropa de color rosa, orinales de color rosa, palanganas de color rosa? «Y aquí hay mucho hombre», se reivindicó el cantante mediado el concierto que ofreció en el teatro Palacio Valdés, lleno hasta la última fila del gallinero, una invitación del Centro Niemeyer.

Serrat forma parte de las vidas de los españoles -quién se lo iba a decir, una de sus canciones sirvió para el bautizo de Penélope Cruz, la superestrella-. La naturaleza celestial de Serrat fue correspondida en Avilés con devoción santificada. El público le escuchó como si estuviera asistiendo a un concierto de la Sinfónica de Viena, con recogimiento, respeto y silencio. Como en misa, aunque sin movimiento de labios ni saludos al Señor. El del escenario era San Serrat, el hombre perseguido; que no nos vea. Y, sin embargo, el cantante no dejó de rasgar la cuarta pared del espectáculo. «Yo nunca he ido al psiquiatra porque tengo al público», aseguró.

Monologuista, recordó a sus devotos la historia rosa de su nacimiento, el robo de la cartera por parte del mendigo rencoroso, los años junto a su pianista Ricard Miralles? Historias de este y del otro lado, canciones de siempre y recuerdos para los espectadores silentes, privilegiados asistentes al único concierto del autor catalán; desde hace la tira, ausente de los escenarios avilesinos. Los espectadores que llenaron el teatro lo hicieron como si delante de sí mismos, sobre el escenario, anduviera un profeta glorioso al que rendir tributo y adoración. Y, tributado y adorado, Serrat llenó más de dos horas musicales que empezaron con Antonio Machado y terminaron con Antonio Machado.

Inició el recital caminando, contemplando sus huellas, las estelas en la mar. Concluyó con la saeta, el cantar? Una interpretación maravillosa, grandiosa? Con Serrat en todo su esplendor, sin guitarra electroacústica, sólo con su voz que estremecía voluntades. Una interpretación finalizada con los brazos abiertos, como en un abrazo a las setecientas y pico personas del Palacio Valdés? Sólo por esa canción, únicamente por esos versos, mereció la pena el concierto.

Pero hubo más. Hubo relatos de cantaores llamando a las puertas del cielo, hubo confesiones extrañas («Me gusta todo de ti, pero tú no)», hubo recuerdos a los hijos («Niño, deja ya de joder con la pelota»), hubo bienaventuranzas y hasta una sección de discos dedicados: en los bises, sólo dos. Cuando las luces se encendieron, los parroquianos levantaron el vivaque dispuestos a salir por la puerta grande y guardarse en la memoria las dos horas contempladas, ignorando que en los conciertos siempre hay un «bonus track», una canción más; esa del «venga, que no me quiero ir».

Serrat salió en vaqueros, con zapatos deportivos, con una banqueta acolchada, con una mesa de terraza desangelada, una botella de cava en hielo, con dos copas que se sirvió a sí mismo y a su pianista, a Miralles, convidado de piedra, estrella del espectáculo brillante. Los dos, desenchufados, repasaron casi todo Serrat, un surtido de memoria grabado en la piel con las notas de la música de todos los años; en ocasiones, una pareja de jazz, en ocasiones dos cabalgando sobre el tiempo transcurrido.

El público salió contento. Y es que Serrat les dio un nueve con ocho que después dejó en nueve y medio. «Nunca se puede ser de diez», admitió jocoso, echando mano una y otra vez «de un sabio proverbio oriental». Palabra de Serrat, con su lado femenino subrayado. Profeta de color rosa.


Información e imagen de http://www.lne.es/

Serrat concierto en el Festival de Jazz de Villalba


Serrat concierto en el Festival de Jazz de Villalba
18/6/2009



A mediados de 2008, Joan Manuel Serrat retoma su gira intimista "Serrat 100x100" junto a Ricard Miralles. Cantautor, compositor e intérprete, poeta y músico, es una de las figuras más destacadas de la canción moderna. Su obra tiene influencias de otros poetas, como Antonio Machado, Miguel Hernández o Rafael Alberti; así como de diversos géneros, como la copla, el tango, el bolero y cancionero popular. Concierto de Joan Manuel Serrat en el Festival de Jazz de Villalba, Madrid. Jueves 18 de Junio.


Información e imagen http://laguiago.com/

Todo pasa y todo queda


Todo pasa y todo queda
Serrat llenó el Palacio Valdés con las canciones de ayer que mantienen aún más viva su lozanía en el presente, ante un público entregado al cantautor

15.06.09 - ALBERTO PIQUERO

Ya lo declaraba Joan Manuel Serrat en las vísperas a EL COMERCIO, que no existen públicos, lugares o relojes distintos -por así decir, poco antes de que den las diez-, sino que cada hora es diferente y, en consecuencia, las canciones nacen cuantas veces vuelven a subir a la garganta.

Al menos, en su caso ese prodigio se cumple íntegramente, con letra y música, por más que ambas le resultaran al público que colmó el hermoso Teatro PalacioValdés, tan familiares como algunos episodios de su propia vida. Con la sonrisa inalterable que siempre antecede sus comparecencias, hilvanando las piezas del repertorio mediante su prosa poética del pueblo llano y sabio, urdiendo historias al modo en que debieron hacerlo los cantores de gesta o las coplas de ciego, íntimo, pleno de coña marinera y envuelto en esa elegancia que no se vende en los supermercados ni tampoco en Armani, el noi del Poble Sec fue recuperando el cancionero clásico de su discografía a la manera de peces frescos recién capturados, por ejemplo en el Mediterráneo. Entre el público, satisfecho, el presidente Vicente Álvarez Areces, Antonio Trevín y González Buendía.

Ese fue el sortilegio, que sin duda tuvo mucho que ver, oír y mirar, contemplando las emociones del respetable, al que parecían haberle pintado las sonrisas, las ovaciones y hasta los olés, a la puerta del concierto. Ese fue el contagio, vestir los sentimientos de estreno.

Es verdad que hubo canciones que ya han cumplido la mayoría de edad, junto a otras más adolescentes o menos viajadas. Pero todas igual de intensas y lozanas.

La guitarra, la inspiración, ese modo de paladear las sílabas que Joan Manuel llena de expresividad y ternura, hondura y talento interpretativo, al lado de las secuencias pianísticas de Ricard Miralles, que puso sobre el teclado la sensibilidad, la complicidad y las armonías de un virtuoso, ofrecieron una velada en la que todas las palabras eran de amor. Incluso las de desamor.

Esa fue la esfera circular. Todo pasa y todo queda, como dice en la canción 'Cantares', con la que precisamente empezó el recital.
Imagen de MARIETA

domingo, junio 14, 2009

Juan Manuel Serrat, histórico, clásico, romántico


Juan Manuel Serrat, histórico, clásico, romántico
14.06.09 - Juan Manuel Pendás Benito



La 'década prodigiosa' ha fenecido, con su inspiración e inmadurez, y la más refinada canción española comienza a dar sus frutos más granados, pujante y personalísima. Mary Trini, Víctor Manuel, Nino Bravo, Camilo Sesto, Julio Iglesias y algún otro más. Estamos en 1972.

Se edita el álbum 'Mediterráneo' con el tema, arrollador y brillante, del mismo título. Con el tiempo, será la canción más importante y exitosa.
Son los tiempos de 'Quiero abrazarte tanto' y 'Te quiero, te quiero'. Hemos entrado definitivamente en la modernidad.

Con su voz joven, melosa y melódica, Serrat desgrana sus memorables melodías. Es el cantante que se ha forjado a sí mismo. Como además es atractivo físicamente, se convierte en el portavoz y representante de toda una generación, y todos tarareamos sus temas. Incluso críticos y comentaristas musicales muy exigentes se saben de memoria tan desbordante tema de amor.

Otros dos títulos relevantes: 'Qué va a ser de tí' y 'La mujer que yo quiero'. «La mujer que yo quiero es fruta jugosa, madurando feliz, dulce y vanidosa». ¿Puede haber algo más romántico?

Su música es de lo mejor. Aunque posteriormente haya evolucionado y perdido lozanía, como la perdemos todos. Nuestra generación sigue con sumo interés y expectación, no sólo sus sentimientos, sino también sus ideas. Es un hombre admirado, que conecta y uno de los máximos artistas que halla existido.

Tuvo una gran extravagancia: quiso cantar en 'Eurovisión' en su lengua vernácula catalana. Como se comprenderá fácilmente, esta ocurrencia no podía abrirse paso y además Serrat no necesitaba cantar en dicho certamen para su consagración. No cuida sus textos excesivamente, no hace productos estéticamente perfectos. Como 'El ramito de violetas' o 'Al alba', temas cuidadosamente elaborados que no superan, sin embargo, la calidad y altura de 'Mediterráneo'.

Ha sido reconocido y galardonado oficialmente, es tratado con un extraordinario respeto. Se le admira sinceramente. Ha puesto música a León Felipe y Antonio Machado muy eficazmente. Ha seguido difundiendo su virtuosismo con una vena social indudable y su prestigio es irrefutable. Las mujeres no olvidan aquel muchacho tan agradable que les ha conquistado el corazón con su talento. Y no es un número uno por escalafón, sino por méritos incuestionables.